Requena y la Tierra del Cabriel no reúne las características del paradigma de una región donde nunca ha habido una floreciente economía ni un lugar muy poblado, sino el de haber sido una de las más prósperas de España y acabar siendo una comarca residual sin ningún tipo de potencial ni político ni económico.
Requena y la Tierra del Cabriel no es un lugar despoblado apartado del mundo, sino un rico lugar cuya idiosincrasia política le está llevando a despoblarse.
Hasta el S XVIII, la Tierra del Cabriel comprendía dos municipios, uno muy extenso, el de Requena y otro menor el de Utiel. La prosperidad de la Tierra del Cabriel llevó al crecimiento de los pueblos que conformaban el término de Requena, y junto a la lejanía para llevar los asuntos administrativos desde el núcleo urbano, les llevó a la petición de conformarse como municipios.
Dejando aparte la ancestral separación de Utiel del término de Requena en 1355, Villargordo se segregó en 1747, Camporrobles en 1782, Venta del Moro, Fuenterrobles y Caudete de las Fuentes en 1836. Mira se había segregado en 1537, Sinarcas se incorporó tras la integración en Valencia en 1851, y Chera en los últimos años (no tenemos datos de la fecha).
La riqueza de lo que se llamó la Tierra de Requena, hoy Tierra del Cabriel, era espléndida. A lo largo de los siglos abundó la producción de cereales, ganadería, vinos y aceites, hubo industrias variadas entre la que destacó la de la sedería, trajo mucha riqueza la aduana entre Castilla y nuestros vecinos valencianos. No siendo tierra dominada por señores feudales, habitaron Requena durante siglos familias acaudaladas y de relevante importancia política a nivel de Estado, que aportaron caudales y poderío al municipio. En las últimas décadas, por desgracia, han emigrado de nuestra tierra, empobreciéndonos y dejando en falta la capacidad de inversión.
Requena fue durante 6 siglos una villa poderosa y rica, en conjunción con el resto de la comarca. En pocas décadas hemos pasado a estar en una zona de peligro de despoblamiento.
Si comparamos con los municipios de la provincia de Valencia, podemos ver la evolución cada vez más crítica del estancamiento en número de habitantes que sufrimos en la actualidad.
De 1842 a 1887 Requena era el 4º municipio más poblado entre la provincia de Valencia.
De 1887 a 1930 era el 3º
En la década de los 30, era el 4º municipio
De los 40, 5º
De los 50, 4º
De los 60, 9º
De los 70, 16º
De los 80, 21º
De los 90, 22º
Del 2000, 20º
Hasta el 2011, 24º
Hasta el 2018, 29º
¿Cuáles son los puntos críticos de nuestro despoblamiento?
a/ Aldeas y espacio rural
b/ Jóvenes que van a estudiar a la universidad y no vuelven, e incluso se llevan al resto de la familia.
c/ Envejecimiento de la población y aumento de los fallecimientos.
d/ Concentración de servicios públicos en Valencia. Aumento de la proporción del sector público frente al privado.
e/ Pérdida del orgullo de pertenencia a un gran municipio como ha sido Requena.
f/ Falta de puestos de trabajo de calidad.
g/ Escasez de eficiencia de nuestros gobernantes municipales en los últimos años.
h/ Olvido institucional del Gobierno Valenciano, en parte por ser comarca poco poblada y ofrecer pocos votos, y en parte por no tener afinidad cultural con algunas zonas influyentes valencianas, especialmente por el idioma.
La ausencia de planes gubernamentales en Requena
Buena parte de la culpa del despoblamiento la tienen los gobiernos, actualmente los regionales, y con más fuerza el valenciano. La tendencia a centralizar todo tipo de servicios en las capitales y la excesiva dependencia laboral del funcionariado en las últimas décadas, han dejado a municipios como Requena o comarcas enteras, sin una base laboral de élite. Anteriormente Requena, con Utiel, fue un gran centro económico con muchos servicios y vida social alta. Comenzamos a decaer levemente en los años 60, se ha ido potenciando cada vez más en las siguientes décadas, y sigue aumentando progresivamente en la actualidad.
El sistema educativo, transformado en estas últimas décadas, ha conseguido eliminar colegios de las zonas rurales, sobre todo a partir de la desaparición de los dos últimos cursos de la EGB, 7º y 8º, pasando a ser parte de los institutos.
Y fatal ha sido para nuestra zona que todas las universidades estén centralizadas en zonas lejanas a nuestra comarca. La edad de la Universidad es la que marca el lugar donde se va a vivir, donde encuentras la pareja con la que terminarás casándote. Los jóvenes universitarios no suelen volver a su tierra.
