Una tierra fértil y rica ocupaba el territorio ibérico al noreste de la Tierra del Cabriel y el Magro en época ibérica.
Dos conocidas ciudades de la antigüedad ocupaban un espacio casi común antes de la llegada de los cartaginenses y romanos, Edeta y Saguntum-Arse.
Edeta
Edeta es conocida por su identificación en las fuentes geográficas del primer y segundo siglo después de Cristo. Claudio Ptolomeo la ubica en unas coordenadas lo más al sur de las ciudades a las que el apellidaba de los edetani, por ser la que estaba más lejos de Roma, es decir, la “caput” (cabeza en latín).
No aparece ni en el Itinerarium Gaditanum, ni el Itinerarium Antonini que son las otras dos fuentes geográficas y toponímicas de época romana.
Tampoco acuñó moneda ni con epígrafe ibérico ni con latino., ni aparece en estelas u otros soportes ibéricos o romanos.
La única referencia próxima a su toponimia es la que hacen las Fontes Historiae romanas, como Tito Livio, a un régulo llamado Edecón, del que no dice de dónde procede. En todo caso podría ser que, o bien éste tomase el nombre de su ciudad, o bien su ciudad tomase el nombre de su líder.
Así pues, las referencias históricas que tenemos de Edeta (a no ser que se me escapen datos) se restringen a la información de la Geographia de Claudio Ptolomeo del S II d.C.
Sagunto
A 30 kilómetros de Edeta (27 en línea recta) hacia el Este, a 6 kilómetros de la costa, se situaba la ciudad de Saguntum.
Saguntum aparece reflejada en la mayoría de las Fuentes Antiguas escritas relacionadas con Hispania. La relevancia que tuvo para la historia de aquella época hizo que apareciese nombrada en autores clásicos como Polibio, Tito Livio, Cayo Julio César (anónimo), Apiano, Estrabón, Pomponio Mela, Bellum Hispaniense (anónimo), desde el s II a. C. hasta el s II d.C.
También aparece en la relaciones geográficas de Claudio Ptolomeo, Itinerario de Antonino e Itinerario Gaditano del S II d.C. También acuñó moneda durante largo tiempo, al parecer emitió dracmas desde su ciudad indígena ibera con el epígrafe de Arsgitar, continuó emitiendo ases ibero-romanos con los epígrafes de Arse (ibérico) y Saguntum (latín).
La fama de Sagunto en el mundo antiguo le vino prioritariamente por su participación involuntaria en el inicio de la 2ª Guerra Púnica, entre Carthago y Roma. Sagunto fue una ciudad amiga de los griegos, y posteriormente aliada de Roma. Tras la 1ª Guerra Púnica, perdida por los cartaginenses, las dos potencias se repartieron su influencia en Hispania de manera que Roma se apropió de la Hispania más acá del Ebro (norte) y Carthago, la de más allá de este río (sur). Con una excepción, Sagunto, antigua aliada, que sería la única ciudad más allá del Ebro que seguiría estando bajo la influencia romana. En el año 218 a.C. Sagunto fue sitiada y conquistada por Hannibal, general del ejército cartaginense, con la excusa de que mantenía litigios con sus vecinos los “turbuletes” (Apiano), pertenecientes a una “ciudad-estado” ibera protegida por los púnicos. Los romanos, tras la agresión a Sagunto, declararon la guerra a Carthago, que era el motivo que buscaba Hannibal para que el Senado de su ciudad aprobase una nueva guerra contra Roma.
Sagunto fue conquistada ese año, y sus pobladores vendidos como esclavos. La 2ª Guerra Púnica en Hispania duró trece años, y los pueblos hispanos de la franja mediterránea participaron en ella de manera irregular, pero implicada. Posteriormente, en el año 215 a.C., los romanos recuperaron Sagunto para sus habitantes, y a sus vecinos “turdetanos” los sometieron, los vendieron como esclavos y arrasaron su ciudad. Pero se volvieron las tornas tiempo después, y los romanos tuvieron que retirarse de Sagunto, lo cual aprovecharon sus vecinos, los túrdulos, para por sí solos volver a destruir Sagunto. Y ya en 205 a.C., los romanos reconquistaron Sagunto definitivamente, y arrasaron la ciudad de sus vecinos de Turdetania para que no tuviesen nunca más temor a ellos.
Sagunto fue tan relevante para Roma que sus senadores fueron recibidos con honores en Roma al acabarse la 2ª Guerra Púnica en Hispania.
Los restos arqueológicos de época romana en Sagunto son tan importantes que demuestran la relevancia que tuvo esta ciudad para sus aliados de Roma. Tuvo teatro, anfiteatro, circo, puerto y todo el resto de elementos urbanísticos de una gran ciudad romana.
– Tito Livio, «Ab Urbe Condita libri», S I a.C.
– Apiano de Alejandría, «Historia Romana», S II d.C
Autor: Javier Jordá Sánchez