Una de las fechas indiscutiblemente mágicas del año es la de los Reyes Magos, que llevan la ilusión a la infancia de la mejor manera posible. Sus regalos a veces han alcanzado a las personas adultas, y en la Cuba española el haba del suculento roscón franqueaba la manumisión de un esclavo. Aquí el rey Baltasar alcanzaba un significado ciertamente pletórico.
En tiempos de dificultades los Magos de Oriente no han dejado de actuar de una manera u otra. La Requena de la década de 1930 acusó los problemas derivados de la intensa depresión que se abatió sobre una buena parte del mundo. Su producción vitivinícola dependía estrechamente de las alternativas del volátil mercado, y ante la grave crisis de la ciudad el Sindicato Único solicitó del municipio trabajo en forma de obra pública, por lo que la Junta de Policía Rural elaboró un padrón de contribución para el camino de la Serratilla.
En muchos hogares las celebraciones de Reyes resultaban tristes, pues demasiadas criaturas se quedaban sin regalos. Una curiosa carta, sin fechar, dirigida a Francisco Largo Caballero lo deja bien claro:
“Muy señor mío y de toda mi consideración y respeto.
“Yo soy una niña que voy al colegio con muchas ganas de aprender como mi papá no sabe yo pongo más atención para ver si así puede co(n)seguir enseñarle para que comprenda mejor los discursos que V. cuando va a escucharle. Tengo tres hermanitas más pequeñas que yo y otros años (h)e escrito a los magos para que nos echen juguetes pero esos señores no quieren venir por aquí y como yo hago decir a mi mamá que V. es el mago de la palabra y que no hay más verdad que la que V. dice me parece que le puede pedir los juguetes que magos no quieren traer el día 6, porque me lo figuro a V. un mago con mejor corazón que esos de Oriente porque esos no echan nada más que a los niños ricos y V. creo yo que no desatenderá el ruego de estas 4 hermanitas que creen en V.
“Esperando de su buen corazón nos mande unos juguetitos, quedan de V. atentas y seguras servidoras que besan su mano.
“Julianita, Juanita, Consuelo, Gloria Moreno.”
En Requena, la falta de juguetes también se acusaba en muchas familias. Consciente de ello, el 24 de diciembre de 1931 el concejal Agut avisó en el consistorio de la apertura de la suscripción popular para la fiesta del seis de enero con destino a los juguetes de los niños pobres. El Ayuntamiento se sumó entonces con cien pesetas, conceptuadas de gastos de representación.
La iniciativa tuvo éxito, y al año siguiente volvió a repetirse. El 22 de diciembre del 32 el concejal Pérez Giménez insistió en la suscripción de cien pesetas, y el también concejal Fernández Cárcel sostuvo que los juguetes deberían repartirse en la casa del Ayuntamiento por ser también la del pueblo. Maximiliano Iranzo Gil, presidente del Círculo Republicano Radical-Socialista, volvió a traer el tema a colación el 29 del mismo mes.
En este caso la unanimidad fue completa. Otra de las virtudes de la magia de los Reyes de Oriente.
Fuentes.
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE REQUENA.
Actas municipales del 17 de diciembre de 1931 al 10 de noviembre de 1932 (nº 2871), y del 17 de noviembre de 1932 al 21 de diciembre de 1933 (nº 2870).
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL.
Fiscalía del Tribunal Supremo, Causa General, 1565, Expediente 14, n. 243.