Los inmigrantes Jordá , 175 años comerciantes de Requena. 1846-2021
Entre las montañas alcoyanas de Agres, en un intenso año de la historia de España, 1810, nacía José Jordá Marín, la semilla de una larga familia de comerciantes inmigrados requenenses de “pura cepa”. De padre sargento militar errante y madre riojana, casados en Córdoba, fueron gente de mente abierta.
El ínclito Napoleón llevaba 2 años invadiendo España cuando José vino al mundo, y tenía 2 años cuando las tropas gabachas conquistaron su tierra, cuando las engalanadas tropas francesas pasearon por sus calles imponiendo temor y resignación.
Las Cortes de Cádiz se constituyeron el mismo año que nació él, y fue a los 4 años de José cuando los españoles lograron expulsar a los conquistadores franceses. Ese año se reinstauró la monarquía con Fernando VII, que todos sabemos llevó a España a pasar por unos de los tiempos más críticos de nuestra historia, tras la devastación que dejó el dictador francés y la mala gestión política y civil posterior. La mayor tragedia se dio con la progresiva pérdida de las provincias ultramarinas españolas que comenzó en 1811.
A los 10 años de José, en 1820, se produjo un pronunciamiento militar que reinstauró la Constitución de Cádiz, y en 1823, mediante los Cien Mil Hijos de San Luis, el monarca recuperó el trono. Fue con posterioridad a estos acontecimientos cuando José Jordá ingresó como novicio en el convento franciscano de Requena, ligado éste con la congregación de su pueblo natal. Ya entonces estaba decretada la expropiación estatal del convento y expulsión de los monjes. Por real orden de 24 de diciembre de 1822, los 14 religiosos que integraban la comunidad de San Francisco de Requena fueron expulsados, si bien la exclaustración definitiva no tuvo lugar hasta 1835* (Historia Crítica y Documentada de la Ciudad de Requena, 1945, Rafael Bernabéu López).
En 1833 se formaron en Requena tres compañías que cumplimentaban a la Milicia Urbana, con la intención de prevenir las probables incursiones carlistas. Hubo tres sitios carlistas de Requena consecutivos en 1835, 1836 y 1837. En 1834 Requena sufrió con crueldad la llegada de la primera epidemia de cólera falleciendo 1/7 de la población.
Con todas estas convulsiones José Jordá salió del convento y encontró el amor en los requenenses esforzados y trabajadores brazos de Mª Antonia Roda Bada, quien con toda seguridad fue el alma mater de los futuros negocios familiares. Mientras, el inmigrante requenense José Jordá se había integrado tanto en Requena que participaba activamente en los aspectos sociales y políticos de la ciudad, pues tenemos documentado que recibió un distintivo por su participación en el Pronunciamiento de septiembre de 1840, que llevó al poder al general Espartero (el del famoso caballo y sus cojones). Llegó a ser teniente alcalde, y fue el promotor del viacrucis del camino al cementerio (que deshicieron hace no mucho por irreverente).
Mª Antonia y José tuvieron 7 hijos (lo que tiene haber sido novicio), de los que sólo Lucio y Manuel consiguieron descendencia.
Un certificado de contribución industrial y de comercio de “tienda de cintas, hilos, etc.” de 20 de marzo de 1846 a nombre de José Jordá Marín es el primer indicio de la existencia del comercio familiar, que tenía su ubicación en la Plaza de la Constitución (antes de Felipe V y actualmente de España). En 1857, según una escritura que conservamos, José Jordá trasladó el comercio a la actual ubicación de la calle El Peso 6, junto a lo que fue la Posada de La Carlota.
En 1851 Requena pasó de ser parte de Castilla a pertenecer a Valencia. Desde 1845 una nueva Constitución estableció un modelo bicameral de senado y congreso con gobiernos de moderados, progresistas y liberales durante el reinado de Isabel II, que desembocó en una crisis final con el alzamiento del general Prim en 1863.
La descendencia de José y Mª Antonia se dedicaron a diversas profesiones y negocios, la de Lucio derivó al comercio textil de Augusto Jordá, que fue cerrado y el local derruido hace no demasiados años, y Benito rigió junto a su padre José Jordá Marín el que ahora es el nuestro y sigue abierto en la actualidad. La mujer de Benito, Dolores de la Cuesta Mateo igualmente rigió los destinos del negocio. Mientras, los maridos dedicaban sus esfuerzos extra a la vida social y política requenense.
Con el fallecimiento de nuestro tátara-tatarabuelo José en 1890, Benito compartió la titularidad de nuestra tienda textil con su hermano pequeño, Nicolás.
