
INTRODUCCIÓN.
Una de las consecuencias directas de la Guerra de la Independencia para Requena es el paso de toda suerte de personajes relevantes e ilustrados por nuestra comarca, además de las tropas, que incluyen músicos en sus filas. A partir de esa semilla y de otros factores que iremos viendo, nacen unas inquietudes en la burguesía local que, fuera del ámbito laboral, requerirán el desarrollo de diferentes actividades lúdicas y entre las que encontramos, con especial importancia, la Música, que por su complejidad y variedad de posibilidades, va a necesitar apoyarse en un nuevo y atractivo modelo de colaboración: el Asociacionismo.
Si bien el siglo XIX es rico en registros archivísticos en nuestro Archivo Municipal, la falta de prensa escrita hasta prácticamente la última década del mismo, nos lleva a tener las noticias sobre música muy dispersas y difíciles de localizar.
SITUACIÓN.
Dejando aparte los gremios de artesanos, presentes desde antiguo en nuestra ciudad como en tantas otras, el antecedente más ortodoxo de lo que supone el asociacionismo en Requena es la Sociedad Económica de Amigos del País, cuyos estatutos, impresos en 1784, no hablan en ningún momento de música, pero sí del fomento de la instrucción pública, lo que supone un importante paso para la formación, tanto laboral como humanística, de los jóvenes requenenses.
Hasta el comienzo de la serie de desamortizaciones llevadas a cabo en España entre los siglos XVIII al XX, de las cuales las de Mendizábal y Madoz son las más conocidas, pero no las más importantes, la música está relegada a un ámbito muy reducido de la sociedad: la iglesia y, en menor medida, las instituciones públicas que, en nuestro caso sería directamente el ayuntamiento.
Así, prácticamente hasta la Guerra de la Independencia y más tímidamente algún decenio más, en los pueblos se cuenta con los órganos de las iglesias, los ministriles para actos religiosos y profanos, que suelen ser grupos familiares, y el ejército, si consideramos como música en el amplio sentido de la palabra, los grupos de cornetas y tambores del ejército y las milicias locales.
En cuanto a formación reglada, lo más que podemos acercarnos es a los organistas, a la vez sacristanes de nuestras parroquias, formados unos con otros organistas más importantes (Martín Clavijo, seguramente con Santiago Pradas en Cuenca) y otros, los segundos sacristanes o ayudantes de estos, con obligación de conocer los rudimentos musicales del órgano para el acompañamiento en las celebraciones religiosas.
Si bien las primeras sociedades musicales en Requena nacen a mediados del siglo XIX, los músicos no ligados a la iglesia, como Francisco Juan Narbón o Antonio Llorens Gallego, van llegando antes a nuestra ciudad bien con el ejército, bien con compañías de comedias y se establecen al ver un terreno virgen y abonado para el desarrollo musical.
Según un estudio musicológico sobre asociacionismo musical en España (Enzina y Sobrino, 2001):
“Otro factor importante, a nuestro juicio, en la aparición de sociedades musicales son las desamortizaciones –de las cuales la de Mendizábal fue sólo una más, desde el punto de vista de la repercusión que tuvo sobre la música-, que dieron lugar a que se produjese un más que importante número de músicos desocupados, al verse obligados a abandonar sus puestos en las capillas catedralicias y eclesiásticas. Muchas de esos músicos confluyeron en Madrid, sin encontrar un puesto de trabajo, teniendo que recurrir, incluso, a la caridad pública para malvivir”.
Además de ello, la primera Guerra Carlista, con la presencia de los Voluntarios Realistas y posteriormente, con la Milicia Nacional, incrementará la necesidad de música, militar primero y civil más tarde, comenzando por los grupos o bandas de cornetas y tambores y la introducción de otros instrumentos por los músicos que llegan con mayores conocimientos, como después veremos.
