LA VILLA DE REQUENA, UNA CIUDAD ROMANA. (Parte 2ª)
5/ Fuentes arqueológicas sobre La Villa
Las únicas fuentes escritas que conocemos, a pesar de las numerosas excavaciones y movimientos de tierras realizadas en la superficie de La Villa, son las del arqueólogo de Utiel, José Manuel Martínez García, y sus colaboradores.
a/ En el informe de 2001 para la empresa que restauró el castillo de Requena, este arqueólogo expone:
“Excavado totalmente el espacio intramuros durante los años 1991 a 2001, nos ha proporcionado una exacta visión de los diferentes asentamientos que se han producido en el mismo:
Un primer asentamiento se produce en la Edad del Bronce Final-1ª Edad del Hierro (siglos IX y VIII a.n.e.) como también sucede en otros puntos de La Villa ya excavados: Plaza del Castillo, que se sitúa a 20 m de la fortaleza, e iglesia de San Nicolás, en el extremo sur. De esta cultura, y al sureste del espacio que nos ocupa aparecieron estructuras de habitación y vertederos con abundantes cerámicas (fragmentos de recipientes con superficies bruñidas o espatuladas, decoradas con baño de grafito e incisiones geométricas, fabricados a mano), restos faunísticos, carbones y semillas.
Posteriormente y a una cota por encima de la anterior, nuevas estructuras de época ibérica antigua (S. VII-V a.C.), y cerámicas locales fabricadas a torno con decoraciones geométricas sencillas, pintadas de rojo vinoso o marrón, así como importaciones fenicias del mundo occidental peninsular.
De época ibérica plena (siglos IV y III a.n.e.) también aparecieron estratos y estructuras, con una serie de formas cerámicas profusamente decoradas.
En época romana se construyeron una serie de vertederos. De esta época se hallaron tanto cerámicas para usos comunes, de cocina o transporte, como de lujo, las denominadas sigillatas por poseer una marca o sigillum del alfarero que las fabricó y un brillante color rojizo.”
b/ El mismo arqueólogo, en su estudio “Iglesia de San Nicolás. Requena, la Plana de Utiel” del libro “Excavaciones Arqueológicas de Salvamento en la Comunidad Valenciana (1984-1988). Tomo 1. Intervenciones Urbanas”, cita los resultados de sus excavaciones arqueológicas.
“Material cerámico:
Aparecieron 3.309 fragmentos, de los que un 74,13% corresponden a época bajo-medieval, estando presentes en todas las U.E. y aumentando en número a partir de 1003. La cerámica romana representa el 6,67% y la ibérica el 14,60%…….
La cerámica romana e ibérica, extraída en las tierras arcillosas de acarreo, presenta una buena muestra de comunes y finas, destacando dos piezas de terra Sigillata Hispánica, Drag 27 y 37, del siglo I d.C.
d/ En el libro “Los íberos en la Comarca de Requena-Utiel (Valencia) de Alberto J. Lorrio (ed.), Universidad de Alicante, encontramos una importante fuente de información.
En el artículo “Materiales de la primera Edad del Hierro en la Plaza del Castillo de La Villa de Requena (Valencia): un avance” de José Manuel Martínez García, Gontrán Cháfer Reig e Israel Espí Pérez, podemos leer interesantes datos de las excavaciones arqueológicas que desarrolló allí José Manuel Martínez García.
Dice: “Nivel V- De época imperial romana. Se hallaron tres aljibes con muro y pavimentos de opus signium, uno en la zona este, de grandes proporciones, al que se accedía por medio de una escalera de sillería, otro menor en la oeste, con la característica media caña en el encuentro de muros y pavimento. En ambos casos y a nivel de cimentación se encontraron sendas ánforas ibéricas que relacionamos con ritos de fundación. Un tercero se halló en la zona este, reutilizado posteriormente como canal y vertedero. Estructuras de habitación se localizaron en la zona norte con sucesivas remodelaciones y un momento final de abandono. Una característica, también común a todo el espacio, ha sido que las estructuras de época romana asientan directamente sobre las de la Primera Edad del Hierro e ibérico Antiguo.”
Dice: “Nivel VI-Primera Edad del Hierro-Ibérico Antiguo. Se extiende por toda la zona excavada. Con respecto a las estructuras de este nivel parecen evidentes dos momentos:
-Correspondiente a la Primera Edad del Hierro, una gran habitación de planta rectangular con muros de mampostería sin carear y alojo de postes en el centro de la misma de los que se localizaron cuatro en el eje longitudinal. Así mismo, varios hogares circulares de arcilla, muy rubefactada, en cuya base y en todos los casos, aparecieron cerámicas del Bronce Final y cantos rodados. Debajo de un pavimento de tierra batida, se alojaba un enterramiento infantil en una urna y gran cantidad de cerámicas incisas, fragmentos de ánfora fenicia occidental y cuencos trípodes de posible filiación local.
-En una fase posterior, ya en época ibérica antigua, se compartimenta este espacio, se refuerzan los muros anteriores y se divide en dos por otro muro transversal, de mayor anchura. En el resto de la Plaza, aparecieron también una serie de estructuras, muy degradadas destruidas en parte por grandes fosas medievales, que podemos relacionar con este momento. El límite oeste de la excavación lo constituía un muro, quizás correspondiente a otra habitación, que se desarrollaría por debajo de las viviendas actuales, paralelo a la estructura rectangular por su lado oeste, que dejaba entre ambas un estrecho pasillo.
Estos dos niveles arqueológicos cubrían a la toba caliza del terreno en la zona este y a la arcilla pre-estéril en la oeste.”
6/ Áreas de urbs-oppidum hispano-romanas
Existen tipologías similares en la morfología de las urbs hispano-romanas.
Autor: Javier Jordá Sánchez
*(Continúa parte 3ª)