La memoria de Secretaría era un documento preceptivo para los secretarios de ayuntamiento, procedente del Reglamento de 23 de agosto de 1924. La forma de realizar el trabajo y el orden sistemático que debían registrar los capítulos se precisó en la Circular de 16 de abril de 1939[1]. El encargado de elaborarla era el secretario municipal, una vez terminada era presentada al Ayuntamiento para ser aprobada o no, de serlo era remitida a la autoridad inmediata superior, el gobernador civil y, posteriormente, pasaban a la Dirección General de Administración Local.
Las memorias, hoy, constituyen una interesante fuente histórica porque reúnen datos geográficos, demográficos, económicos, incluso proyectos futuros sobre el territorio, sintetizan la labor municipal realizada en un año, pero al ser documentos remitidos a la superioridad también llevan explícitas toda una serie de expresiones que, de un modo u otro, ratifican los postulados fundamentales del régimen como el simbolismo de las fechas, la fidelidad, los cambios introducidos, etc., todo ello presentado con una clara ruptura respecto de los modelos políticos y administrativos precedentes, realzando los significativos cambios y sus logros en el lenguaje grandilocuente propio de la época.
El preámbulo de la memoria del ejercicio de 1944 del Ayuntamiento de Requena hace referencia a la ideología y adhesión política de los hombres que integraban la Comisión Gestora municipal
(…) jóvenes de edad y de espíritu los elementos todos integrantes del actual Ayuntamiento de Requena, formados en el credo falangista y secuaces de la obra constructiva del Caudillo… [2]
Alcalde y secretario expresaban su satisfacción y la de la Corporación en pleno por el nuevo esquema que se presentaba para hacer la memoria, pues si bien no se prescindía de elementos formales y reglamentarios
(…) si suponía una ruptura con el modelo precedente, anticuado y caduco que había creado un pertinaz rutinarismo burocrático.
Prototipo que sería sustituido por una nueva modalidad más próxima a la realidad y que era compendio e índice a la vez de cuanto atañía a la vida municipal, dado que
(…) hacía posible visibilizar de una parte, la fecundidad de la obra común. Y, de otra, permitía que la superioridad tuviese el conocimiento exacto de cuanto constituía la raíz y nervio, junto a las ramificaciones de la vida del municipio[3].
En la memoria se ofrecían, además, detalladamente los medios para lograrlo y los auxilios que se podían aplicar. El cuestionario se revelaba como el medio más adecuado para un mejor conocimiento de la organización y el funcionamiento de la mecánica municipal en sus variadísimos aspectos
La nueva moldura de la Memoria de secretaría, una pieza insustituible en la dinámica administrativa y de gobierno, a la que había de ajustarse la Memoria al objeto de compendiar la labor desarrollada por el Ayuntamiento en el municipio, en el año en cuestión, a la vez que se canalizaban a través de ella las aspiraciones locales, concretaban sus necesidades, corregían defectos, mejoraban los servicios que se ofrecían y saneaban la hacienda.
La originalidad de la memoria estribaba, en palabras del propio Ayuntamiento, «en ser síntesis del desarrollo de la vida municipal en todos sus aspectos»[4]. En algunos casos hay memorias muy sustanciosas como la del año 1948, que adjuntaba: I. cuenta General de liquidación del presupuesto de 1948, con relación de acreedores y deudores. II Copia del patrimonio municipal. III. Copias fotográficas de las más importantes mejoras llevadas a cabo. IV. Un mapa del término municipal. Otras ofrecen auténticos discursos programáticos.
Las memorias debían compendiar la labor desarrollada en una anualidad, no obstante, daba margen a incluir aspectos interesantes de la vida local, siempre a partir de una fecha concreta, 1939. Tras la «liberación» se iniciaba una etapa nueva de municipalismo, en la que
(…) amparado el municipio por la estabilidad del Estado, cambian las costumbres y los modos, los sistemas y procedimientos y aunque con formas jurídicas perfectamente definidas, estables y sujetándose a ellas, el auge de la vida municipal es impetuoso y dinámico, no exento de prudencia vitalizadora ni de ecuánime serenidad[5].
La obligatoriedad de la redacción de la memoria de 1948 no fue un impedimento para hacer referencia a otros aspectos interesantes de la vida local y en otros momentos, pero siempre desde 1939, pues
(…) la fecha de la liberación de esta ciudad, que marca un hito fecundo en las actividades municipalistas de Requena.
El desarrollo de la vida municipal se caracteriza por dos etapas o periodos esencialmente diferenciados: el anterior a la instauración del nuevo Estado español y el que se inicia desde la liberación de esta Ciudad. Marca un hito fundamental que, dividiéndola, prosigue la brillante historia de Requena[6].
El objetivo del Ayuntamiento era
Colocar a Requena en el plano que le corresponde, con relación a ciudades análogas, fue la consigna de nuestros antecesores, que cumplieron admirablemente realizando ingente obra cuyo fruto es hoy cosechamos ya[7].
El examen atento y comparativo ente las memorias de l946 y de 1947 permite observar una parte fundamental y descubrir el «perfeccionamiento de lo hecho» y un apéndice necesario que, en numerosos casos, ha sido realizado cumplidamente. Pero no terminaban ahí las ambiciones municipales. Aquello era la síntesis de «lo hecho» y grande era la satisfacción «al ofrecer a la superioridad un balance tan completo de lo que otros iniciaron y nosotros completamos». No obstante, sin salirse del concepto de «compendio o síntesis», era necesario referirse «a lo por hacer»: Agua potable a domicilio, grupos escolares en Requena y casas de habitación para los maestros en todo el término municipal constituían el triple eje a cuyo rededor girarían los esfuerzos primordiales de la Alcaldía. Esa era la tarea
Para ello contaban con el estímulo y el seguro apoyo de la primera autoridad civil de la provincia y la asistencia ciudadana, con lo cual consideraban poder llevar a feliz término las empresas[8].
Comisión Gestora Municipal de Requena: Memoria de Secretaría, 1948, I
↑Comisión Gestora Municipal de Requena: Memoria de Secretaría, 1944, p. 2. El término «secuaces» está utilizado en su sentido originario de seguidor de partido y opinión, no en el peyorativo que se le dio posteriormente ↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Memoria de Secretaría, 1944 ↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Memoria de Secretaría, 1947, p. 1.
↑Ibid. ↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Memoria de Secretaría, 1948, p. 1 ↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Memoria de Secretaría, 1947, p. 1 ↑
Id., p.2. ↑