Las normativas españolas son muy perjudiciales para las zonas rurales, pero como las que hoy en día prevalecen son las regionales, el asunto aún empeora, pues las valencianas son peores a las de otras regiones, muy restrictivas. Y para más inri, la administración valenciana es muy corrupta, y los funcionarios que ocupan altos cargos piden requisitos para obras y empresas desorbitados, en bastantes ocasiones por propios intereses de sus despachos privados.
El punto de la desinversión en Requena más conocido es el proyecto del Parque empresarial del Rebollar y Parque logístico de San Antonio, inaugurado hace ya cerca de 30 años, y que hubiera dado alas a la comarca. No se ha llevado a cabo por intereses políticos y quizás personales. Todos hemos oído que los derechos concedidos al Parque del Rebollar, de 1 millón de m2, se desvió por la Generalidad Valenciana al que hicieron posteriormente en Sagunto, de la misma cantidad exacta de metros. Quizás sea o no verdad, pero la realidad es que el parque empresarial se hizo en Sagunto y en Requena no.
Otro sector, el turismo. Si paseamos por la costa valenciana podemos observar que los montes están llenos de urbanizaciones, todos los entornos están cuidados por la administración, y habilitados para el aprovechamiento turístico. Por no hablar de otras regiones españolas. Aquí tenemos lacras como la Confederación Hidrográfica del Júcar, ubicada en Valencia capital, que no sólo no limpia las riberas de nuestros ríos y ramblas, que están que dan pena, sino que impide que nadie pueda hacerlo. Además la utilización del agua del Cabriel para llenar el pantano de Tous para el riego en los meses de verano, dificulta el baño turístico en lugares potenciales turísticos como Casas del Río o Villatoya. En otros lugares con río, sus riberas están adecentadas para el turismo.
Nuestros ayuntamientos no se quedan atrás en las culpas, dificultando a los ciudadanos el fácil desarrollo de sus actividades, y estando faltos en los últimos años de eficiencia y de honestidad. Algo que echamos en falta algunos es que, vistos los puntos antes citados de discriminación territorial, no exista una fuerte presión de nuestro sector público municipal ante la administración pública valenciana, y que para ello no nos pida ayuda a la sociedad requenense. Está claro que la pertenencia a grupos políticos a nivel regional y nacional, llama más a nuestros gobernantes, que el sentido de pertenencia a su tierra. Es decir, que llama más la ideología política que el sentimiento de ser requenense.
Medidas que son urgentes. Las instituciones ¿se les espera?
Hay una cosa clara, si no hay presión social, tanto la administración municipal como la regional, porque la nacional ya no cuenta, sólo se dedican a mirar su propio ombligo. La ambición es que tu ideología política gane a la del contrario, que llegues al poder y puedas repartir cargos públicos entre los tuyos. Es decir, que si dejamos hacer por sí solos a nuestros gobernantes, jamás llegará a Requena el desarrollo económico y social.
La solución mágica sería la conclusión del proyecto del parque empresarial del Rebollar y el logístico de San Antonio, que conllevaría la mejora de las vías de comunicación, y una gran inversión en la comarca. Pero también podría complementarse aumentando la facilidad de implantación de empresas y la construcción de viviendas, pero para ello habría que cambiar el nefasto PGOU de Requena, que se ha hecho de mala manera y mala intención, hasta el punto que reformar una casa en una aldea puede ser más caro que un palacio, y una casa en La Villa, peor que la Odisea de Ulises.
Lo que se está haciendo con el turismo a nivel público necesita un drástico y urgente cambio radical. El Barrio Histórico da asco y vergüenza por su estado de conservación, y por el sistema de utilización turística, teniendo los días de vacaciones y fines de semana cerrados los lugares visitables. Las aldeas, antiguamente lugares de turismo, están dejados de la mano de las autoridades, y han acabado por ser lugares donde se encierran los tractores. Las rutas turísticas, en especial los ríos, están abandonadas. Sin embargo, iniciativas privadas, como las bodegas o lugares como el museo de Sisternas, están atrayendo turismo de calidad por su cuenta. Imaginemos qué pasaría si tuviesen colaboración institucional.
Pedanías en peligro: Reinventarse o desaparecer. El turismo rural ¿parte de la solución?
Las pedanías pequeñas están en franca regresión demográfica. Motivos, varios. Quizás el más definitivo es la falta de servicios para las familias, es decir, el sistema educativo para los niños y todo lo que conlleva, como academias, actividades extraescolares como las deportivas, etc. Y muy importante ha sido la pronta marcha de los niños a los institutos de la ciudad. Y los niños necesitan estar donde haya niños.
