3º.b / EL MORAL Y EL LLANO DEL REBOLLAR-SIETE AGUAS
Continuando hacia el este por el viario de la autovía de Madrid a Valencia, nos adentramos en el llano del Rebollar, que discurre por entre la Sierra de Las Cabrillas y la Sierra de Malacara, en cuyos cerros se localizan algunos poblamientos en altura de tipo defensivos o de control ibéricos, y en cuyos llanos existieron también poblamientos ibéricos dedicados a la producción económica.
“El Moral” es un extenso poblado ibérico o ibero-romano, cuya área de dispersión cerámica es de unas 7 hectáreas. Se sitúa bajo un ancestral poblado en altura fortificado de la Edad del Bronce y del Hierro que poblaba lo más alto del pico de la Cárcama (Sierra del Tejo). Desde aquel poblado en altura baja un pequeño valle donde abundaban las fuentes y los cultivos, y fue al lado de éste donde se desarrolló un mayor poblado, a lo largo de las faldas de la montaña, en llano.
Está situado en la Sierra de Las Cabrillas, que es el elemento orográfico que separaba éste con los otros “Estados” ibéricos cercanos a la costa mediterránea, y sería el último lugar con una cierta entidad de población al este de su demarcación ibérica. A partir de aquí, las sierras de Malacara, de Cabrera y de Los Bosques, cubren una zona orográfica abrupta bastante extensa que ejerce de límite separador entre los llanos levantinos y las tierras castellanas del Cabriel.
Dentro de su radio de influencia tendríamos hacia el norte el poblado en altura amurallado de “La Cárcama” (Sierra del Tejo) importante punto de control del paso hacia Levante entre las montañas, habitado desde la edad del Bronce hasta la del Hierro. Hacia el noreste se encuentran dos poblamientos aislados, uno en llano “Raidón” y otro “El Pimiento” en un cerrito, los dos en Siete Aguas. Y entre 4 y 7 kilómetros al sur, se aglomeran 10 hábitats ibéricos en el entorno del Rebollar, todos en llano: “El Rebollar”, un extenso yacimiento de 7 hectáreas de dispersión cerámica; 3 hábitats contiguos en llano, “Las Paredillas I y II” y “Las Lomas”; y otros 6 también en llano y contiguos, entre los que se sabe que dos son hornos cerámicos, “Casa Guerra”, “Venta de Pedro I y II”, “Cañada Langosta I, II y III”.

Podría ser que El Moral fuese un poblado de amplia extensión, cuya población estuviese relacionada con labores agrícolas en sus alrededores, pero que tuviese a pocos kilómetros un lugar importante de producción económica, entre los que estaba la de cerámica, de adobes u otras. Y que el control o protección de esta zona se ejercía desde La Cárcama.
Es identificativo de la mayoría de estos yacimientos que son también utilizados en época romana, lo cual implica una continuidad en el “modus vivendi” entre ambas épocas.
Autor: Javier Jordá Sánchez