En verdad, toda persona que se interesa por la Historia solo conoce tres grandes edades o tiempos: el de la historia, el de las sombras y el de la memoria. Del primero sabe por lo escrito o referido por otros, y del último por sus mismas vivencias y recuerdos. En medio, se extiende un tiempo incómodo, que coincide con las décadas anteriores a su nacimiento y con sus primeros momentos de vida, ya que la historia todavía no ha desvelado convenientemente lo que sucedió en aquellas décadas y su memoria apenas conserva gran cosa de sus primeros años. Así lo afirmaba con certeza el gran historiador E. J. Hobsbawm.
A las sociedades les pasa algo muy similar a las personas. Conocen o creen conocer parte de su Historia, con formas más o menos canónicas, y sus gentes conservan muchos recuerdos, de variados matices. El siglo XX fue para la historiografía muchas cosas, pero en especial la centuria de las personas, como acertó a ver Vicens Vives. El individuo del común se convirtió en protagonista: se cuantificó su número a lo largo del tiempo y se profundizó en sus modos de vida y de sentir. La irrupción de las masas en la historia aumentó notablemente nuestro nivel y volumen de conocimientos, hasta tal punto que sintetizar e interpretar tanta información ha creado un notable reto a quienes escriben historia.
El siglo XXI, el de la aldea global, se ha propuesto singularizar a cada una de las personas del común en lo histórico. Al igual que alguien puede tener su perfil en la red, también un antepasado suyo puede disponer de su perfil histórico: cuándo y cómo vivió no es privativo de reyes. Requena es una localidad con gusto por su pasado, y muchas personas se interesan por su genealogía o por hechos acontecidos a personas próximas. Desde hace años lo llevamos comprobando en el IES UNO. Nuestro Instituto abrió sus aulas por vez primera en 1928, cuando la enseñanza secundaria era muy distinta a la actual. Desde entonces, ha llovido mucho. Incluso hemos sufrido fuertes tempestades, pero a día de hoy permanecemos como institución y como sociedad, en medio de la problemática de la España Vaciada.
No podemos ni debemos abandonar a nuestra juventud, vaciarnos de ella, pues incurriríamos en un suicidio colectivo del gusto de una secta en la Guayana. La juventud necesita madurar, tomar responsabilidades y saber que el maná no desciende del cielo. Necesita conocer su pasado para tratar de evitar nuevas catástrofes en la medida de lo posible. Si se educa en la inopia, se siembra un desastre.
Con la intención de formar a la juventud, hemos emprendido el Proyecto de Memoria Histórica del IES UNO. Abordamos en especial el corazón caliente del siglo XX, el que va desde el final del reinado de Alfonso XIII al primer franquismo. En Requena, como en el resto de España, contamos con magníficas fuentes de información para estudiarlo, tanto orales como escritas, como las conservadas en su Archivo Histórico Municipal y en el Archivo Histórico del IES UNO. Sería lastimoso desaprovecharlas en un momento en el que se exige a la ciudadanía aguzar sus sentidos ante las mentiras en medios de comunicación, pues su estudio es una magnífica escuela de pensamiento crítico. También disponemos de estudios que nos permiten avanzar en la cuestión con mayor seguridad. Sabemos que su alcance es humanamente espinoso, por los muchos sufrimientos padecidos, pero aquella época también fue trágica para el resto de Europa, con momentos tan destructivos como la II Guerra Mundial, y en países como Alemania, Francia o Italia se ha estudiado con rigor y sensibilidad humana. Hoy en día, se ha escrito una historia de las víctimas de la II Guerra Mundial que nos hace comprender profundamente el valor de la convivencia pacífica y de nuestras raíces ilustradas. Lo que sucede lamentablemente en Ucrania prueba, una vez más, su importancia. El retorno al pasado no es alternativa de futuro.
La respuesta a nuestro Proyecto ha sido excelente. Insistimos, ni Requena ni sus gentes dan de lado a su Historia. Nuestros estudiantes han puesto en pie una Asociación de Memoria Histórica y Democrática, además de elaborar trabajos de gran calidad y participar en nuestra Primera Semana de la Memoria. Nuestro Ayuntamiento nos ha apoyado en muchos puntos y hecho posible un viaje de estudios al Sur de Francia sobre la Retirada o la Ruta del Exilio. Nuestros medios de comunicación lo han acogido con interés y simpatía. Nuestros convecinos y amigos nos han saludado con cariño. El destacado investigador Adrián Blas Mínguez, delegado en la Comunidad Valenciana de Amical de Mauthausen, nos ha dado cumplidas muestras de asesoramiento, colaboración y amistad. ¡Gracias a todo el mundo!
Antes de iniciar un nuevo curso, podemos ver lo hecho y presentamos lo que vamos a hacer. Nuestro Instituto atesora un Archivo Histórico formidable, que nos permite conocer situaciones muy interesantes, además de la trayectoria de alumnos y docentes. Por ello, en Cuarto de ESO, hemos estudiado la figura y la época de la profesora Matilde Moliner, correspondiendo al curso entrante la de la también profesora Adela Gil Crespo. El estudio del mundo femenino de la Posguerra se complementará con el de los mozos que fueron llamados a filas entre 1928 y 1958.
La vida de los deportados requenenses a Mauthausen ha sido analizada con lujo de detalles por dos equipos de trabajo de Primero de Bachillerato, que también representaron en nuestro Salón de Actos. En el viaje de estudios sobre la Ruta del Exilio se profundizó en aspectos del sistema represivo que sufrieron al marchar en 1939. Con tal trabajo elaborado, abordamos en el curso que entra el estudio de la represión padecida en Requena durante la Guerra y la Posguerra.
En Segundo de Bachillerato, con nuestros estudiantes más veteranos, proyectamos un viaje de estudios a Berlín, la ciudad que fue antes del nazismo el faro de la modernidad de Entreguerras, mártir en 1945 y dividida durante décadas, con un ignominioso muro que al final cayó. Estudiaremos cómo han vivido estas circunstancias los españoles que allí emigraron o se exiliaron, y elaboraremos un documental audiovisual.
Ganas de trabajar no nos faltan. En este caluroso verano que descubre hasta los buques de guerra alemanes hundidos en el Danubio, con los zarpazos del fuego hiriéndonos en casa, hemos gozado de dos buenas noticias. Nuestra página web ha comenzado su andadura, y la Diputación Provincial de Valencia nos ha galardonado con su primer premio de Memoria. Decía Vargas Llosa que los premios siempre son de agradecer, pero que el placer del escritor reside en su labor. Para nosotros, tal premio es otra muestra de afecto recibida y un acicate más para seguir trabajando, para conocer con mayor precisión cómo han sido nuestros últimos cien años.

Fotografía de Marcial García Cañabate (8 de marzo de 1957).