
(Fondo Rafael Bernabeu López, Archivo Asremus).
Hace cien años al escribir estas líneas. En 1922, la cultura requenense se aglutinaba alrededor de la Sociedad Recreativa “El Arte”. Despojadas las sociedades musicales Artístico-Musical y El Progreso de sus antiguos directores, Pérez Sánchez y Cervera, se habían fusionado un año antes en la nueva Unión Musical Requenense y todavía no se había consolidado un director con el carisma que alcanzaría, pocos años más tarde, Timoteo López Pamblanco.
Era alcalde de Requena el controvertido Adelo Haya Monsalve y el periodista Nicolás Agut y Sastre, al frente de La Voz de Requena, era concejal en la oposición. El periódico local, cómo no, ponía a caldo las actuaciones de la coalición conservadora que en el distrito comandaba el utielano Rafael Marín Lázaro.
El controvertido impuesto de consumos seguía dando de qué hablar a la prensa, que alababa, al mismo tiempo, los beneficios que suponían para la sociedad las cooperativas de consumo.
El día 30 de abril, La Voz dedicaba un extenso artículo a la Fiesta del Trabajo, en vísperas de su celebración con el cambio de mes. Comenzaba así:
Mañana, primero de Mayo, celebrará su fiesta anual el proletariado de todo el mundo. Las huestes obreras pedirán públicamente, una vez más, que se les reivindique de la miseria económica y, por ende, de la esclavitud política en que viven a pesar de todos los derechos conquistados.
Los vinos españoles subían algo su precio en el mercado francés, alentados por la inminente firma de un Tratado Comercial con Francia.
El día anterior, la Unión Musical Requenense había celebrado una función musical en el Teatro Circo para recaudar fondos.
El periódico seguía publicando, en forma de folletín, la novela del periodista requenense Julián Pérez Carrasco El Moro Muza.
Esa noche del 30 de abril, domingo para más señas, los jóvenes músicos y cantantes de la Sociedad “El Arte” salían a cantar los nuevos Mayos con música que, esta vez, no era de Pérez Sánchez, ni de Cervera, ni siquiera del alguno de los cultos músicos y compositores aficionados, hermanos Pino. No señor. Esa noche, la música era de un joven de diecinueve años, miembro del sexteto de El Arte, que tan solo un año antes había fundado la primera Rondalla Requenense: Rafael Bernabeu López. La letra estaba a cargo del joven periodista y poeta local Manuel Ferrer Montés, siete años mayor que el músico.
En la última página, como era su costumbre, el compositor firmó y estampó el sello de la Sociedad, añadiendo el dato curioso de que la música tenía exactamente 266 compases.

(Fondo Rafael Bernabeu López, Archivo Asremus).
Al ser domingo y estar cerrada ya la edición, la letra de estos Mayos fue reproducida en el número del domingo siguiente, 7 de mayo:
Despierta hermosa
por un momento
al tierno acento
de mi cantar,
oye un instante
la dulce trova
que hasta tu alcoba
debe llegar.
No son murmullos
que el viento lleva,
son las canciones
del trovador,
tiernos arrullos
que al alma eleva
como oraciones
al Creador.
En bella cuna de flores
nació Mayo venturoso,
el mes grato y delicioso
que trae perfumes de amor,
y acariciando tu frente
la brisa murmuradora,
en nombre de quien te adora
te ofrezco esta linda flor.
Cuando lleguen a tu alma
sus delicados aromas
quizá tiemblen las palomas
de tu pecho en dulce afán,
quizá de tu linda boca
se abra el capullo sangriento
y cruce en tu pensamiento
la imagen de tu galán.
Plácida noche de Mayo
que el canto amoroso invitas
dile mis amantes cuitas
a esa divina mujer,
canta el himno milagroso
de su hermosura pagana
y dila que es la sultana
dueña de todo mi ser.
Quizá me estés escuchando
y sonriendo dichosa
te incorpores bella rosa
en tu lecho virginal,
y reclinada en tus manos
la frente pura y serena
parezcas una azucena
de algún ensueño ideal.
Adiós mujer hechicera,
delicada mariposa,
divina y fragante rosa
de perfume embriagador,
cuando la luz de la aurora
bese tus ojos serenos
acuérdate por lo menos
de este pobre trovador.
La partitura original de Bernabeu que se conserva debió ser pasada a limpio por el autor tras el estreno, pues entre las partes corales y las de solistas incluyó las siguientes notas:
[Solo de barítono]
La creación de este trozo la hizo José Salinas Iranzo, Barítono Solista del Orfeón Requenense.
[Solo de tenor]
La creación de este trozo la hizo Vicente Palmero, 1er Tenor del Orfeón Requenense.
En un borrador autógrafo de la partitura, el autor escribió la fecha 16 de marzo de 1922. Está en la portada y falta la última página, perdida, por lo que no sabemos se esta fecha sería la de comienzo o final de la creación. En cualquier caso, se trata de mes y medio antes de cuando debía ser cantada, tiempo necesario para que el grupo de aficionados la ensayase adecuadamente.
También contamos con un detalle de los intérpretes, que fueron los que siguen:
Violines 1º: Leopoldo García, Diego Laguna, Manuel Gómez; Violines 2º: Emilio López, Manuel Jordá; Mandolina: Julián Espinosa; Laúdes: Julio Sánchez, Antonio Andújar, Agustín Andrés; Guitarras: Práxedes Gil-Orozco, Vicente Ferrer, Miguel Ruiz.
La orquestación es para coro masculino de tenores y barítonos, con los correspondientes solistas de cada voz, flauta, clarinete, mandolina, citarina, violines, violas, bandurrias, laúdes y guitarras. Resulta curiosa la inclusión de la citarina, ya que se trata de un instrumento muy inusual, basado en las antiguas cítaras y que debía tocarse sentado, apoyándola en las rodillas o en alguna mesa. Como otros compositores locales, Bernabeu también aprovecharía al máximo los instrumentos disponibles.
Aunque esta rondalla primaveral es la más antigua que se conserva de las compuestas por Rafael Bernabeu, en su portada el autor indicó IV Rondalla de Mayos. Si pese a su juventud había escrito ya otras tres, el compositor, en su extenso archivo, no las conservó. Tan solo han llegado hasta nosotros otros Mayos, los de 1936, y tres rondallas de Junios, de los años 1928, 1929 y 1944.
BIBLIOGRAFÍA:
GARCÍA BALLESTEROS, Marcial, Notas y comentarios en el CD Canciones de Mayos de Mariano Pérez Sánchez, Requena, Asociación Requenense de Musicología, 2016.
GARCÍA BALLESTEROS, Marcial, Rondalla y Coros de Requena, el sueño musical de Rafael Bernabeu, Requena, Asociación Requenense de Musicología, 2018.
PARDO PARDO, Fermín y OLLER BENLLOCH, María Teresa, Los Mayos en el campo de Requena-Utiel y otras comarcas valencianas, Requena, Centro de Estudios Requenenses, 1997.
HEMEROGRAFÍA:
Prensa Histórica en el Archivo Municipal de Requena.

(Archivo familia Jordá, ca 1920-1925).