Vi hace poco una película, Noticias del Gran Mundo, protagonizada por el gran Tom Hanks, en la que un viejo exmilitar sudista viaja por el territorio de Texas, años después de la Guerra de Secesión, leyendo noticias de prensa por los pequeños pueblos de tan enorme estado. Una versión decimonónica de aquellos juglares que en la edad media contaban cuentos y llevaban las buenas o malas nuevas de ciudad en ciudad, superada, claro está, por la prensa, la radio, la televisión y, por fin, Internet.
Hoy tenemos un acceso completo a la información de lo que sucede en casi cualquier lugar del mundo, sin levantarnos de la pantalla del ordenador o, si me apuran, incluso de pie o tumbados, ya que en el móvil llevamos, comprimido, el mundo entero.
Pero tal vez las prisas, la carga de trabajo, los problemas cotidianos, la inmensa oferta televisiva o cualquier otro motivo, nos hacen condensar en unos momentos las noticias de lo que pasó ayer o de lo que está pasando hoy, en un breve telediario o en una web de información en el móvil, sin dedicar un rato tan solo a satisfacer nuestra curiosidad por lo que, aunque ya sea intranscendente, sucedió hace mucho tiempo.
A mí me gusta saber qué pasó en nuestro entorno en un tiempo pasado, origen al fin y al cabo de lo que somos en el tiempo presente. Creo que a aquellos que entran en Crónicas Históricas de Requena y leen lo que escribimos, también les motiva esa misma curiosidad. Pues para eso estamos.
La pandemia sanitaria que sufrimos a causa del Covid-19 no nos dejará, un año más, celebrar como debiéramos aquellas efemérides que, en circunstancias normales, nos tomaríamos más en serio desde cada sector de la cultura requenense. No por ello debemos olvidarnos de hechos y acontecimientos que tuvieron lugar en circunstancias menos adversas, si es que lo fueron.
1921 fue un año convulso para España. Con las posesiones de África revueltas y las reivindicaciones regionalistas en plena efervescencia, con la popularidad del rey Alfonso XIII por los suelos, la sucesión de los gobiernos de Eduardo Dato (asesinado el 8 de marzo), Gabino Bugallal y, por quinta vez, Antonio Maura; el denominado Desastre de Annual traería enormes consecuencias para la política española, revueltas obreras, la creación del Partido Comunista de España, y otros hechos que, si comparamos, no se diferencian demasiado, en términos muy generales, de lo que sucede hoy en día.
Sanitariamente, España tenía mala fama en el mundo a causa de una enfermedad que se había bautizado con el nombre de Gripe Española, y que entre 1918 y 1920 mató a más de cuarenta millones de personas en todo el mundo, de ellas 300.000 en España, donde se contagiaron más de ocho millones de personas (¿les suena?). Ser el único país del mundo que se hico eco del problema, le valió la funesta denominación, aunque los científicos determinaran que el origen podría haber sido Francia (1916), China (1917) o incluso Estados Unidos (1918). En cualquier caso, ahí quedó el nombrecito y para 1921 el mundo intentaba recuperarse de aquella pandemia que había dejado el doble de muertos que la Primera Guerra Mundial.
Despertemos en Requena cualquier día de hace cien años. O, mejor dicho, despertemos en domingo, porque era el día en que salían a la venta los periódicos de la ciudad. Si estábamos suscritos, tendríamos el periódico en el correo a lo largo del día; si no, iríamos a la propia redacción, a la librería (que estaría abierta) o al café de nuestras preferencias, a comprarlo o leerlo gratis mientras degustábamos un café o un chocolate con churros.
He aquí algunas de las noticias que podríamos leer, cualquier domingo del primer trimestre de 1921.
Un año que amaneció en Valencia, como en el resto del país, con jaleos diversos. Era capitán general Miguel Primo de Rivera y senador el utielano José García Berlanga Pardo. El día 8 de enero, el gobernador civil, Salvador Muñoz, fue tiroteado, junto a su esposa, al salir del Teatro Olympia, por un grupo de sindicalistas que protestaban por la deportación de varios detenidos en las últimas huelgas. Aunque salieron ilesos, el gobernador dimitió varios días más tarde, pasando su residencia a Madrid.
Mientras hechos como este tenían lugar, Requena empezaba el año con tres periódicos en edición: Eco de Levante, Requena (de la Sociedad “El Arte”) y el ya consolidado La Voz de Requena, que mantenían informados a los ciudadanos desde sus diferentes identidades, pero todos ellos dedicando especial atención a la situación general del país y a las próxima elecciones. El Eco del 2 de enero las denominada “elecciones del frío”, por la pasividad que demostraba el electorado. La Voz afirmaba que “el momento es propicio para la renovación política” y Requena, más atenta a la cultura que emanaba de su sociedad patrocinadora, animaba a entrar con buen pie en un editorial firmado por E.F. (Enrique Fagoaga), bajo el título de “Año nuevo, vida nueva”.
Era alcalde de Requena don Juan Martínez Martínez, empresario natural de El Herrumblar (Cuenca), casado con la requenense Asunción Haba Gil. Vendía tractores, segadoras, trillos, arados y otras máquinas agrícolas y pronto, en 1922, pondría la primera concesión de vehículos Ford en nuestra localidad.
Para el joven de dieciocho años Rafael Bernabeu López, miembro destacado de la Sociedad “El Arte” desde su fundación en 1919, sería un año de especial intensidad como miembro del sexteto de guitarras y cuerdas de la sociedad, para el que arregló o compuso diversos temas.