Importante es también la escasez de variedad laboral, ante la imposibilidad de construir fábricas y almacenes, por las restricciones del Plan Urbanístico de Requena, completado por la horrorosa y corrupta burocracia de la administración valenciana.
Soluciones para reinventar las aldeas puede haberlas. La base es invertir la situación de desventaja de las personas que deciden vivir en las aldeas pequeñas, que sea todo más barato, que el entorno sea ideal, y que el acceso a los servicios mejor que el de la ciudad. Que arreglar una casa en una aldea no conlleve unos impuestos de 20000 o 30000 euros, sino que sean casi nulos, que vivir de continuo allí tenga impuestos más bajos, que el ayuntamiento facilite información de ayudas, subvenciones y descuentos, que el gobierno regional proporcione un sistema barato de transporte público, que se cambie el PGOU de las aldeas para que se puedan construir casas, talleres, etc., que se puedan construir pequeños polígonos industriales cercanos y comunicados con sus carreteras. Y lo más importante, eliminar el sistema corrupto burocrático que ejerce la administración de la Comunidad Autónoma Valenciana.
En las aldeas quedan viviendo sobre todo personas mayores, que van falleciendo y no dejando descendientes, pues han emigrado. Con un mundo tan superpoblado y con tanto estrés, hay personas que vendrían encantados a vivir en un mundo rural tan cercano al urbano. Pero, como todo en la vida, no hay que esperar que caiga del cielo, sino que hay que buscarlo. En primer lugar hay que adecentar a las aldeas, y cuando lo estén, ofrecer el paraíso. Adecentar quiere decir, que hay cuidar el entorno, ofrecer las casas vacías a la venta o en alquiler, y facilitar terreno para construir.
Algo importante, recuperar el orgullo de vivir en una aldea.
Desde el principio. La importancia de las aldeas. La educación en Requena. La identidad y el sentido de pertenencia a un grupo y a un lugar
Todo lo que hemos expuesto antes, nos lleva a esto. La importancia de las aldeas para que un territorio tan extenso como es el municipio de Requena, no se despueble. Tenemos la infraestructura, hay que aprovecharla.
Identificarse con la tierra donde viven los tuyos es el aliento para que todos avancemos, el amor a tu gente y a tu tierra hace que dobles el esfuerzo por mejorarlo. El amor y el dinero se complementan, si falta alguno desaparecemos. El desapego a tu grupo, a tu gente, lleva a la inactividad. Pero para que continuemos identificándonos con nuestra tierra tenemos que ser los mejores, lo mejores amigos, la mejor familia, el mejor equipo deportivo, la mejor empresa. Debemos tener el mejor paisaje, el mejor patrimonio, la mejor historia, el personaje más querido, el mejor icono.
Un panorama ¿incierto?
Lo tenemos todo en contra, sí. Vivimos en un país donde no nacen niños y las familias están desestructuradas, las economías emergentes están acabando con la nuestra, la burocracia es terrible, la corrupción, los robos y el gandulismo está generalizado, no sólo entre políticos. Vivimos en una región politizada, donde somos una de las comarcas olvidadas por ser diferentes, con una burocracia corrupta y sin apenas personas influyentes en ella que puedan favorecer a nuestra comarca. Y tenemos en los últimos años una administración municipal que no es nada eficiente ante las necesidades de las que hemos hablado.
Tenemos algo positivo y que nos puede traer una luz, que son un montón de requenenses que están llevando a cabo una labor a nivel privado que nos está salvando de una caída más estrepitosa, como puede ser el sector de las bodegas y el cava, empresas como San Benedetto, traída por la familia Lamo de Espinosa, y otros casos similares que apuestan por Requena a pesar de los inconvenientes. Siento no nombrar más, pero existen, y debemos facilitarles para que nos ayuden a prosperar y que el despoblamiento no acabe con nosotros.
No he hablado aún de la inmigración, que es el único aspecto positivo que ha tenido la demografía requenense para que el despoblamiento no haya llegado a niveles dramáticos. Muchos de aquellos inmigrantes que llegaron con la época de bonanza económica de principios de milenio, han arraigado aquí con sus familias, y conforman la base de la sociedad requenense. Otros, con los que enlazamos amistad, tuvieron que volver a emigrar de Requena con la crisis económica de la que ya no nos acordamos.
Conclusión

Para una comarca rica como ha sido la Tierra del Cabriel, el problema principal del despoblamiento es la ineficiencia de los políticos locales, acompañados por la dejadez del ciudadano requenense, frente a la política Autonómica Valenciana que echa para atrás todos los proyectos en beneficio de nuestra comarca, frecuentemente con aviesa intención.
*Elaborado a partir de mi participación en el programa «Gente de hoy»de Radio Requena sobre la despoblación de Requena 25-6-2019