3º / Alrededor de La Villa (Requena)
3º a / REQUENA Y EL RÍO MAGRO
Está estudiado arqueológicamente que la superficie del barrio medieval de “La Villa” (Requena) fue ocupado por un poblado ibérico, y que fue habitado desde por lo menos la Edad del Bronce hasta la actualidad. Fue una extensa población de alrededor de 6 hectáreas, sobre un promontorio rocoso en forma de huella de pie, que le permitía destacar sobre el terreno llano circundante, y así ser objeto de una fácil defensa, a la vez que tener la ventaja de ser accesible para los viarios de comunicación, y para la explotación agrícola. Se conoce que existió una necrópolis ibérica a 400 metros de La Villa, debajo de lo que hoy es el edifico de “La Harinera” y su entorno, de la cual queda una urna cineraria y su ajuar en el denostado Museo Arqueológico Municipal.
En el entorno de La Villa se observan 19 puntos arqueológicos que se alinean desde ella hacia el suroeste paralelos al vial de la carretera de Requena-Albacete, por el sureste por el antiguo vial del río Magro, por el este por el vial ancestral que recorría lo que hoy es la autovía de Madrid-Valencia y por el noroeste este mismo vial levantino que aquí coincide paralelo con el río Magro.
Hacia el suroeste se localizan tres hábitats muy extensos en llano que por el área de dispersión cerámica ibérica y romana podría calcularse de aproximadamente entre 10 y 15 hectáreas cada una, “La Loma del Sapo”, “Casilla Herrera” y “El Ardal” (El Pontón). Por su situación parece obvio que también estuvieron dedicados a la producción económica. Y junto a ellas, se sitúa una gran necrópolis ibérica, “Las Cejas”, de donde se conserva una urna cineraria y ajuar en el Museo Municipal. Importante es observar, al igual que en otros yacimientos arqueológicos del llano de Campo Arcís, que estos continuaron siendo habitados en época ibero-romana y romana.
Este vial se encamina a la cercana zona de influencia de Las Tres Ramblas que, como hemos comentado, estuvo my densamente poblada en época ibérica.

Hacia el sureste “Los Canales”, “Molino del Duende”, “Las Carrasquillas”, “La Sunsía” y “ El Nacimiento” son poblamientos ibéricos e ibero-romanos en llano cercanos al curso del río Magro, igualmente dedicados a la explotación económica de los recursos. El río Magro fue un viario muy antiguo que conducía desde la Tierra de Requena hacia la costa mediterránea al sur de Valencia. Y siguiendo ese vial del Magro encontramos puntales o poblados ibéricos en altura, como el del “Castillejo”, que debió ejercer dos funciones, una de control del viario del río Magro, como muestran sus murallas y potente torre de defensa, y otra de santuario al aire libre, sobre la cima del picacho que se yergue sobre un meandro del río.
Desde el noroeste hacia el este, se suceden paralelos al río Magro y al viario de Madrid –Valencia, varios poblamientos en llano, también extensos, e igualmente dedicados a la producción económica. Los de “Cerro Tocón” y “Rambla” (San Antonio) han quedado sepultados por la autovía, y “Los Aguachares”, que comprenden varios yacimientos por su gran extensión, quedan rodeados por la estación del AVE, el polígono industrial y San Antonio. Siguiendo dirección hacia el este, encontramos otros yacimientos similares como “Los Praos” y “ El Nacimiento”, yacimientos muy destrozados por las labores agrícolas, “Las Simas de Rozaleme”, donde existían estructuras que han desaparecido y el “ Barranco de Reinas”, lugar llano de 1 hectárea de dispersión. Todos ellos están muy afectados por ser una zona muy transformada por las infraestructuras mencionadas. Y también es relevante, que al igual que otros yacimientos antes nombrados, siguieron siendo habitados en época ibero-romana y romana, e incluso medieval.
Más hacia el este, encaminándose hacia la zona de influencia de “ El Moral” (El Matutano), tan sólo encontramos un pequeño yacimiento ibérico, en llano, “Quincha de las Casas”.
Autor: Javier Jordá Sánchez