Durante el reinado de Carlos V Requena vivió un tiempo de actividad intensa, que se reflejó en la concurrida plaza del Arrabal, que a menudo adoleció de las mejores condiciones. Consciente de su importancia, el municipio procuró mejorarla y encargó al vizcaíno Marquina, que antes también había ejercido de calero en nuestras tierras, la disposición de sus pilares de piedra a 23 de diciembre de 1542. Una parte de los mismos pueden admirarse hoy en día en el inmueble ocupado por el establecimiento comercial de Jordá Textil, en el número 6 de la requenense calle del Peso. Ofrecemos aquí algunas de sus imágenes.



