Skip to content
  • View menu
  • View sidebar

Crónicas Históricas de Requena

  • Novedades
  • Época Antigua
  • Época Medieval
  • Época Moderna
  • Época Contemporánea
  • Patrimonio
  • Ilustres Requenenses
  • Revista Crónicas

Archivo

  • ► 2023
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2022
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2021
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2020
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2019
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2018
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2017
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2016
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2015
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero
    • enero
  • ► 2014
    • diciembre
    • noviembre
    • octubre
    • septiembre
    • agosto
    • julio
    • junio
    • mayo
    • abril
    • marzo
    • febrero

ETIQUETAS

Agricultura Aldeas Alimentación Arte Bernabéu Caballero Carlismo Castellano Comercio Cooperativismo Cultura Demografía Despoblación Educación Enfermedades Eventos Fiesta Fiesta de la Vendimia Franquismo Frontera Ganadería Guerra Guerra Civil II República Impuestos Instituto Medio ambiente Mujeres Musicología Población Política Prensa Pósito Religiosidad Religión Repoblación Requena Reseñas Rey Teatro Tradición Urbanismo Utiel Vera Cruz Íberos

PÁGINAS DE INTERÉS

Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro

Asociación Cultural Serratilla Utiel

Bibliografía de la Meseta de Requena-Utiel

Cronología de la Meseta de Requena-Utiel

Documento del mes. Archivo Municipal de Requena

D.O. Utiel-Requena

Echarse al monte

El Lebrillo Cultural

Revista Interior Valencia

Revistas y publicaciones del Ayuntamiento de Requena

Rurable. Asociación para el desarrollo sostenible

LA OPINIÓN DE JOAN FUSTER SOBRE LAS COMARCAS CASTELLANO-HABLANTES.

  • Por Crónicas
  • 13/01/2020
  • Época Contemporánea
  • Castellano

“De hecho, cuando los valencianos –los de lengua catalana- hablamos del País Valenciano, solemos olvidarnos de los “otros” valencianos: nuestras generalizaciones no los tienen en cuenta. No hay en ello ningún menosprecio consciente. Hay, no más, el reflejo automático de una realidad social ineludible (…). Los valenciano-catalanes no encuentran la manera de conciliar en su seno unos elementos –aragoneses, castellanos, murcianos- que le son extraños. Solamente la inercia histórica hace soportable la conjunción de grupos tan disímiles.

“La relación no ha cambiado en tiempos más recientes por lo que concierne a la diferencia de potencial humano, económico y político de las dos zonas. La “subordinación” de la castellana sigue siendo igual. El Estado reforzó esta zona con dos comarcas más potentes. En 1851 una decisión del Gobierno central unía a la provincia de Valencia la altiplanicie de Requena: tierra de viñas, bastante rica, que formaba parte de la provincia y la diócesis de Cuenca. En 1836 había sido unido a la provincia de Alicante el Marquesado de Villena, Mancha pura, también de campo provechoso. Pese a todo, la ecuación permanecía inalterada. Dos trozos de Castilla eran incrustados en el País Valenciano. Cabe decir que estos “valencianos” de última hora venían como castellanos, hasta incluso en el mal sentido de la palabra. Cuando en 1907, los valencianos de siempre –o, por decirlo bien, unos grupos nacionalistas- conmemoraron el segundo centenario de la abolición del régimen autonómico del País Valenciano por Felipe V, fecha y acontecimiento considerados luctuosos, los republicanos de Requena dedicaron una lápida de homenaje al primer rey de la Casa de Borbón: la lápida, naturalmente, era una desafiante afirmación de castellanismo inequívoca, y más proveniente de unos republicanos. Pero unas razones de tipo económico aconsejaron a los viticultores de Requena el acercamiento administrativo a Valencia. La pseudo-literatura comarcal habla de todo ello y emplea la expresión de Castilla valenciana para referirse a ello. Sea como sea, el centro de gravedad del país había de seguir siendo, como es, la zona catalana.

(…)

“El problema es más grave visto desde el otro lado: desde el de la zona “valenciana”. Más o menos satisfactoriamente, la zona castellana tiene a su espalda su cuerpo nacional ya hecho, que no es el valenciano. Sentirse valencianos o no, será para su gente una cuestión secundaria. Pero los otros valencianos –los valencianos estrictos- tienen que completarse como “pueblo”, y cualquier intento que hayan de hacer o hagan en este sentido vendrá obstruido por el lastre que para ellos supone la zona castellana del país. La “unidad” tiene exigencias inevitables: pide excluir o asimilar los elementos radicalmente heterogéneos que subsisten en su área (…). Nos guste o no a unos y a otros, el hecho es que hay dos formas de “valencianos” imposibles de fundir en una sola. Por otra parte, ello obstaculiza a los valencianos de la zona catalana en la dirección que debería de ser y es su único futuro normal: los Países Catalanes, en tanto que comunidad suprarregional donde ha de realizarse su plenitud de “pueblo”.

(…)

“Por mucho tiempo, pues, la “dualidad” que escinde el País Valenciano seguirá insoluble (…) Sea como sea, lo importante es que los “valencianos” no debemos de vernos desviados ni perturbados de nuestra autenticidad de “pueblo”. No sé cómo, pero eso es lo que deberá de enseñarse –y hacer aceptar- a nuestros paisanos “aragoneses”, “castellanos” y “murcianos”.

Traducción del catalán al castellano.

Joan FUSTER, Nosaltres els valencians, Barcelona, 1962, pp. 105-112

© Crónicas Históricas de Requena 2014 - 2022. Todos los derechos reservados.
Aviso Legal | Política de privacidad | Política de Cookies
Crónicas Históricas de Requena
@CronicasRequena
Gestionar el Consentimiento de las Cookies
Utilizamos cookies para optimizar nuestro sitio web y nuestro servicio.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin una requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de su proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarlo.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar proveedores Leer más sobre estos propósitos
Preferencias
{title} {title} {title}