*(A la memoria de mi padre, César Jordá Moltó, que amó su trabajo hasta el último de sus días)
Existen en España comercios muy antiguos como la «Posada del Peine» en Madrid datada en 1610, que fue abandonada y reconvertida en un hotel, o la «Farmacia de la Reina Madre» en Madrid datada en 1578, o «El Botijo» una droguería que fue espartería desde 1754 situada en el mismo lugar pero cuyo edificio fue derruido en 1932 y la familia que lo lleva lo hace desde 1905, o casa «Parramón » en Barcelona datada de 1897 que restaura instrumentos musicales de cuerda, o «Peines y Cepillos Ciutad» datada en 1882 aunque cambiada de emplazamiento en 1922, o «El Cronómetro» en Sevilla datada en 1902 dedicada a la relojería, o «Papelería Ferrer» en Sevilla datada en 1856 dedicado a la escritura y la papelería, o «Droguería La Giralda» en Granada datada en 1878 que conserva la misma estructura desde su inauguración. Sabemos de varias casas de postas que han sido restauradas y reabiertas durante el siglo XX, como las de Venta deL´home (Buñol) y Venta de Contreras (Minglanilla) procedentes del S XVII en nuestra zona, que conservan el edificio y la utilidad, aunque son negocios nuevos, y otros varios cuya procedencia es antigua, aunque quizás les falte la continuidad. Hay industrias más antiguas, como Codorniu (San Sadurní de Noya) datada en 1551 pertenecientes a la misma familia, o bancos como Monte de Piedad de 1702, industria papelera Vilaseca de 1714, Bodegas Alvear de 1759, Arcos de 1745, Goma Camps de 1758, Bodegas Osborne de 1772, La Farga Lacambra de 1808, Bodegas Barbadillo de 1821, Bodegas Caballero de 1830, Bodegas González Byass de 1835, Laboratorios Uriac de 1838 y Orbea de 1840. Suponemos que habrá otros ejemplos que se puedan incluir en la lista, pero no tenemos más datos.
Las peculiaridades de nuestro negocio que le harían distinto desde su modalidad de comercio: 1/ que desde su comienzo, nunca ha cerrado sus puertas, 2/ que es la misma familia Jordá la que actúa de titular desde su fundación en 1846, 3/ que se conservan los documentos originales de alta del comercio. 4/ que el edificio donde se ubica, original del S XVI, es el mismo que existía en 1857, 5/ que su modalidad de negocio textil no ha variado desde su inicio.
El negocio de la familia Jordá se funda en 1846 y es trasladada a su ubicación actual a 50 metros en 1857.

José Jordá Marín nació en Agres (Alicante) en 1810 según consta en la copia de su partida de nacimiento expedida en 1838 por el párroco de dicha localidad, en la que refleja lo siguiente:
“En la Villa de Agres a los veinte días del mes de abril del año 1810 el infraescrito Retor de esta parroquia, bautiza solemnemente a José, hijo legítimo de Francisco Jordá, sargento primero de Rto. De Valencia, natural de ésta y vecino de Valencia, y de Petra Marín, natural de la Villa de Cervera del Río y parroquiana de ésta. Contrajeron matrimonio en la ciudad de Córdoba. Abuelos paternos Francisco Jordá y Vicenta Reig, naturales y parroquianos de ésta. Maternos Santiago Marín natural de Cervera y María de la Cruz, natural de Fornal, y parroquianos de dicha villa de Cervera. Nació a las nueve y tres cuartos de la mañana. Fueron sus padrinos Francisco Jordá, su abuelo, y Josefa Pons, natural y vecinos de ésta, a quienes se les previno del parentesco espiritual y la obligación que contrajeron en enseñarle la Doctrina Cristiana, de que certifico.
Agres Octubre 1838”
Llegó a Requena como novicio franciscano, pero pronto abandonó la vida monacal, posiblemente en 1834 o 1835, propiciando quizá esa decisión la situación de guerra (el convento de San Francisco es fortificado) y los mortíferos brotes epidémicos que en esos años padecía Requena (en el verano de 1834 una epidemia de cólera produjo la muerte de la séptima parte del vecindario), lo que llevó a muchos frailes a abandonar el convento, pasando algunos a ayudar a la población. Además, en 1835 se produjo el decreto de exclaustración que obligó a cerrar definitivamente el convento.
Sabemos que en 1838 continuaba en Requena, y durante varios años había estado practicando “la facultad de cirujano” (según certifica en septiembre de dicho año el cirujano de Requena D. Matías González), y pretendía pasar a estudiar a un colegio de cirugía, para lo cual solicita un certificado que acredite su conducta moral y cívica, que es firmado por el pleno municipal.
No sabemos si llegó a completar esos estudios o llegó a ejercer el oficio, pero por esas fechas ya estaba casado y había tenido su primer hijo, lo que probablemente le llevó tiempo después a dirigir su vida profesional hacia el comercio.
Su mujer fue una requenense llamada María Antonia Roda Bada, de la que diremos como dato curioso que va a aportar el apodo a la familia, ya que era conocida como “La Polaca”. Este apodo se remonta hasta el siglo XVIII y proviene del apellido Bada, una familia de origen francés que se debió asentar en Requena en la época del auge de la seda.
Por aquellas fechas de la minoría de Isabel II, en las que el liberalismo se iba instaurando poco a poco en la política española, los acontecimientos y los cambios de poder eran continuos y afectaban a la vida política tanto nacional como local. En los pueblos y ciudades se vivían con apasionamiento los acontecimientos políticos, principalmente entre las clases medias que participaban activamente en las Milicias Nacionales, que se constituyen en muchas poblaciones de fuerte arraigo liberal, como en esa época en Requena. José Jordá vivió y participó en esos movimientos, como lo demuestra un documento en el que se le concede un distintivo por su participación en el Pronunciamiento de septiembre de 1840, que se produjo en gran número de ciudades españolas y que llevó al poder al general Espartero.
José Jordá llegó a ser teniente de alcalde, y fue promotor de la construcción del recientemente desaparecido Vía Crucis que había en el camino del cementerio.
José Jordá fue el iniciador de un negocio que tras 171 años y siete generaciones, sigue funcionando.
El primer documento que nos indica la existencia del comercio es del 20 de marzo de 1846, y se trata de un certificado de contribución industrial y de comercio referente a “tienda de cintas, hilos y demás”. De julio de ese mismo año es una licencia de apertura de “géneros ultramarinos”, lo cual indica que el negocio se amplió, en cuanto a los tipos de géneros en él vendidos. En esta fecha el comercio tenía su ubicación en la Plaza de la Constitución (actualmente de España).
En 1857, según consta en la escritura que aún se conserva, D. José Jordá Marín adquirió a D Francisco Robredo Casanova una casa en la calle del Peso (junto a la antigua posada de la Carlota) donde se trasladó el comercio y ha permanecido hasta la actualidad. Su precio fue de cuarenta y ocho mil reales de vellón.
José continuó siendo titular del comercio hasta avanzada edad, regentándolo a partir de un determinado momento conjuntamente con su hijo Benito, quien después lo heredaría.
Murió en Requena en 1890 a los ochenta años de edad, y su mujer María Antonia, a la que todos nuestros antepasados consideraron como la piedra angular de la familia, en 1897.

Autor: César Jordá Moltó
Coautor: Javier Jordá Sánchez