LOBETUM
Lobetum, la ciudad de los lobetani. Claudio Ptlomeo (S II d. C.) la sitúa al oeste del Sistema Ibérico (Mons Orospeda), hacia la mitad de éste; al norte la ciudad bastitana de Pucialia; al este de la ciudad celtíbera de Valeria; y al sur de la ciudad celtíbera de Laxta.
Algo que la diferencia con otras ciudades hispanorromanas de la Geographia de Ptolomeo, es que si bien todas eran adscritas a una región, como los edetani al noreste, los bastitani al sur-sureste y los celtiberi al noroeste y suroeste, en cambio Lobetum no lo fue.
El porqué de esta situación no es fácilmente explicable, ya que bien podría ser un fallo de transcripción de los datos aportados por el autor, como hemos visto que ha ocurrido en algunas ciudades hispanas del norte. Pero también podría ser que en la idiosincrasia de los lobetani hubiera habido algún aspecto diferente al resto.
Buscando Lobetum
Para llegar a conclusiones sobre este tema, nos basamos en los datos de los que somos conocedores. Pero estamos abiertos a variarlas en el caso de que nos llegasen datos más aclaratorios de los que disponemos actualmente…
Teniendo como referentes a los oppidum hispanos citados por Ptolomeo en el S II d.C., la ciudad buscada debería seguir existiendo hacia esa época, aunque si fue una ciudad ibérica y posteriormente fue romana, varió a lo largo del tiempo. Por tanto debemos buscar o bien una ciudad que fue ibera y también romana, o bien que fue ibérica en un lugar y fue romana en otro no muy lejano.
Observando otras ciudades ibéricas de igual relevancia, ésta debería tener una amplia superficie, de unas 6 hectáreas en adelante, podría situarse en un cerro amplio en altura o bien en una zona más llana, podría tener restos de hábitat desde la Edad del Bronce hasta la actualidad, podría haber sido creada en la primera edad ibérica y finalizar en la última o en la romana, o podría haber sido trasladada desde una primera ciudad ibérica hacia una nueva de ámbito romanizado.
Tendríamos que encontrar un contexto entorno a él que diese explicación a porqué se situó ahí.
Deberemos tener en cuenta también lo que nos relatan las Fuentes Antiguas, que en este caso es, como hemos mencionado, la Geographia de Claudio Ptolomeo (S II d. C)
Así mismo, son importantes las fuentes arqueológicas. Deberían aportarnos datos sobre la zona que estamos investigando, y acercarnos a conclusiones mejor certificadas. Estas fuentes arqueológicas las debemos buscar por donde nos indican las Fuentes Antiguas escritas, en este caso Ptolomeo.
Localizando Lobetum
El que estemos buscando Lobetum no quiere decir que, si hallamos una posible localización, ésta sea la definitiva. Sin datos tangibles y certeros al 100%, nunca se puede asegurar nada. Pero si podemos acercarnos lo bastante para ir completando un puzzle hasta que encajen las piezas. En primer lugar vamos a localizar Lobetum y los lobetani según las coordenadas de la Geographia de Ptolomeo.

Orográficamente los lobetani se sitúan al oeste de los Mons Idúbeda (Sistema Ibérico), hacia la mitad de estos montes, y al norte del final de los Mons Orospeda (Sistema Bético).
Respecto a otras ciudades del mapa de Ptolomeo se sitúa al norte de Pucialia (término de Enguídanos, CU), al este de Valeria (Valera, CU), al oeste de Osicerde (Cerro de Las Majadas, El Castellar, Teruel), y al sur de Laxta (ubicación desconocida)
Si aplicásemos en un mapa actual las proyecciones de las coordenadas de Ptolomeo, Lobetum se encontraría en ese triángulo geográfico que queda entre Valeria, Osicerda y Pucialia (Putea), abarcando un territorio que se situaría al sureste de la Serranía de Cuenca, aproximadamente por La Serranía Media y Baja de Cuenca.
Si nos fijamos en los límites orográficos que circundan esta comarca, por el noreste claramente hay unos delimitadores importantes que son el río Turia y las montañas del Sistema Ibérico, a su paso por el Rincón de Ademuz, donde existen numerosos poblados y atalayas fortificados en altura iberos. Por el sureste otro delimitador sería el río Mira y las estribaciones que separan la pequeña meseta de la Tierra del Cabriel y el Magro, a la altura del Pico de Ranera, donde vigilan el territorio los potentes poblados fortificados en altura iberos de Sobrarias (Aliaguilla) y Molón (Camporrobles). Por el sur la confluencia de los ríos Mira, Guadazón y Cabriel, a la altura de donde se juntan los tres ríos, sería otra zona delimitadora. Allí encontramos vigilando el territorio al imponente poblado fortificado en altura de Cabeza de Moya (Enguídanos). Por el oeste hay dos posibles delimitadores que son el río Cabriel y el río Guadazón, entre los que quizás nos decantaríamos por el primero, debido a que su distancia desde la ciudad principal, según un territorio típico ibero, es más acertada, y a que éste produce una orografía complicada de superar, lo que indica un límite adecuado a una frontera natural.
Con esta información, y añadiendo unos kilómetros al diámetro de donde habríamos ubicado la posible localización de Lobetum para no quedarnos cortos, ahora debemos buscar un lugar arqueológico donde encontremos un oppidum de las características que hemos pedido anteriormente.
Así pues, dentro de un área comprendida entre los alrededores de los municipios de Mira, Talayuelas, Ademuz, Cañete y Cardenete sólo hemos encontrado un oppidum de estas características. En cambio, fuera y entorno a estos límites, equidistantes, localizamos varios de ellos.
Este oppidum del que hablamos está dentro del término de Moya, pero no es el cerro de Moya. (Según nos piden desde la administración, no indicamos la localización para protegerlo de los furtivos, aunque ellos saben de este sitio mucho antes que nosotros). Nada más observarlo desde las inmediaciones se percibe que fue habitado por los antiguos pueblos prerromanos, pues tiene las características de conocidos oppidum ibéricos como Asso, en Tolmo de Minateda (Hellín), o La Villa (Requena), o Saiti, en Játiva, o Saguntum, o Ilunum en Castillico de Villares (Elche de la Sierra), o Arcilacis en Molata de Casa Vieja (Puebla de Don Fadrique), o Begastri en Los Villaricos (Caravaca de la Cruz), o Basti en Cerro Cepero (Baza), u Oretum en Alarcos (Ciudad Real), o Parietinis en Peña del Castillo (Peñas de San Pedro), o Aras en Cerro Meca (Ayora).
Aunque no debemos olvidar que no todas las ciudades nombradas en Ptolomeo tuvieron esta tipología en cerro ni la extensión de estos oppidum, también debemos constatar que si existieron numerosos oppidum semejantes a ellos.
Al igual que los cerros oppidum homólogos citados, éste de Lobetum reúne las características ideales para ser una importante ciudad ibérica.
*Yacimientos celtiberos del valle del rio Cabriel, desde Salvacañete a Villar del Humo. Mariano López Marín
*Un itinerario de Córdoba a Zaragoza en el S X, Jesús Zanón.
Autor: Javier Jordá Sánchez
(P.D.: Agradecería que quienes tuviesen a bien utilizar este artículo para sus propias publicaciones o exposiciones, se dignasen a citarlo)