Las comunicaciones en las décadas centrales del siglo XX, desde la perspectiva municipal, englobaban los medios por los cuales la población podía estar en contacto con el exterior, no solo contaban los caminos y carreteras, sino también el ferrocarril y el teléfono[1].
Telefonía
En 1944, la Compañía Telefónica Nacional de España prestaba el servicio de telefonía y tenía establecida una central en Requena, que alcanzaba a las aldeas de El Pontón, San Antonio, Campo Arcís y La Portera.
El Ayuntamiento de Requena consideraba que la aldea de El Rebollar era una de las más importantes, la comunicación constante exigía rapidez en la misma, a lo que se unía la facilidad de instalación al pasar la línea general por las inmediaciones de la aldea. Por todo ello, en 1945 solicitó la instalación de un centro telefónico[2].
En 1952 ya contaba con seis subcentrales en las cuatro aldeas anteriores más las nuevas establecidas en Calderón y San Juan, y el número de abonados era de 216, repartidos entre Requena (ciudad) 166, San Antonio 25, Pontón 8, La Portera 9, Campo Arcís 7, Calderón 1.
Ferrocarril
Una única línea ferroviaria, la de Madrid a Valencia por Cuenca, atravesaba en 1952 el término municipal de Requena. Su extensión era de 24 kilómetros y contaba con tres estaciones, una en Requena ciudad, otra en la aldea de El Rebollar y otra en la de San Antonio. Pero esta línea férrea presentaba, en el trazado Utiel-Valencia, una serie de problemas que urgían rápida solución, bien con un nuevo trazado que desde Requena permitiese el paso de los grandes expresos y locomotoras, o bien con modificaciones del actual trazado mediante la electrificación de toda la línea. El Ayuntamiento consideraba que era algo «de vital importancia y urgente realización»[3].
Una vieja aspiración de Requena y su comarca y pueblos circunvecinos era el trazado del ferrocarril que partiendo de Almansa y pasando por Ayora, Jalance y Jarafuel, Cofrentes, Requena y Chelva, uniera toda esta parte lateral de la provincia de Valencia con Aragón. Se habían hecho unas primeras gestiones, en las que no se insistió por las dificultades que había atravesado RENFE. Esperaban pronta solución del Gobierno, que nunca llegó.
Carreteras y caminos
Las carreteras estatales que atravesaban el término eran la de Madrid a Valencia, que en los cincuenta pasó a llamase carretera nacional III, y medía 21 km y 614 metros; las nacionales 322 de Córdoba a Valencia por Albacete, con 32 kilómetros, y la 330 de Requena a Almansa por Cofrentes, con 32 kilómetros.
En 1925 ya se había reclamado la construcción de los caminos de las aldeas;
El estado de los caminos y carreteras al termino de la Guerra Civil era muy malo, y aunque las Juntas provinciales del paro obrero fueron transfiriendo cantidades para jornales de reparación de caminos vecinales, eran necesarios créditos extraordinarios para conjurar el paro. A esto se sumaba la escasez de materiales de construcción, la falta de material mecanizado, de personal técnico y el exceso de burocracia.
Requena era, y es, una ciudad bien comunicada. De ella partían caminos en todas direcciones, lo que no significaba que aquellos tuvieran desde siempre buen firme. En el primer lustro de la década de los cuarenta se acometió el arreglo de algunos caminos. El comarcal de Segorbe a Requena (CV 395), pasaba por Chera y concluía con la carretera nacional de Madrid a Valencia en Requena, concretamente en el arranque de la calle San Luis y continuando por Muñoz Grandes, hoy denominada Libertad. En el mismo sitio venía a confluir la carretera de Villar de Olmos (CV 391), que se estaba terminando en 1943. El firme de este camino era de material ordinario y se deterioraba rápidamente, dado el incremento del tráfico que ya se estaba dando resultaría imposible de conservar en buenas condiciones, razón por la cual se solicitó a la Diputación que lo pavimentase con un firme especial[4].
El llamado camino antiguo o camino viejo de Valencia, que partía de Las Ollerías hasta la carretera de Madrid a Valencia estaba intransitable[5]. El 5 de mayo de 1932 se había creado la comisión especial del camino de la Serratilla, pero las circunstancias no fueron favorables a su desarrollo, en 1944 se acordó acometer la construcción de la carretera principal de La Serratilla a Venta del Moro[6], y solicitar el arreglo de la carretera provincial de Casas del Río[7].
En 1944 eran dieciocho los caminos vecinales de la Diputación Provincial de Valencia existentes; en 1945 incluyó en el Plan Provincial de Caminos Vecinales los de Yátova a Hortunas por Mijares; y el de Caudete de las Fuentes a Los Ruices por Pino Ramudo y la Cornudilla[8].
Iniciada la década de los cincuenta, la reconstrucción del país seguía siendo un tema candente y el desarrollo de la infraestructura viaria seguía siendo lento. No obstante, en Requena, en 1952, se había ampliado la red de carreteras y caminos que atravesaba el término municipal, en diferentes direcciones, medía 119,537 kilómetros y eran propiedad del Estado o de la Diputación y se proyectaba seguir ampliando.

Comisión Gestora municipal de Requena: Memoria de Secretaria, 1944 ; Ayuntamiento nacional de Requena: Memoria de Secretaria, 1952.↑
Comisión Gestora Municipal: Libro de Actas, 16 de mayo de 1945.↑
Ayuntamiento nacional de Requena: Memoria de Secretaria 1952, p. 26. ↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Libro de Actas, 1 de febrero de 1943.↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Libro de Actas, 8 de febrero de 1943.↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Libro de Actas, 23 de febrero de 1944↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Libro de Actas, 15 de marzo de 1944.↑
Comisión Gestora Municipal de Requena: Libro de Actas, 16 de noviembre de 1945.↑