Concluimos esta introducción volviendo a las palabras de Encina y Sobrino (1997):
“El asociacionismo es un fenómeno frecuente de la sociedad española de los siglos XIX y XX, sin que la música sea una excepción. El campo musical no podía quedar ajeno a este proceso, registrándose, sobre todo a partir del segundo tercio del siglo XIX, un fenómeno asociacionista sin parangón en etapas anteriores, que coincide, evidentemente, con el que se registra en otros campos socio-culturales y económicos. Varios son los factores que hacen posible que el asociacionismo comience a desarrollarse en esas fechas. En primer lugar, los cambios políticos ocurridos durante la Regencia de María Cristina (1836-1840), con el retorno de exiliados que traen consigo el naciente movimiento romántico y el nuevo liberalismo…”.
Importantes estudios históricos tratan de esta época de la historia reciente en nuestra comarca desde el punto de vista político y militar. Incidamos solamente, en lo que a música se refiere, en la importancia de la llegada de músicos más cultos a nuestra ciudad como consecuencia de los acontecimientos político-militares de ese primer tercio largo del XIX.
REQUENA.
Centrémonos ya en Requena, bien entrado el siglo XIX y veremos enseguida, igual que en otros órdenes de la convivencia ciudadana, cómo la política y la música van a ir estrechamente unidas así en lo espiritual como en lo material. Los casinos, liceos y sociedades reflejarán por donde van las ideas y, aunque queremos pensar que el arte es arte para todos, por donde van también las asociaciones artísticas.
Hagamos un rápido recorrido por las asociaciones musicales requenenses, a partir de los datos de la biografía de Mariano Pérez Sánchez (García Ballesteros, 1996).
Tenemos constancia documental, por un escrito de queja dirigido al Gobierno Civil de Valencia, que en 1849 se formó una “asociación música” que seguía en activo hacia 1865.
En 1867 se funda otra asociación denominada con el simpático nombre de “La Patata”, centrada en la organización de bailes populares y de salón. En sus particellas musicales puede leerse este curioso Reglamento firmado por el escritor y músico Pedro Masiá:
“La Patata. Orquesta fundada en 1867. Reglamento. Artículo único: “Cada uno hará su santa voluntad sin perjuicio de los otros”.
Debemos incluir en esta relación de asociaciones a los Casinos y Liceos donde se reunía la burguesía de unas u otras ideologías políticas, pues al calor de estos funcionaron orquestinas y bandas, así como grupos de teatro, tanto declamado como musical.
En 1886, extinguida una vez más la banda municipal, se forma en la ciudad la primera sociedad musical moderna (Herrero y Moral, 1890): la “Sociedad Musical Requenense”, presidida por el médico Ramón Verdú Diana, alcalde durante el cólera del año anterior, y que tiene como director musical a Mariano Pérez Sánchez.
En 1887 se funda la Sociedad Musical “El Progreso”, presidida por otro médico, Rafael Cervera Cervera, y con José Cervera Cervera como director musical (Herrero y Moral, 1890).
Ambas sociedades cuentan con banda de música, orquesta y grupos teatrales dedicados muy en especial al género zarzuelístico.
La unificación de los elementos musicales de ambas sociedades dará lugar, en 1921, a la Unión Musical Requenense y la escisión de diversos músicos de esta sociedad, creará en 1926 la Sociedad “El Fomento del Arte”, más conocida por el popular apodo de Los Pistoleros.
Una nueva reunificación, en 1936, se forma bajo el nombre de Patronato Musical Requenense, pero durará pocos meses.
Todo resto de estas sociedades quedará disuelto con la guerra civil, entre 1936 y 1939. A partir de 1940, con el resurgimiento de la Banda y Escuela Municipal de Música, una sociedad casi simbólica les dará apoyo: la Agrupación Musical “Santa Cecilia”, que arropa a la Banda Municipal con las ayudas económicas del Ayuntamiento. Sabemos que a partir de la provisión de la plaza de director municipal en la figura de José Goterris Rambla, 1953, esta asociación dejará de actuar, quedando como único vestigio el nombre de Banda Municipal “Santa Cecilia”.
