
(Foto Antonio Villanueva, archivo familia Ochando)
LOS AÑOS DE PROGRESO ECONÓMICO
Dejamos el capítulo anterior con el Mesón del Vino recién inaugurado. Las hijas de Emilio Ochando recuerdan con mucho cariño los años en que su padre estuvo a cargo del establecimiento y han aportado algunas imágenes simpáticas y originales, como la que encabeza este artículo o esta otra en que vemos al empresario junto a su mano derecha, Agustín Serrano, de compras por el pueblo.

por Requena para el Mesón del Vino hacia 1960
(Foto anónima, archivo familia Ochando).
Entre 1950 y 1961, El Trullo no incluyó publicidad. La venta del mismo y las aportaciones municipales y privadas, además de su diseño sencillo y pequeño tamaño, no la hicieron necesaria.
Emilio Ochando fue un profesional de la restauración de los más activos y emprendedores de los cincuenta y sesenta. Además de regentar La Casa de la Cerveza, que llevaba su esposa, Amparo Serrano, el Mesón del Vino y el bar del Teatro Principal, organizaba banquetes de lujo. Por ejemplo, las bodas de “alto copete” que se celebraban en el Teatro Principal, con camareros trajeados, muchos de ellos contratados en Valencia, o las cenas de la Reina de la Fiesta de la Vendimia:

Emilio Ochando y su esposa, de pie, en el centro, hacia 1960
(Foto Pérez Aparisi, archivo familia Ochando).
Por los reportajes del fotógrafo Marcial García Cañabate, tenemos diversas imágenes de algunos bares de esa década. Por ejemplo, el Bar “Avenida”, regentado por Andrés Serrano, cuñado de Emilio Ochando, en el que también se celebraban excelentes banquetes de boda, famoso por sus sepias y clóchinas al vapor.
El Trullo (Requena), VIII-1957


y una cocinera del Bar Avenida durante una boda (enero 1956)
(Foto Marcial García Cañabate).
Estaba también el Bar “Faema”, regentado por el simpático y extrovertido Sinesio Ballesteros, distribuidor de las cafeteras Faema, personaje entrañable y chascarrero, excelente pescador, que nunca perdía la sonrisa. En esta fotografía ampliada, con mala calidad, vemos la fachada de aquel bar que más tarde sería, simplemente, Casa Sinesio, ofreciendo habitaciones a modo de fonda. Estaba situado en la Plaza del General Sanjurjo (hoy Portal), en el entorno de lo que hoy es el Bar “La Estrella” y el Banco Bilbao-Vizcaya.

(Foto Marcial García Cañabate).
El Trullo (Requena), IX-1962

De 1956 es también esta otra fotografía, parte de un reportaje, del interior del comedor del Hotel Favorita, en la calle de Norberto Piñango. La ocasión era una cena de la comisión del Barrio Arrabal de la IX Fiesta de la Vendimia.

De pie, a la derecha, el empresario, Agustín Ramos.
(Foto Marcial García Cañabate)
Agustín Ramos manejó el Hotel Favorita con maestría. No sólo servían banquetes en el propio hotel, sino que organizaban eventos en donde se requería, por ejemplo en el Teatro Principal. Hoy lo llamamos “catering”. Tanto es así que cuando otros bares de Requena se veían cortos de material para un banquete, alquilaban a La Favorita la vajilla que necesitaban.
En 1957 se anunciaron en el programa de Feria tres bares cuyos nombres aparecían publicitados por primera vez: el Bar “Rioma”, al principio de la Avenida del General Varela (Arrabal), junto a la parada de autobuses de La Requenense, propiedad de Juan Collado Vicente, que acompañaba al servicio de bar la venta de ultramarinos; el Bar “Suizo”, en la esquina de Calvo Sotelo (Carmen) con Músico Sosa (propiedad de Julio Martínez Grau) y La Casa de la Cerveza, nombre “oficial” del Bar de la Amparete, en la calle de Miguel Marco (Callejones), regentado también por Emilio Ochando y cuya popular denominación venía por el nombre de su esposa, Amparo Serrano Salinas. Este bar, en 1958, aparecía en el programa a nombre de J. Cardona.
Programa de Feria (Requena), VIII-1957



Como ya se ha citado, también Emilio Ochando regentó, durante años, el servicio de bar del Teatro Principal, donde también se celebraron algunos banquetes de boda por todo lo alto. Años más tarde se haría cargo su sobrino, José Serrano López.


