
desaparecido durante la Guerra Civil
(Dibujo de Fernando Morencos, hacia 1925).
Fruto de la colaboración entre la Asociación Requenense de Musicología (Asremus) y la Asociación Valenciana de Musicología (Avamus), acabamos de concluir la digitalización completa de las revistas Órganos del País Valenciano y Cabanilles.
Ambas revistas musicológicas son una referencia imprescindible para el conocimiento del importante patrimonio organístico de la Comunidad Valenciana, a través de artículos que estudian los órganos de las diversas iglesias de capitales y poblaciones de las tres provincias valencianas, hasta el mínimo detalle histórico y de construcción, acompañadas de múltiples ejemplos gráficos.
Órganos del País Valenciano (1979-1981) y Cabanilles (1982-1990), la primera mensual y la segunda trimestral, fueron editadas por la Asociación Cabanilles de Amigos del Órgano, presidida por el organista de Sueca y catedrático de órgano del Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo”, de Valencia, Vicent Ros Pérez, quien creo y dirigió las publicaciones, rodeándose de excelentes colaboradores entre los que se contaban prestigiosos organistas y organeros.

Una de las particularidades de ambas ediciones es que fueron impresas tanto en castellano como en valenciano, pudiéndose suscribir los interesados en el idioma que eligiesen. La edición en castellano favoreció, a nuestro criterio, su difusión entre la comunidad musicológica de habla hispana, dando luz internacional a un patrimonio organístico digno de mostrarse al mundo.
Órganos del País Valenciano fue una revista que se centraba, de forma monográfica, en un órgano concreto en cada número. Entre los estudiados se cuentan, por ejemplo, el de la Catedral y el de los Jesuitas, de los más grandes de Valencia capital, así como los de Sueca, Algemesí, Morella, Nules, etc.
Cabanilles amplió su horizonte y no sólo aportó nuevas investigaciones sobre órganos no tratados antes, sino que estudió organistas y organeros, tanto desde el punto de vista de intérpretes y compositores como perfilando biografías de los constructores de órganos valencianos o de otras regiones, que trabajaron en los instrumentos de la Comunidad Valenciana.

Esta revista, así como la asociación que la sustentaba, tomaron el nombre del apellido de uno de los más famosos y prestigiosos organistas y compositores valencianos, el músico, natural de Algemesí, Juan Bautista Cabanilles (1644-1712), perteneciente al periodo barroco de la música española.
Órganos del País Valenciano tuvo veintiséis números y Cabanilles treinta y seis, aunque el número físico de revistas fue algo menor, ya que algunas de ellas, por su volumen, contenían dos o incluso tres números unidos, cuando el tema a tratar era demasiado extenso para una sola revista.
Desde Asremus y Avamus se transmitió a su creador, Vicent Ros, la idea de digitalizar las revistas, siendo acogida por este con gran entusiasmo, dadas las posibilidades de difusión que se abrían a través de Internet. El profesor Ros, también doctor en musicología, cedió generosamente colecciones completas, en castellano y valenciano, de ambas revistas, que se han digitalizado con la máxima calidad que nos permitía nuestro escáner y dotando a los archivos, en formato pdf, de la posibilidad de búsqueda por texto. La edición digital se ha materializado en dos formatos: por un lado las revistas individuales y por otro las colecciones completas, de forma que se pueda realizar la búsqueda por palabras en toda la edición al mismo tiempo.
En la digitalización se ha incluido también una revista extraordinaria de la revista Cabanilles, publicada en 1994, con los índices onomásticos y referencias alfabéticas de ambas revistas, que permite localizar, de cualquier personaje o población citada en las mismas, todos los números y páginas en que se localiza el dato concreto, herramienta fundamental para los investigadores.