Entre los años cincuenta y setenta del siglo XX funcionará otra sociedad similar en cuanto a fines interpretativos, aunque con distinta formación musical: la Rondalla y Coros de Requena, que por su importancia merece un trabajo individual a ella dedicado.
En 1977 se crea la actual Sociedad Musical “Santa Cecilia”, privatizándose en su seno la banda de música, que deja de tener el calificativo de Municipal y que hoy continúa en activo arropando a diversos grupos instrumentales: bandas, orquestas y big band.
Por último, es en 2006 cuando se crea la Asociación Musical de Requena y con ella la Orquesta Filarmónica de Requena. Esta sociedad es la primera en la historia de la música requenense que nace para arropar a una orquesta sinfónica directamente y no como sostén de una banda, lo que añade un nuevo matiz a los usos culturales locales, ampliando la oferta musical de nuestra ciudad.
Todas estas asociaciones tienen un elemento en común: se han creado y funcionan para sustentar de forma económica y social a una banda de música o una agrupación de intérpretes. Es su objetivo primordial y cualquier otro fin que se realiza en ellas es siempre secundario.
De ahí que la cada vez mayor y mejor educación cultural de las clases medias exija otro tipo de asociación músico-cultural: las sociedades de corte filarmónico. Es decir, el fomento de la música por la música, no por los intérpretes.
En 1919 se funda en Requena la Sociedad Recreativa “El Arte”, en cuyo primer artículo del Reglamento se expone como fin primordial: “Proporcionar recreos lícitos a sus asociados”.
La Sociedad “El Arte” será la primera institución burguesa que organice conciertos de cámara o de salón, aunque ellos los denominarán Veladas Musicales, en los que intervendrán pianistas, cantantes e instrumentistas de cuerda con programas musicales alejados del mundo bandístico, aunque resulte paradójico que sean los diversos directores de banda que pasan por Requena, la mayoría también pianistas, los que sustenten musicalmente estas veladas. Esta sociedad funcionará al menos hasta 1924.
Es en la Sociedad “El Arte” donde aportarán sus últimos conocimientos musicales e interpretativos los singulares y cultísimos hermanos Casimiro y Francisco Pino, pianista y violonchelista, y donde veremos las primeras aportaciones musicales y periodísticas del joven Rafael Bernabeu.
Bernabeu, que ha estudiado en Valencia y se ha impregnado del cosmopolitismo musical de la capital de la región, aporta a Requena una visión musical y cultural de la que carecía hasta entonces, o al menos da un fuerte impulso a los deseos contenidos de una burguesía cultural que no puede ni quiere conformarse con las limitaciones ofrecidas, con las mejores intenciones posibles, por el entorno bandístico.
Por otro lado, los citados directores de banda que aportan su contribución musical a las veladas han sido alumnos del conservatorio valenciano (Brescané, Almiñana, López Pamblanco…). Incluso músicos requenenses ya veteranos, que viven y trabajan en Valencia durante los años veinte (Pérez Sánchez, Sosa), han vuelto la mirada a esa cultura musical capitalina y aportan una nueva sensibilidad al entorno rural en que nacieron. Así, las composiciones pianísticas de Pérez Sánchez que se publican en revistas como Mundial Música, se interpretarán también en los salones requenenses, por las señoritas a las que enseña el viejo maestro a domicilio.
Otra sociedad, capitaneada de nuevo por Rafael Bernabeu, surge con fuerza en los años de posguerra: la Sociedad de “Amigos de la Música” de Requena; verdadera sociedad filarmónica dedicada en exclusiva a la organización de conciertos. Por su mediación actuarán en Requena concertistas de gran talla, orquestas sinfónicas, rondallas, cantantes, guitarristas del nivel de Narciso Yepes o Alirio Díaz, pianistas de la importancia de Leopoldo Querol o José María Machancoses, etc.