en la boda de Ramón Rangel y Herminia Lorente,
con banquete en el hall del Teatro Principal
(Foto Marcial García Cañabate, IX-1961).
De febrero de 1958 es la imagen que se incluye de otro bar periférico, situado en el barrio de Corea, con fachada a la antigua Nacional III Madrid-Valencia. Se trata del Bar Viana, en activo, aproximadamente, entre 1950 y 1967. Estaba regentado por los hermanos Antonio e Isidro Viana Ochando, junto a sus esposas, Julia y Carmen. El edificio, rotulado como Villa Remedio, era al mismo tiempo domicilio de las dos familias. Se ofrecían comidas, aunque su especialidad eran las tapas (sepia, caracoles…).
Sus descendientes cuentan que el bar fue sede de la Peña “La Pámpana”, cuando el Sporting Club Requena ascendió a tercera división por primera vez (temporada 1964/65). Otra anécdota simpática: las mujeres del barrio iban al bar a por un vaso de cerveza para peinar a sus hijos, a modo de fijador. No habiendo cámara frigorífica, diariamente acudían los dueños a la fábrica de hielo a por barras para conservar frescos alimentos y bebidas. Un ejemplo de aquellos pequeños bares que, no pudiendo sufragar el coste de los anuncios publicitarios, permanecerían desconocidos a no ser por la suerte de contar con alguna fotografía, como es este caso.

(Foto Marcial García Cañabate, 1958)
El antiguo Café Requenense, que seguía regentando Florentín Pérez Sánchez, se transformó en el Bar “Deportivo”, lugar de reunión de los aficionados al futbol y donde, además, se sellaban los boletos de las quinielas.
Programa de Feria (Requena), VIII-1959

Entre los anuncios del programa ferial de 1960, aparecía, por única vez, La Gran Tasca, propiedad de Juan Luis Sillero. A pesar de su situación céntrica, no se la recuerda con este nombre a falta de más datos. Creemos que se trata de la antigua Fonda “La Ideal” y hoy Bar “La Estrella”, junto al establecimiento de Sinesio Ballesteros, con el que compartía número (Plaza del General Sanjurjo, 7).
Programa de Feria (Requena), VIII-1960

A partir de 1962, XV Fiesta de la Vendimia, la publicidad se asentó definitivamente en El Trullo. Fue presidente Luis Gil-Orozco Roda, un hombre de su tiempo, moderno.
El Trullo (Requena), IX-1962

En la acera impar de la calle Marquillo estaba, en 1962, el Bar “La Esmeralda”, regido por José Cortés Iranzo, padre del famoso y querido Pepe Cortés “el Bobal”. Esta tasca, situada casi frente a lo que más tarde sería Torrescal, pasó después a la dirección de Manuel Giménez Argilés, “el Chato”.
El Trullo (Requena), VII-1962

A principios de los años sesenta abrió, frente al edificio de Correos y en la confluencia de la Avenida del General Varela con la calle de Colón, el Bar “Correos”, propiedad de Julián Armero (hoy convertido en restaurante pizzería), que como reclamo comercial, se atrevía a decir que hacía “el peor café”.
El Trullo (Requena), IX-1962


(Foto: Marcial García Cañabate).
El Trullo, fiel a su compromiso con la publicidad, ofrecía, número tras número y año tras año, anuncios de los bares requenenses y novedades en sus propietarios. En 1963, el Bar “Martínez” había pasado a manos de José María Pérez Navarro y, si no nos fijamos bien, diríamos que había cambiado de acera, pues del número 22 (1948) había pasado al 15. Y es que para entonces, las calles ya se habían renumerado con arreglo a criterios de unificación moderna, colocándose los números impares a la izquierda y los pares a la derecha, comenzando por el inicio de calle más cercano al ayuntamiento.
El Trullo (Requena), IX-1963

Un nuevo bar se anunciaba en 1964 en las páginas de El Trullo, en la plaza del General Sanjurjo, junto a la pastelería de Pepe Redolar: el Bar “Comercial”, rival en las preferencias de los aficionados al futbol con el ya citado Bar “Deportivo”. Su propietario era Claudio García. En la actualidad es la perfumería Druni. Con él concluye el tercer capítulo de este recorrido cargado de café y carajillos.
El Trullo (Requena), IV-1964


Al fondo, cristalera del Bar Comercial, junto a la pastelería de Pepe Redolar
(Foto Marcial García Cañabate).
HEMEROGRAFÍA