Jacinto Andrés, el pintor de Requena y requenenses
Jacinto Andrés vivió y murió ambicionando ser una persona sencilla, y por eso ha pasado desapercibido, excepto para los que lo conocimos.
Quiso hacer de la pintura su vicio, cuando bien pudo haber sido una gran estrella del arte pictórico. Pero eligió bien, trabajó la ebanistería, pasó las horas en su casita de Las Peñas desengranando los detalles de sus lienzos, mejorando día a día la perfección, con la única ambición de disfrutar de plasmar todo el arte que llevaba en su corazón.
Le estuvimos incitando a que saliera de Requena a vender su arte a la gran ciudad, a donde los grandes tratantes de arte le recibirían con los brazos abiertos, pero pronto dejamos de insistirle. Para Jacinto Andrés su gran riqueza era disfrutar de sus personas cercanas, su hermana y demás, de su casa de Las Peñas y su pueblo, de sus amigos de toda la vida, y de poder expresar lo que sentía dentro.
Jacinto Andrés ha dado mucho a Requena y a los requenenses, sin que nos hayamos apercibido, pero, conociéndolo, el diría que su pueblo se lo ha dado todo a él.
Debería seguir escribiendo sobre él, exponer tantos datos como pudiera para completar una amplia biografía para tal autor, pero su vida fue tan sencilla que con muy pocas palabras se puede describir la trayectoria de una gran persona y un gran pintor.
Hasta siempre Jacinto Andrés, recuerdos a tu amigo César en el cielo.