Amigos de la Música ve la necesidad de ofrecer esta cultura musical y comienza por conseguir un piano propio, al darse cuenta de las enormes posibilidades que ofrece la disposición de este instrumento, realizando sus conciertos primero en el salón de actos del Instituto de Enseñanza Media (hoy Museo Municipal) y después en el pequeño escenario del Cinema Armero, que será su última sede. Entre 1946 y 1956, Amigos de la Música organiza más de cincuenta conciertos. Es posible que su declive coincida con el surgimiento de la Rondalla y Coros, dirigidos también por Bernabeu, pero esto es otra historia.
ASOCIACIÓN REQUENENSE DE MUSICOLOGÍA.
Y llegamos a 2015. Una serie de aficionados a la música, provenientes de los más diversos campos (musicología, historia, teatro, educación, dirección…) se dan cuenta de la “pobreza cultural” a que está llegando la música en Requena y la comarca, a pesar de contar con sociedades musicales, bandas, orquestas, conservatorios… y notan como el público que asiste a conciertos es cada vez menor, por lo que deciden aportar su grano de arena para cambiar esta situación.
Requena y su comarca han tenido a lo largo de la historia toda clase de elementos relacionados con la música: Instrumentos (órganos, pianos…), Instrumentistas (Gil-Orozco, Banquer…), Compositores y/o directores (Pérez Sánchez, Sosa, Cervera…), Sociedades (Musical Requenense, El Progreso, La Armónica, Rondalla y Coros de Requena, Santa Cecilia, Filarmónica, Escuela Rondalla…), Actividades (Teatro, Zarzuela, Conciertos, Efemérides, Congresos…) y otros elementos que merece la pena estudiar.
Tenemos en la actualidad valores musicales dignos de apoyo y difusión. Compositores (Francisco José Martínez Gallego, Pedro Salinas, Pablo Soriano…), intérpretes (Enrique Lapaz, Daniel García, Javier Lechago…), centros docentes (Conservatorio Profesional, Escuelas de Música…), agrupaciones musicales (Santa Cecilia, Filarmónica, Escuela Rondalla, La Armónica…), nuevas generaciones nacidas de las inquietudes actuales y de los modernos medios educativos. Todos ellos merecen ser apoyados, estudiados y difundidos.
Merece la pena localizar, conservar y difundir nuestro Patrimonio Musical: Partituras, Instrumentos, Teatro musical, Fotografías, Libros, Objetos, Documentación…, para que las futuras generaciones sepan lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos ser en Música.
Hasta ahora, los estudios musicológicos realizados en Requena y comarca lo han sido de manera personal y aislada. Es hora de poner en común esos esfuerzos y asociarnos para reforzar los logros conseguidos, apoyar nuevos proyectos y difundir nuestro Patrimonio Musical desde un punto más elevado: la asociación de esfuerzos individuales en un colectivo con mayor capacidad de acción y, sobre todo, de difusión.
Con estas premisas nace nuestra Asociación: recuperación, conservación, estudio, apoyo y difusión de la música y músicos requenenses y, por afinidad cultural, de nuestra comarca.
El resultado a obtener: un conocimiento de nuestro patrimonio e historia musical que nos aporte mayor cultura y mejores aficionados a la música.
El objetivo de la Asociación Requenense de Musicología (Asremus) es compatible con el de nuestras sociedades musicales o culturales de toda índole y además las complementa. Puede y necesita colaborar con ellas.
Las sociedades musicales dedican su esfuerzo a la interpretación musical, así debe ser. ASREMUS les proporcionará conocimiento sobre el Patrimonio Musical Requenense y les apoyará en su difusión, en la elaboración de adecuados Programas de Mano o en la correcta catalogación de sus Archivos.
