La provincia de Valencia ha crecido en población desde 1996 a 2018 un 17,26%, 375.146 habitantes, desde 2.172.840 a 2.547.986.
La Tierra de Requena mantiene la misma población desde 1996 hasta 2018 , creciendo un 0,12%, 45 habitantes, desde 37.741 hasta 37.786.
El municipio de Requena ha crecido en población desde 1996 hasta 2018 un 7,62%, 1.432 habitantes, desde 18.795 hasta 20.227.
El municipio de Utiel ha disminuido en población desde 1996 un -2,04%, -242 habitantes, desde 11.872 hasta 11.540.
Fuenterrobles ha disminuido en población desde 1996 un -4,07%, -29 habitantes, desde 711 a 682.
Sinarcas ha disminuido en población desde 1996 un -10,30%, -129 habitantes, desde 1.253 a 1.124.
Camporrobles ha disminuido en población desde 1996 un -14,52%, -203 habitantes, desde 1.398 a 1.195.
Chera ha disminuido en población desde 1996 un -15,12%, -88 habitantes, desde 582 a 494.
Caudete de las Fuentes ha disminuido en población desde 1996 un -17,63%, -149 habitantes, desde 845 a 696.
Venta del Moro ha disminuido en población desde 1996 un -20,08%, -394 habitantes, desde 1.636 a 1.242.
Villargordo del Cabriel ha disminuido en población desde 1996 un -20,70%. -153 habitantes, desde 739 a 586.
Como se observa, la provincia de Valencia lleva décadas creciendo mientras la Tierra de Requena se estanca y pierde cada vez más relevancia a nivel regional y nacional. En pocas décadas hemos pasado de ser una de las comarcas con más potencial económico y representatividad en España, a ser un territorio con peligro de despoblamiento extremo. La causa principal es el olvido institucional, que conlleva la falta de inversión, la falta de servicios públicos, la dificultad de instalar empresas, escasez de vías de comunicación, escasez de estructuras públicas y otros aspectos similares. Influye la diferenciación social o de costumbres con la región a la que pertenecemos, la pérdida de influencia política a nivel autonómico al carecer de representantes comarcales, la escasez de personas o entidades con potencial económico que comenzaron a desaparecer o irse hace 8 décadas.
Desde 1996, ciñéndonos a las fechas del INE que recogemos aquí, la Comunidad Autónoma a la que pertenecemos ha olvidado constantemente las comarcas interiores debido a que no hemos tenido políticos que nos representaran. Las vías de comunicación han quedado anticuadas y poco útiles, o bien nuestra tierra sólo ha servido para que zonas ricas transporten sus gentes por nuestro suelo. Los jóvenes emigran nada más empezar sus estudios universitarios de los que carecemos totalmente, y es difícil su vuelta porque no existe aquí continuidad en lo que hacen.
La no casual extinción de los valores locales que nos han caracterizado durante siglos provoca desilusión entre nuestros jóvenes, hasta el punto de que en alto porcentaje no guardan en su seno el orgullo de ser lo que son, el que hemos percibido durante generaciones, incluso en la lejanía. A este proceso le nombramos hoy “internacionalización”, que si tradujéramos a la realidad habría que llamarle “emigración”.
La gran sangría de población y riqueza de los pueblos conquenses limítrofes que hicieron de Utiel una ciudad de gran prosperidad comercial ha hecho que el desnivel comarcal en las dos zonas diferenciadas tradicionalmente, que son las de Requena y de Utiel, hayan tenido progresión un poco distinta, aun con similar tendencia negativa respecto a otras comarcas privilegiadas. El crecimiento de la ciudad de Requena, aun siendo leve, ha sido positivo desde 1996, al contrario del resto de municipios comarcales. El municipio de Requena ha incrementado su población en un modesto 7,62%, con 1432 habitantes más en 22 años, mientras que el resto de municipios han disminuido 1387 habitantes, un -7,30%. Esto ha llevado a que si en 1996 Requena representaba el 49,80% de la población comarcal, en 2018 ha pasado al 53,35%.
El futuro de nuestra comarca pasa por priorizar a nuestros jóvenes.
Evolución demográfica de la Tierra de Requena desde 1996
Fuentes:
INE (Instituto Nacional de Estadística)