Cómo el rey don Enrique tornó para la cibdad de Toledo, que era suya: e cómo envió a Francia por la infanta doña Leonor, su fija: e de las compañas que envió a Requena.
Otrosí, por quanto el castillo de Requena, que oviera estado por el rey don Pedro, tomara la voz del rey de Aragón, el rey don Enrique envió a esa comarca a Pero González de Mendoza, mayordomo mayor del infante don Juan, su fijo primero heredero, e a don Álvar García de Albornoz, su mayordomo mayor.
E llegaron estos dos caballeros con otros vasallos del rey, que iban en su compañía, a la Mancha de Monte Aragón, e allí se juntaron en uno, e sopieron cómo compañas de la cibdad de Valencia eran venidas a Requena por esforzar a los del castillo de dicha villa, que estaban por el rey de Aragón, e combatieran la villa de Requena que estaba por el rey de Castilla, e non la pudieran tomar, ca avía aún departimiento entre la villa e el castillo; e se tornaron para Valencia.
E don Álvar García de Albornoz, e Pero González de Mendoza, desque sopieron que gentes de Valencia fincaran en el dicho castillo de Requena, e fallaron en los arravales algunos de los de Valencia, e desbaratáronlos: e estovieron allí algunos días, teniendo cercados a los de Valencia, que estaban en el castillo.
E los de Valencia, quando lo sopieron, partieron de la cibdad con muy grandes compañas, e vinieron a Requena, e pasaron cerca del castillo. E don Álvar García, e Pero González de Mendoza estaban en la villa; e desque vieron los de Valencia que non querían pelear, tomaron los que estaban en el castillo de Requena, e fuéronse para Valencia.
Capítulo II del año cuarto (1369) de la Crónica del rey don Enrique, segundo de Castilla de Pero López de Ayala. Edición, prólogo y anotaciones de José Luis Martín, Barcelona, 1991, Editorial Planeta, páginas 436-437.
Texto seleccionado por Víctor Manuel Galán Tendero.
