Otros vecinos no nombrados
A similar distancia de Saguntum, hacia el noreste sitúa Claudio Ptolomeo la ciudad de Etobesa, quizás situada en la actual ciudad de Segorbe, pues es el único lugar de su entorno donde se encuentran restos de una ciudad ibérica y romana, aunque desaparecidos bajo las construcciones actuales. Nos resulta chocante que su denominación tenga raíces similares a las de Edeta, pues todos sabemos que “t” y “d”, como sonidos del signario ibero, son iguales, e irían cambiando probablemente de d a t con su latinización. Con excesivo ánimo de especular, podría ser que ambas ciudades tuviesen algo que ver con el famoso régulo Edecón del que habla Tito Livio: [27,17] “Publio Escipión había pasado todo el invierno ocupado en la conquista de diversas tribus hispanas, bien mediante sobornos, bien mediante la devolución de sus compatriotas que habían sido tomados como rehenes o prisioneros. Al comienzo del verano Edecón, un jefe hispano famoso, vino a visitarle. Su esposa e hijos estaban en manos de los romanos; pero aquella no era la única razón por la que venía, también le influyó el aparente cambio de sentir que se produjo en toda Hispania en favor de Roma y contra Cartago”. Pero en realidad no cita la ciudad de procedencia de este personaje ibero, así que es pura especulación la relación con Edeta o Etobesa. Ahora bien, parece claro, por las distancias, una relación equiparable de Edeta y de Etobesa, con Saguntum.
Al sur de Edeta, a 28 Kms en línea recta se situaría el oppidum de La Carencia, Turís, quizás Menlaria, una urbe ibera que sobrevivió hasta era romana. Separada de Saguntum unos 50 kms, su relación con ésta parece ya más lejana.
La relación entre dos ciudades-estado iberas en litigio
En la actualidad las diferencias entre las comarcas de la de la Tierra del Cabriel y el Magro, y del Campo de Murviedro y del Turia, son fácilmente perceptibles a simple vista: el espíritu meseteño castellano de unos, y el costero levantino de los otros, el carácter recio y seco de interior, contra el carácter voluble y comercial de exterior.
Aquellos iberos debieron tener similares diferencias características a las de hoy en día. Orografía que les separaba, hábitos distintos, culturas parecidas pero con influencias diversas, intereses políticos y económicos contrarios, pero con numerosos elementos comunes que les asemejaban, como tradiciones, arte, ritos, escritura, etc..
Hay que hacer notar el acercamiento en 218 a.C. de los del Cabriel a los cartaginenses, y de los saguntinos a los romanos, y su anterior disponibilidad a los litigios entre ellos. Sin embargo, se palpa la buena relación de los del Cabriel con sus vecinos “celtíberos“ del norte, y las evidentes relaciones comerciales con sus vecinos del sur, acordándonos del ejemplo de Cerro Meca, Ayora, quizás Aras.
Se percibe arqueológicamente que entre los territorios de Edeta (Liria), Xelin (La Yesa) y de Los Villares (Caudete de las Fuentes), existen numerosos yacimientos defensivos o de control en altura, lo cual evidencia la desconfianza entre ellos. Aunque no debemos considerar que tuviesen siempre malas relaciones, también debieron tener contactos positivos de carácter variado, la historia es cambiante.
Conclusiones
Rodeando el territorio de la ciudad-estado de Los Villares (Caudete de las Fuentes), hubo otras fronterizas de similar factura. El territorio situado al noreste fue regido por una o dos ciudades, Edeta (Liria) y/o Arse/ Saguntum (Sagunto), ante lo cual no nos atrevemos a inclinarnos por alguna de las opciones. Si sabemos que, al contrario que los otros territorios de las ciudades-estado que rodean a Los Villares, entre ambos hubo unas relaciones no siempre benévolas, y en algún momento trágicas.
. – Tito Livio, «Ab Urbe Condita libri», S I a.C.
– Apiano de Alejandría, «Historia Romana», S II d.C
Autor: Javier Jordá Sánchez