Entre sus obras originales, un “vals-boston” titulado Pilarín. Entre los arreglos, la conocida Sinfonía sobre motivos de zarzuelas, de Barbieri, o la marcha militar Alsacia-Lorena, de Graigné; además de un arreglo para violín, viola y violonchelo de la plegaria Eterno Genitor, de Salvador Giner.
Otro gran músico requenense, Pedro Sosa López, publicaría en 1921 su segunda marcha popular, Canciones del Montañés, para banda, que no alcanzaría la popularidad de Lo Cant del Valencià.
Si hablamos de música, trasladado a Valencia el compositor Mariano Pérez Sánchez y enfermo José Cervera Cervera, las dos bandas requenenses estaban en sus momentos más bajos. La Sociedad Artístico-Musical Requenense, agonizaba con algunos músicos más “despabilados” al frente, mientras el organista Ramón Damián Alarte se convertía en el último director de la Sociedad Musical “El Progreso”. De su desaparición, fusionadas en una nueva entidad musical, hablaremos en unos meses, ya que merecen artículo aparte.
Mariano Pérez Sánchez, animado por el éxito valenciano de su marcha Cansons de l’Horta, había dejado Requena camino de Valencia, donde esperaba hacerse un nombre como compositor. Por desgracia, si algo no faltaba en la capital eran grandes músicos y la cosa estaba difícil. Entre sus alegrías, el 20 de marzo de 1921, la Banda Municipal de Madrid, dirigida por el prestigioso Ricardo Villa, programaba en concierto Cansons de l’Horta, junto a obras de Meyerbeer, Chabrier, Wagner y otro valenciano, José Serrano. La marcha sería repetida en otros conciertos y el compositor requenense recibiría una carta de felicitación por parte del director madrileño.
En lo que se refiere a noticias locales insertas en nuestra prensa, una de las preocupaciones más notorias de la ciudadanía era el lamentable estado de las calles:
La Voz de Requena, 2-I-1921
Señor alcalde:
Los vecinos se quejan con sobrada razón del pésimo estado de la calle de los Desamparados y camino del Martinete que, si ya estaban en malas condiciones, han quedado intransitables a causa de las aguas que se echaron por la referida calle últimamente…
[…]
Hace mucho tiempo que nos venimos dirigiendo a la alcaldía para que se arregle la cuesta del Castillo y el encaño de la fuente de la plaza del mismo nombre, completamente al descubierto, como la cañería del agua que están destrozando los carros, sin que hasta la fecha hayamos sido atendidos por quien tiene la obligación de preocuparse de las cosas de la ciudad.
[…]
Se nos han quejado varios vecinos del abandono en que se tiene por parte de nuestra primera autoridad, el único reloj público que tenemos en Requena….
Seguramente que don Juan Martínez tendrá magníficos relojes en su casa y no le preocupa que algunos vecinos más modestos no los tengan y hayan de regirse por el de la villa.
Entre las preocupaciones sanitarias de la clase pobre, todavía destacaba la sífilis. No era extraño pues que los médicos tuvieran entre sus principales ocupaciones el tratamiento de la misma que, aunque no se citara en la publicidad, los afectados conocían perfectamente:
El doctor don Antonio García Romero aplica el 606 y 614, con honorarios económicos para los obreros. Consulta de 12 a 2. Calle del Carmen.- Requena.
También preocupaban y mucho, la seguridad ciudadana y los suministros alimenticios:
La Voz de Requena, 9-I-1921
Tenemos entendido que continúa sin solucionar el asunto de la casa-cuartel de la guardia civil, y que de no habilitarse enseguida local adecuado, se quedará Requena sin los servicios que presta tan benemérito cuerpo.
[…]
En breve se recibirá una importante cantidad de aceite de tasa, sólo para el Ayuntamiento más de 12.000 kilos, además de los concedidos a varias Sociedades obreras de la localidad; y se nos comunica que también muy pronto llegará bastante trigo destinado a la fabricación de harina de tasa para el consumo de Requena.
Esperamos que el alcalde seguirá ocupándose con igual interés para facilitar subsistencias al precio de tasa a la clase trabajadora.
A pesar de ello, los requenenses continuaban llenando los teatros locales, que compartían actuaciones diversas con proyecciones de cinematógrafo.
La Voz de Requena, 16-I-1921
TEATRO ROMEA.- Tarde y noche, presentación de la aplaudida artista de cantos regionales Encarnación Castillo. Séptima jornada de la interesante película “El buque fantasma” y proyección de las cintas tituladas “la caverna de los lobos” y “Para tales mujeres tales maridos” (cómica, en dos partes, para desternillarse de risa).
Y aunque las calles estuvieran intransitables, no por ello los requenenses dejaban de divertirse, que eso, los de por aquí, sabemos hacerlo muy bien.
La Voz de Requena, 30-I-1921
Baile en el Circo.
Esta noche, a las nueve, se celebrará en este teatro el primero de los grandes bailes organizados para el próximo Carnaval por la Sociedad Artístico-Musical Requenense.
Precio para la entrada de caballeros el de costumbre.
Ni que decir tiene que las señoras y señoritas entraban gratis. Hoy lo llamaríamos discriminación de género.
Terminemos este pequeño recorrido por los inicios del año 1921 con otro hecho discriminatorio, hoy solucionado por nuestro concejo municipal gracias a You Tube:
La Voz de Requena, 6-II-1921
Llamamos nuevamente la atención del alcalde y concejales para que celebren las sesiones públicamente, como exige la ley, y no alrededor del brasero de Secretaría donde no las pueden presenciar los vecinos.

HEMEROGRAFÍA:
Prensa Histórica Requenense (Archivo Municipal de Requena).