Conservamos esta carta enviada en nombre del rey Felipe V a la Villa de Requena y sus gentes para que se celebrasen exequias conmemorando el fallecimiento de la viuda de su antecesor el rey Carlos II el Hechizado. Tiene el mérito de que Maria Ana apoyaba al enemigo de Felipe v en la Guerra de Sucesión por la corona española, al archiduque Carlos de Austria, por lo cual fue desterrada. Al final de su vida Maria Ana fue perdonada y vuelta a la Corte por Felipe V.
Yo el Rey
Consejo, Justicia, Rexidores, escuderos, oficiales y Hombres buenos de la Villa de Requena. La primera noticia que he tenido de la muerte de la Reyna Dª Maria Ana de Neoburgo (*) mi Sra. Pasándola nuestro Señor de esta a mejor vida me ha ocasionado el Justo dolor y sentimiento que corresponde a tal pérdida en que por el amor de mis Vasallos les considero igualmente interesados en el sentimiento; y siendo tan devida su manifestación os he querido adbertir de ello para que cumpliendo con el afecto de buestro amor y lealtad, dispongais que en esa Villa se hagan las demostraciones correspondientes, en las Honras, Lutos y exequias que en tales casos se acostumbra y las mismas que se efectuasen por el fallecimiento de la Reyna Dª María Luisa de Saboya mi muger, que en ello me servireis. Des. San Ildefonso 21 de Julio de 1740.
YO EL REY
(*)María Ana del Palatinado-Neoburgo (28 de octubre de 1667, Palacio de Benrath, Düsseldorf, Alemania – 16 de julio de 1740, Palacio del Infantado, Guadalajara, España) fue reina consorte de España de 1689 a 1700 como segunda esposa del rey Carlos II de España.
Mariana vivió la Guerra de Sucesión de la corona española entre los partidarios de Felipe V y los del archiduque Carlos. Ella apoyaba al archiduque, quien perdió la guerra.
En 1700 era evidente que el fin de Carlos II estaba cercano. En su testamento el rey Carlos II dejaba estipulado que a su viuda esposa le fuera pasada una buena pensión anual y que fuera tratada por sus sucesores con el respeto de reina viuda de España. Sin embargo, una vez muerto el rey, el nuevo soberano Felipe V indicó su deseo de que Mariana abandonase Madrid antes de que él entrase en la ciudad. La reina no tuvo más remedio que retirarse a Toledo, donde vivió recluida en el sombrío Alcázar. Viéndose en situación tan desagradable, envió cartas a su familia en Alemania pidiendo ayuda económica.
En 1706, su destino cambió cuando su sobrino, el archiduque Carlos de Austria, ocupó la ciudad de Toledo junto con las tropas imperiales. Naturalmente Mariana celebró su llegada, lo que le valió que más tarde que el rey Felipe V la desterrase a Bayona, Francia. La dama se instaló en esta localidad hacia septiembre de 1706, y allí vivió 32 años olvidada por todos
La situación de Mariana de Neoburgo mejoró un poco al casarse Felipe V en segundas nupcias con Isabel de Farnesio, que era su sobrina (hija de su hermana Dorotea Sofía de Neoburgo, duquesa de Parma). En 1739, regresó a la Corte, ya anciana y enferma. Fue instalada en el Palacio del Infantado en Guadalajara, donde falleció el 16 de julio de 1740. Fue enterrada en el Monasterio de El Escorial.
Autores
César Jordá Sánchez
Javier Jordá Sánchez
Bibliografía
Colección Herrero y Moral
Carlos II el Hechizado, Antonio López Alonso, Aqueronte (2003)