*(Documento histórico. “Catálogo-guía del Museo Arqueológico de Requena. J. Aparicio Pérez y F. Latorre Nuévalos”, 1974)
Los trabajos que el Departamento de Historia Antigua de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valencia, en estrecha colaboración con el Servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación de Valencia, han llevado a cabo en Requena, han permitido la organización y montaje del Museo Arqueológico de la ciudad y de su comarca.
Desde hace varios años, un grupo de entusiastas aficionados requenenses, entre los que hemos de citar a Luis Gil Orozco-Roda, Miguel García González, Julián Sáez Ruiz, César Jordá Moltó, Fernando Laguna Pérez, Miguel Valverde Soteras, Manuel García Carrascosa, José Argilés Gómez y Rafael López Solaz, alentados por Domingo Fletcher Valls, Director del S.I.P. de Valencia, se han dedicado a realizar sistemáticas exploraciones por el término municipal de Requena e incluso por zonas de otros términos colindantes con éste, situando yacimientos arqueológicos y recogiendo numerosos objetos aparecidos por la superficie como consecuencia de la erosión natural y de las remociones inherentes a las labores agrícolas, especialmente al ir sustituyendo los ancestrales arados de tracción animal por los modernos tractores, cuyos trabajos de desfonde sacaban al exterior numerosos materiales arqueológicos. Fue una labor constante e ilusionada, sin la cual se hubiese perdido para la ciencia gran cantidad de documentación histórica, la cual, debidamente catalogada y ordenada, se exhibe en las vitrinas correspondientes.
La cerámica constituye la mayor parte de los materiales recuperados, aunque hay también en hueso, piedra, metales y hierro. Aquella se encuentra normalmente muy fragmentada, deteriorada y sucia, por lo que ha sido necesaria una meticulosa labor de limpieza y restauración, que ha permitido el montaje de numerosas vasijas, lo cual ha estado a cargo de Julián Sáez Ruiz, en una constante y eficiente tarea digna de mayores encomios.
Una vez en posesión de un buen conjunto de materiales e interesadas las autoridades locales en su exposición, se habilitó el Castillo de la Villa, desde donde, posteriormente, se han trasladado a una sala en el antiguo Instituto Nacional de Enseñanza Media, dedicada exclusivamente a la sección de arqueología, ya que otras contendrán el archivo y las secciones de diplomática, epigrafía y numismática, enología, arte y etnografía. Al mismo tiempo se solicitó de la Dirección General de Bellas Artes, hoy Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural, su legalización oficial, la cual fue concedida y el Museo Histórico-Artístico de Requena incluido en Catálogo de Museos Españoles, nombrándose como conservador del mismo a Luis Gil-Orozco Roda.
Al mismo tiempo, el Museo de Requena se ha constituido en un núcleo de investigación permanente de la ciudad y de la comarca, respondiendo a la idea de que los Museos no son simples almacenes de trastos viejos sino que han de estar dotados de gran vitalidad en todos los sentidos y aunando y coordinando todas las actividades dispersas, lograr un perfecto control sobre todos los restos pre y protohistóricos para evitar su pérdida y deterioro por una parte, y por otra para dar a conocer el mundo científico tanto por lo recuperado esporádicamente como lo procedente de excavaciones sistemáticas, que se organizan de acuerdo con un plan concreto de investigación, elaborado para tratar aquellos aspectos de la Prehistoria o de la Protohistoria cuyo conocimiento exija una mayor dedicación.
Los materiales arqueológicos se exponen en el Museo respondiendo a un plan didáctico elemental, agrupándolos por yacimientos y éstos por etapas históricas, así la Edad del Bronce, Cultura Ibérica, Romanización, etc., de tal manera que a su través se pueda conocer el desarrollo histórico de Requena y su comarca hasta el nacimiento de Cristo e incluso hasta tiempos posteriores, lo cual resumiremos a continuación.
*( Páginas 7 y 8 del Catálogo-guía del Museo Arqueológico de Requena, 1974)