España se está despoblando, ni más ni menos. Muchas personas asocian demasiados nombres de nuestra geografía al pueblo de sus padres, de sus abuelos, visitado por vacaciones en el mejor de los casos. Sus vidas se han construido en las ciudades, cada vez más masificadas, y de sus comarcas familiarmente originarias se escapa la vida. Sus construcciones, cada vez más quebrantadas, se convierten en monumentos de tiempos mejores, de chiquillos corriendo por las calles y bailes en la plaza mayor.
Se diría que el progreso exige su tributo, pues las antiguas sociedades rurales van pasando a la Historia. En nuestro postmodernismo hasta la industria parece caduca. Sin embargo, no estamos encadenados a ningún proceso ineludible. La Historia la hacemos, mejor o peor, las personas y somos dueñas de nuestras decisiones. Quizá la primera pase por cobrar conciencia para plantar cara, pues nos aferramos a la vida y no queremos suicidarnos. Rechazamos toda muerte dulce bajo la engañosa apariencia de ir con los tiempos modernos, aquellos criticados por el quijotesco Chaplin.
Necesitamos reflexionar bien para actuar con precisión en una Europa abierta a los retos de la globalización, ahora inquieta por la problemática salida del Reino Unido. Las gentes del campo, depositarias de formas culturales con muchos siglos de antigüedad, son vecinas de la aldea global, y necesitan saber a qué atenerse. También el urbanita que cree vivir en una magnífica torre de marfil, pues elementos tan vitales como el agua que consume se originan en los territorios rurales cada vez más yermos. Si les diera la espalda, un día más cercano de lo que él piensa se le pasara factura en forma de degradación medioambiental, masificación o empeoramiento de los servicios. Todos viajamos en la misma nave.
Por ello y por mucho más celebraremos el próximo 24 de noviembre de 2018, en el Teatro Municipal de San Antonio (Requena), la Jornada sobre la Despoblación, en la que se aunará la reflexión científica con la participación cívica alrededor de una Mesa Redonda con los alcaldes de las cabeceras municipales de nuestra comarca, abierta a las preguntas del público. Como conferenciantes participarán personas tan eminentes como Francisco y María Pilar Burillo o Jaime Lamo de Espinosa, que abordarán problemas con voluntad de ofrecer soluciones válidas para la vasta España despoblada, su fragmento de la zona de la Serranía Celtibérica y nuestra comarca, que puede ser una avanzada en combatir un mal tan grave como el del desierto humano. Todavía hay solución y podemos comprobarlo asistiendo a la Jornada.
Víctor Manuel Galán Tendero.