Nuestro Conservatorio y Escuelas de Música enseñan este arte. ASREMUS les proporcionará materiales y apoyo para que los futuros músicos conozcan y valoren su propia cultura musical.
Los musicólogos y otros investigadores requieren de información para sus trabajos. ASREMUS les ayudará y les facilitará la difusión de sus resultados.
Nuestros jóvenes intérpretes y compositores necesitan de todo el apoyo posible para difundir su labor y sus obras, lo tendrán en Asremus.
La Asociación Requenense de Musicología proyecta difundir su trabajo y el de sus asociados y colaboradores mediante su presencia en Internet, publicaciones, celebración de Jornadas, Congresos y Conmemoraciones de Efemérides y todas aquellas actuaciones destinadas a la difusión de nuestro Patrimonio Musical y a la formación de nuevos aficionados, melómanos, musicólogos y estudiosos que nos releven en el futuro y mejoren nuestra labor.
Cada vez es menor el número de asistentes a conciertos, representaciones y actividades culturales. Es algo que podemos ayudar a cambiar. Necesitamos melómanos que aprecien la labor de nuestros intérpretes y que conozcan nuestra música. ASREMUS puede ayudar a la formación de nuevos aficionados que se deleiten y disfruten con la música.
PROYECTOS.
El primer paso de ASREMUS está siendo darse a conocer a todas las sociedades musicales e instituciones culturales de la comarca, ofreciendo y a la vez solicitando colaboración.
Pronto dispondremos de página web. Por el momento, contamos con una página en la red social Facebook. En ella publicamos la agenda de actuaciones que nos facilitan las sociedades, recordamos Efemérides de nuestra historia musical e incluimos enlaces a otras páginas de interés, como por ejemplo la Web CRÓNICAS HISTÓRICAS DE REQUENA, iniciativa del Instituto de Enseñanza Media nº 1 de Requena, con contenido de calidad y que está siendo muy visitada.
En 2016 se celebran diversas efemérides: 150 Aniversario del nacimiento de Mariano Pérez Sánchez; 100 Aniversario de la muerte de Práxedes Gil-Orozco Bastidas; 90 Aniversario de la muerte de Venancio Serrano Clavero.
ASREMUS proyecta realizar diversos actos músico-culturales para celebrar dichas efemérides, para lo que está pidiendo la colaboración de las distintas sociedades musicales. De todo ello iremos informando tanto en Facebook como en nuestra futura página Web.
La presentación oficial de ASREMUS se hará durante la próxima Semana Musical, en un Concierto de Guitarras, con Jóvenes Intérpretes del Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo”, de Valencia. Este concierto, que ha organizado el profesor y concertista Jorge Orozco, miembro de la Asociación, es una muestra de lo que el proyecto de la Asociación Requenense de Musicología pretende: ofrecer cultura musical en el más amplio sentido, difundir la música de nuestros compositores, pasados y actuales, y ofrecer posibilidades a los jóvenes intérpretes para que su trabajo de estudio se vea reflejado en conciertos, pues al fin y al cabo la música no es sino tinta en el papel si no llega a interpretarse frente al público. Estáis invitados.
Marcial García Ballesteros (Presidente de Asremus)
BIBLIOGRAFÍA
· Encina, María y Sobrino, Ramón, “Asociacionismo musical en España”, en Cuadernos de Música Iberoamericana, Madrid, 2001.
· García Ballesteros, Marcial
o “Amigos de la Música de Requena”, en revista Oleana, Requena, Centro de Estudios Requenenses, 1995.
o Mariano Pérez Sánchez, 80 años de música requenense, Requena, Centro de Estudios Requenenses y Ayuntamiento de Requena, 1996.
o “Sociedad Recreativa El Arte”, en revista El Trullo, Requena, Fiesta de la Vendimia, 2013-2014.
· Herrero y Moral, Enrique, Historia de Requena, Valencia, Imprenta de Manuel Alufre, 1890.