*(Esto es una reproducción del contenido del miniperiódico «Calle Olivas»)
«Calle Olivas»
Publicación vendimial – Requena – Año 1958
Editorial «Calle Olivas»
Me pide el amigo Molina unas impresiones relacionadas con la industriosa calle Olivas, cuna y asiento del poeta Serrano Clavero, del viejo café de los Conejos y del hábil artesano y silbador Fructuoso.
Esta calle fue, sin duda, la principal derivación del Camino Real (Caracuesta- San Agustín), llamándose por ellos Calle Ancha del Arrabal, terminando en Las Higuerillas.
Al abrirse por Las Higuerillas la comunicación con Las Peñas (antiguamente sólo se subía a Las Peñas por el Estrecho de las Arenas) e iniciarse las calles Nuevas (San Carlos, San Fernando; San Luis.. nombres que ilustraban la familia de Carlos IV), quedó cortada la calle Ancha del Arrabal.
Ya por entonces hacía casi cien años que se denominaba calle de Olivas, ni más ni menos que por tener en ella su morada el benemérito sacerdote D. Alonso de Olivas y Soriano, racionero de la catedral de Cuenca, que falleció en 1697.
Poco antes de morir el Licenciado Olivas otorgó testamento ante Agustín Lorente, dejando su casa de la calle Ancha del Arrabal, siete tahúllas en el Esculao y un censo de 17.000 reales para que con las ventas se dotasen con cien ducados las doncellas pobres de su linaje, y de no haberlas, que se socorriese a los pobres vergonzantes durante las Pascuas.
Esta pía memoria la administraba el Cabildo Eclesiástico, recayendo luego en ella dos importantes vinculaciones, pues se repartían 363 reales en 1726, 1.129 en 1790, 4.289 en 1803 y 190 en el último, en 1854.
Ignorando, sin duda, lo que significaba la dedicación popular de esta calle a tan insigne bienhechor (en anuncios de otros tiempos se leía «Calle de las Olivas») el Ayuntamiento la dedicó en 1912 al poeta y académico D. José Herrero y Sánchez.
Pero el tiempo pasa, y el instinto popular, pese a toda suerte de innovaciones, sigue recordando en el nombre de la calle Olivas a un benemérito hijo de Requena.
RAFAEL BERNABÉU
Bienvenidos, amigos.
Reciban un cordial saludo de bienvenida todas aquellas personas que desde otras tierras vienen a honrarnos con su visita. La Calle Olivas se complace en ofrecerles su simpatía, hospitalidad y su «morapio».
Revelaciones callejeras.
El arreglo de la calle Poeta Herrero ha surgido casi sin saber porqué. De la misma manera que el prestidigitador hace aparecer un conejo del fondo de un sombrero de copa.
Quedaba todavía de años anteriores el mal sabor que dejó entre los vecionso lo que se dió en llamar «el timo de las campanillas». Desde entonces la «calle Olivas» no ha vuelto a lucir sus colgaduras. Pero este año, la inquietud y el amor propio de unos cuantos «nativos», para justificar que siguen manteniendo su espíritu de colaboración con la Fiesta de la Vendimia, consiguieron reunirse una noche en el antiguo café Conejos y quedó organizado como si dijéramos una especie de Comité de Salvación Olivarera.
La priemer reunión, unos días después dió por resultado tras muchos debates u algunas partidas de «truque» acordar que debían reunirse otro día con más tiempo.
Y así empezamos los «laboriosos» trabajos de la Calle Olivas.
La comisión de la Calle Poeta Herrero agradece de todo corazón al M. I. Auntamiento de la Ciudad las facilidades y ayudas recibidas.
Igualmente a D. Rafael Bernabéu por su colaboración histórica para nuestro «rotativo»
NO-DO DE LA CALLE OLIVAS
NOTICIAS DESPUÉS DE ÚLTIMA HORA
A las 12 y media del día 18, tras muchos esfuerzos y agotamiento físicode los vecinos, han quedado colocadas en las fachadas todas las botas de vino. Así, caso de que pudiéramos morir repentínamente siempre podían decir: «Murieron con las botas puestas».
Nosotros estábamos tan contentos porque nos habían concedido ocho focos de luz Fluorescente que estaría la calle tan bien adornadia y ahora !hala!, nos han dejado sólo con siete. !Qué rabia!
Anoche se llevaron de la calle un portalámparas. ¿Un acto de sabotaje? No lo sabemos, pero se buscan a los agresores. !Tontos, más que tontos!
Artes Gráficas Molina.- Requena
LOS HÉROES DE LA CALLE
Hay que resaltar la labor de los mejores. Sin desdeñar la valiosa colaboración de las chicas y jóvenes del sector que han puesto todo su entusiasmo en los trabajos de adorno, es necesario destacar aquí la dirección de los «capitostes» de la calle.
El alto mando artístico quedó formado por Eliseo y sus «mariachis» que tras un previo boceto del adorno de la puetta principal se lanzaron brocha en riste a la consecuencia del proyecto.
Luis Ruiz ha realizado la portada de la calle.
Onofre Monzó, Emilio Pérez y Luis Armero, han rivalizado en los trabajos generales y es de destacar su entusiasta colaboración y asistencia al Mesón Olivas, Cuartel General de los Laboratorios de Investigación y producción de energía vendimial.
De todas las bebidas el vino es, sin duda alguna, la más sana y vitamínica, cuando no tienen agua.
Un ofrecimiento desinteresado
La noticia de que este año se arreglaba la calle Olivas cundió entre los vecinos con más rapidez que si se hubiera tratado de la visita de un inspector de Tasas.
Nuestro buen amigo Fructuoso, decano de los artesanos de la calle, se apresuró a ponerse incondicionalmente a disposición del Comité Organizador y aseguró disponer de una voluntad de «hierro» para todo lo que hiciera falta.
Agradecemos muy de verás este magnífico ofrecimiento porque nos consta que es el único hombre de Requena al cual por su simpatía y su influencia ese el «abren» todas sus puertas.
Comentario de «Crónicas Históricas de Requena»:
Este es un relato de convivencia y colaboración entre vecinos y comerciantes muy bien avenidos de la calle Olivas (Poeta Herrero), esforzándose en organizar y adornar su calle en previo a la cercana Fiesta de la Vendimia, en 1958.
En la edición se puede observar los comercios que existían en aquella calle anunciados:
- Bolos, comestibles (esquina)
- Viuda de José Royo, pastelería, nº 1
- Arturo Soriano, tejidos, nº 3
- Daniel Suria, carnicería en el nº 4.
- Marcial López, ferretería y explosivos, nº 5
- El Gallo, droguería, nº 6
- Viuda de Nicolás Navarro, tejidos, nº 7
- Marcelino Roda, alpargatería nº 7 (zapatería en c/ José Antonio, 20 y cordelería en c/ Miguel Marco, 14)
- Establecimiento del hogar, aparatos eléctricos, vajilla.. nº 8
- Emilio Ballesteros, tocinería, nº 10
- Francisco Masiá Pérez, ultramarinos, nº 11
- Alfredo García, paquetería, nº 14
- Café bar Martínez, el mejor bar de la calle (no hay otro), nº 15
- Onofre Monzó, fábrica de baldosas, nº 24
- Maximino Pérez distribuidor de Phillips, nº 24
- Luis Gómez «Farnesio», botas a medida, nº 26
- Eusebio Fons, peluquería, nº 26