La definición actual de hospital es muy reciente y se trata de un concepto muy específico como el lugar centrado en la atención sanitaria a los ciudadanos. Sin embargo, el término hospital desde una postura histórica abarca una definición mucho más amplia en la que se combinaban aspectos tan distintos como asilos de pobres, orfanatos, hospederías de peregrinos, etc. Se trataban de edificios donde se combinaban lo civil y lo religioso para atender las enormes desigualdades sociales que existían en la sociedad del Antiguo Régimen. En Utiel, esa función social y humanitaria la llevaba a cabo la “Casa Hospital del Cabildo de la Santísima Trinidad”. Se trataba de un edificio de gran envergadura situado en el lugar donde se encontraba la primitiva iglesia parroquial dedicada a la Santísima Trinidad al norte de la calle homónima, cuyas primeras noticias documentales aparecen en 1590.
En el siglo XIX, los cambios en la concepción médica e higiénica hicieron replantarse el concepto de hospital, comenzando el largo camino para convertirse en los hospitales modernos. Ese cambio en gran parte se debe a las necesidades de los heridos durante la Guerra de la Independencia y las Guerras Civiles Carlistas. En Utiel, los Conventos de la Merced (Hospital Militar de Sangre entre 1810 y 1815) y San Francisco fueron utilizados como cuarteles, polvorines y hospitales militares. Aun así, Utiel no disponía de adecuadas instalaciones para la atención médica de los enfermos locales civiles y en especial para los partos.
En 1845 se fundará un Hospital de la Caridad. Pero el verdadero hito en la historia médica de nuestra tierra ocurrirá en 1885. En esa fecha la comarca sufre el “Cólera Grande” bautizado por Ballesteros Viana, una dura epidemia de cólera que acabó con más de un millar de vidas en toda la Meseta de Utiel-Requena. Para evitar los contagios, se utilizó el Corral de D. Francisco a las afueras de la ciudad como zona de cuarentena, llamado por algunas crónicas como Hospital de Coléricos de Utiel, un eufemismo para denominar a un corral de ganado utilizado como “gueto” donde hacinar a todos los contagiados por el cólera hasta que falleciesen.
La urgencia de un edificio destinado a evitar y combatir nuevas epidemias se hizo patente. El Ayuntamiento de Utiel solicitó la construcción de un hospital capacitado para atender tales situaciones. Cinco años después y tras la firme actuación del Diputado Provincial de Valencia D. Fidel García Berlanga y del Alcalde de Utiel D. Alejandro García Ruiz, se aprueba la construcción de tal edificio, cuyas obras comienzan en agosto de 1890. Siendo inaugurado el Hospital de Nuestra Señora del Remedio el 12 de septiembre de 1891.

José Martínez Ortiz en 1983 en su libro Utiel, gentes, hechos y modos de vida, realiza una exhaustiva descripción de un interesante edificio de estilo modernista que vemos oportuno trascribir:
“Conforman el conjunto dos grandes edificios con cubiertas a dos aguas y patio central ajardinado protegido por una verja El edificio de la izquierda presenta dos cuerpos separados por impostas y tres tramos verticales, más elevados los de los extremos. En el cuerpo inferior, a ras del suelo, aparecen dos ventanas laterales correspondientes al sótano. Se accede por una doble escalera con baranda decorada con motivos florales de estilo modernista, en cuya parte inferior se ubica una ventana con reja. El tramo central posee una puerta, dos ventanas que la flanquean, enmarcadas por una moldura, con arcos moldurados de medio punto y motivos florales en los extremos. En la planta superior, sobre los tres elementos citados se dispone una terraza provista con antepecho calado, decorado con motivos florales de estilo modernista, rematada por una espadaña y campana, a la que recaen tres vanos enmarcados con fajas. Los dos tramos laterales poseen la misma estructura. En la planta inferior, tras una imposta dos ventanas rehundidas, pareadas, con arco de medio punto y pilar central, enmarcadas por una faja moldurada rematada, a media altura por motivos florales. Tras otra imposta, y en el piso superior, dos ventanas pareadas con balcón enrasado y calado, decorado con motivos florales. Se enmarcan también con fajas laterales y una central con remates igualmente decorados, secuencia que se repite en ambas fachadas laterales. Cierra el cuerpo superior un frontón triangular con guirnaldas en el tímpano y un corazón con corona de espinas en el centro, símbolo del Corazón de Jesús. En el ángulo superior aparece un tejadillo a dos aguas con un jarrón.”
El 20 de julio de 1920 se coloca la primera piedra del Asilo del Sagrado Corazón de Jesús, a mano derecha del Hospital, con el que se pretendía mejorar el servicio de las instalaciones sanitarias de Utiel. Un edificio más sobrio y menos impactante, que refleja el minimalismo al que la arquitectura tenderá en las primeras décadas del siglo XX tras le revolución social ocasionada en la I Guerra Mundial.
Este interesante conjunto hospitalario estaba destinado básicamente en las personas pobres con ingresos escasos. Sin embargo, el desinterés de las autoridades por el hospital y asilo utielano hizo que este nunca pudiese adaptarse y que, a su vez, fuera cada vez más desatendido. Tras varias sedes, la atención sanitaria básica se trasladaría por iniciativa del M.I. Ayuntamiento de Utiel al Convento de San Francisco (las Escuelas Pías), cediendo la corporación municipal el edificio y la Generalitat Valenciana acometió las obras que lo reconvirtieron en un importante ambulatorio. El Antiguo Hospital de Utiel cerró sus puertas y comenzó su lento pero constante deterioro hasta la actualidad, una verdadera joya del patrimonio olvidado de Utiel por su valor artístico, histórico y social.