Indagando, en El Trullo de Navidad de 1971, reencontré este artículo que buscaba. Buscaba información de cómo era el clima hace 50 años, medio siglo. Lo habitual es que nuestra memoria olvide aquellos temporales y siempre pensemos que “aquel clima fue mejor”. Con el hábito de no poder expresar y pensar más que en lo políticamente correcto a que nos obligan los medios de comunicación y el poder establecido, no deberíamos recordar que en 1971 J.P.S. nos contó que Requena llevaba años sin tener un año de nieves, agua y frío intenso. Esto lo podríamos reescribir de este 2021, justo 50 años después, en los que las temperaturas han llegado a los 15 grados bajo cero, y las lluvias y las nieves han dejado campos regados, pantanos llenos, ríos abundantes y grandes cosechas. Eso sí, las enormes nevadas en casi toda España de 2021 rodearon Requena como en una plaza de toros, sin apenas rozar más que nuestras montañas y nuestros campos, Sin embargo, la Gran Nevada requenense fue la de enero de 2017, cuando igualmente se quebraron árboles, tan sólo 45 años después de aquella tan celebrada por nuestros antecesores de 1971, que rompió una trágica sucesión de años de sequía.
Así pues, Don J.P.S. nos contaba lo siguiente en El Trullo de 1971:
El año que termina (1971) ha sido extraordinariamente pródigo en nevadas. Habría que remontarse mucho tiempo atrás, para encontrar un invierno comparable en este aspecto.
El campo de Requena recibió el beneficio de la nieve, que abriga las plantas, humedece la tierra y arrastra hasta el suelo el polvillo fertilizante del aire.
Aún conservan los pinos sus ramas rotas por el peso acumulado; pero son superiores a este daño los bienes recibidos por el pinar.
Muchas plagas del campo perecieron en los días de fuertes fríos. Y los pozos y manantiales mostraron su abundancia, como no se había registrado en muchos años.
La nieve y el frío, dentro de su época adecuada, contribuyen al buen éxito, en cosechas y aprovechamientos.
Celebremos la llegada de la nieve.
Soportemos con buen ánimo las molestias que puede ocasionarnos…
Y esperemos que el año que se inicia sea abundante en nevadas…
Que la blancura del paisaje sea un símbolo de la vida nueva, blanca y sin mancha, en el año que va a comenzar.
J.P.S.