En 1890 D. Enrique Herrero y Moral publicó su libro “Historia de Requena”. Volvieron las epidemias de cólera en Requena en 1854, 1855, 1865 y 1890. En 1898 España perdió sus últimas provincias coloniales, surgieron los movimientos nacionalistas en la Península, y con esa decadencia general primó un espíritu pesimista plasmado en la retorcida época del Romanticismo, que llevó a extremos el arte egoísta del buen vivir a comienzos del S XX.
El arte del buen vivir que llegó con plenitud a los años 20 recopiló en aquella Requena un buen porcentaje de hombres vividores que se dedicaron al juego, las juergas y bromas, lo cual se puede ver reflejado en periódicos locales como el famoso “La Güeña”, en el que anónimamente se dedicaban a socarronear sobre el vecino prójimo, en vez de trabajar. En ese periódico escribió también nuestro bisabuelo Manuel, huérfano del cuarto hijo de José y María Antonia, que fue adoptado y tutelado por sus tíos Benito y Nicolás. Su vida se orientó más hacia ese ambiente de ocio y diversión que hacia el trabajo, lo que le llevó a eludir la posibilidad de continuar con el negocio de sus tíos e, incluso, a abandonar sus responsabilidades familiares.
Nicolás casó con Joaquina Real de Obregón una joven viuda cántabra que inmigró a Requena al casarse con un amigo requenense militar de Nicolás que falleció poco después. Joaquina, al igual que las otras mujeres de la familia, fue una dura trabajadora y también dirigió la tienda familiar. Nicolás falleció en 1926.
De 1923 a 1930 gobernó España la dictadura de Miguel Primo de Rivera, en 1930 la dictablanda del general Dámaso Berenguer y en 1931, tras el exilio de Alfonso XIII , la 2ª República.
“Sucesor de Nicolás Jordá” es como llamó a la tienda el abuelo Manolo cuando la heredó a la muerte de su tío en 1926, en agradecimiento por haberles acogido a su hermana Joaquina, a su madre y a él, para que no quedaran en la calle. Casó el abuelo Manolo Jordá con una maestra de Cocentaina que inmigró a Requena por motivos de trabajo, Dª Milagros Moltó, que estuvo, junto a su cuñado Rafael Bernabéu López, entre los maestros que inauguraron el colegio Alfonso X el Sabio.
A Manolo le costó bregar con la peor época económica, social y política en la historia del negocio familiar, por las grandes convulsiones que desembocaron en 1936 con la peor Guerra Civil española que hemos vivido, de momento. El periodo de la guerra de 1936 a 1939 arruinó totalmente el negocio, pues todo aquel género que no se escondía era requisado por las milicias con la excusa de ser para el frente y que ya lo pagaría el Gobierno. Además, cuando acabó la guerra le impusieron una fuerte multa por defender a un condenado. ¡Lo que arrastró el Romanticismo!
Su hijo César Jordá estuvo trabajando en la tienda de Manolo desde que acabó los estudios y, como no podía ser de otra forma, siguiendo las pautas familiares, casó con Isabel Sánchez una maestra de Paiporta inmigrada por trabajo a Requena. Allá por los años 60 se jubiló el abuelo Manolo, y César heredó la titularidad. La más larga época sin guerras ni tragedias desde que los Jordá inmigramos a Requena permitió que César lograse mantener la tienda y vivir de ella, y a principios del S XXI, he sido yo, Javier Jordá, el que la ha heredado de él, y el que intenta aguantar en medio de la explosión de nuevas tecnologías y maneras, tan distante en formas de lo que es esta tienda tradicional de pueblo. He roto la tradición familiar de desposamientos con inmigrantes, enamorándome y casándome con Mª Pilar, una magnífica chica (espero que ella lea esto) de profundas raíces en Los Isidros, aldea donde se han criado desde tiempos lejanos los trabajadores más duros de España.
Henos aquí, 211 años después de que naciera José en la agreste Agres, y 175 años de que dejara su impronta fundando el negocio textil de los Jordá (los Polaquillos), siendo nuestros corazones sentimentalmente requenarios, siendo nuestros genes de orgullosos inmigrantes.
Un saludo de la familia Jordá .




Autores:
Javier Jordá Sánchez y César Jordá Sánchez
*Bibliografía
– “Siglo y medio de historia comercial 1846-1996; César Jordá Moltó)
Publicado en el nº6 de la revista Distrito2, en agosto de 2021. Imprenta Govi (Requena)