El 19 de junio del 2014 pasará a la Historia como el día de la proclamación del nuevo rey de España Felipe VI. Mucho se ha hablado acerca de su ceremonia y de sus celebraciones. Nosotros ni quitamos ni ponemos rey, pero queremos recordar cómo se proclamó en Requena uno de los más breves monarcas españoles, Luis I.
El 29 de febrero de 1724 se leyó en el pleno municipal una carta real, que notificaba la renuncia de Felipe V en su hijo Luis I. El corregidor, los caballeros regidores, el procurador síndico general y el procurador del común le prestaron juramento y alzaron pendones.
Luis I fue promulgado por rey de Castilla (nada se dijo de otros reinos de España) al estilo tradicional. Una vez oída y entendida la promulgación los señores del consistorio besaron y juraron obedecer la carta en la que se expresaba la voluntad real, poniéndola simbólicamente sobre sus cabezas.
Era hora de comunicarla a las gentes de una villa con el timbre y el título de Muy Leal y Fiel, acreditándolo con la solemnidad de las ceremonias públicas, a celebrar el día de San José.
En la noche de la víspera se realizarían luminarias, una corrida de caballos y parejas, máscaras y un castillo de fuego en un tono altamente festivo.
El día de la proclamación el Real Estandarte saldría de la sala capitular portada por el caballero regidor más antiguo ante la ausencia de alférez mayor en aquel momento.
Con el acompañamiento de los vecinos de la villa se llegaría a la plaza del Arrabal, donde se dispondría un tablado para que se proclamara y jurara a Luis I.
Las solemnidades ayer como hoy no resultan baratas, y ya nuestros antepasados se quejaron de falta de fondos para tales eventos. Ciertamente los fondos de propios y arbitrios se encontraban a la sazón quebrantados tras numerosas dificultades ya anteriores a la Guerra de Sucesión.
Esta vez se resolvió el problema tomando dinero prestado del repartimiento general de los débitos reales, comisionándose para ello a los caballeros regidores don Alonso de Carcajona y Londoño y don Martín Ruiz Ramírez.
En el 2014 nos puede parecer excesivo realizar celebraciones de alcance nacional a nivel local, pero en el 1724 el orgullo de la república de Requena se asoció estrechamente con el de la fidelidad a sus monarcas.
Fuentes documentales.
ARCHIVO MUNICIPAL DE REQUENA. Libro de actas municipales de 1724 a 1730, nº. 3264.