director de las revistas Órganos del País Valenciano y Cabanilles.
De su propia página web (www.organistavicentros.com), extraemos estos datos biográficos:
El organista y clavecinista valenciano Vicente Ros (Sueca, 1945), cursó sus estudios musicales en los Conservatorios Superiores del Gran Teatro del Liceo y Municipal de Música de Barcelona, especializándose en este último en órgano y clavecín. Amplió estos estudios, con especial atención a la música de tecla de las distintas escuelas europeas, con diversos profesores extranjeros: Santiago Kastner, Michel Chapuis, René Saorgin, Michelle Guyard… En 1978 obtuvo el premio Ruiz Morales en Santiago de Compostela en la especialidad de órgano. Es también Doctor por la Universidad de Valencia, y su tesis calificada Cum laude por unanimidad del Tribunal, gira en torno al tema Órgano e Ilustración Valenciana. Es académico de Número de la M. I. Academia Mundial de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades, versando su discurso de ingreso sobre el tema: El món sonor d’Ausiàs March.
Su formación pedagógica: método Orff con Jos Wuytack y sistema Kodály con los profesores Laszló Agócsy y Karóly Vargha, en Pécs (Hungría), sirven de inicio a su carrera docente en distintos centros educativos. Desde 1974 fue catedrático de Órgano y Clavecín del Conservatorio Superior de Música de Valencia, centro que dirigió entre los años 1984-1990, dando un gran impulso a la actividad docente, cultural y editorial.
Ha sido profesor de la Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia, centro con el que mantiene colaboración en cursos, seminarios y publicaciones. Sus actividades académicas también se han extendido al extranjero a través de diversas conferencias, cursillos y master class: Catedral Católica de Auckland y Universidad de la misma ciudad (Nueva Zelanda, 1996), MusikHöchschule de Berlín (1997). Centro Nacional de las Artes -Escuela Superior de Música- (México 2010).
A todo ello hay que añadir su intensa labor concertística y de grabaciones, en las que se ha centrado en el repertorio organístico y vocal de la Comunidad Valenciana, con un interés especial en la difusión de autores valencianos poco o nada conocidos, lo que desde asociaciones como Asremus valoramos en la medida en que se ajusta a nuestros propios fines sociales.
Vicent Ros fue el primero, desde la revista Cabanilles, que hizo mención musicológica al pasado organístico de Requena:
Cabanilles, nº 30 (abril-junio 1989)
BREVES DATOS PARA LA HISTORIA DE LOS ORGANOS y ORGANISTAS DE REQUENA
Muy pocos son aún los datos que conoceros hasta el momento sobre los órganos y organistas de Requena aunque no por ello hemos creído conveniente ordenarlos ya y divulgarlos, con la esperanza de que en un próximo futuro se puedan incrementar y podamos contar con el historial del pasado musical de esta importante Villa.
El primero en aportar noticias sobre el órgano de Requena fue el ilustre canónigo valenciano, tantas veces citado en nuestras publicaciones, D. José Sanchis Sivera, al dar a conocer un breve doc[umento] sobre los poderes que otorga el 24 de septiembre de 1496, Pedro Valverde, ‘magister organorum civitatis de Trusillo, Regni. Castelle’, para reclamar a los frailes carmelitas de Requena el coste de la construcción de un órgano(1).
Si en fechas tan tempranas el convento de carmelitas de aquella villa ya poseía un órgano, es lógico pensar que la iglesia parroquial de aquella villa también lo tuviera, -aunque por el momento no lo podamos documentar-, dado que también tenemos noticias de algún organista requenense como veremos más adelante en fecha anterior a la señalada.
Hace unos pocos años, el eminente musicólogo e hispanista francés Louis Jambou, quien tanto ha hecho por la investigación sobre el órgano español., me facilitaba copia de un importante documento del 26 de agosto de 1750, procedente del archivo diocesano de Cuenca, sobre la construcción de un órgano para la parroquia de San Nicolás de Requena, a cargo de los organeros franciscanos fray Antonio Montón y el hermano Francisco Xibiaque, de quienes hasta el momento no se les conocen otros trabajos por tierras valencianas.
Dado que este documento acaba de darlo a conocer el Sr. L. Jambou(2), no lo reproduciremos aquí, limitándonos a resumir su contenido y aprovechar la ocasión para adjuntar los breves datos que sobre el particular han llegado hasta nosotros, tal como apuntábamos al comienzo de este artículo.
Este expediente de D. Pedro Ramírez Yranzo, Cura Párroco por aquellas fechas de San Nicolás, en Requena, pidiendo la continuación de la obra del órgano, nos muestra el trabajo de estos organeros, que con el permiso del Rvdo. Provincial de su orden, «vinieron a esta villa para travajar como maestros organeros en el adelantamiento del órgano antiguo, que había en dicha iglesia, sin más interés, ni costa para su fábrica, que el de sus precisos alimentos».
Dado que el órgano antiguo de dicha iglesia era muy pequeño y estaba en muy mal estado, se decide hacerlo prácticamente nuevo, aunque aprovechando los juegos del viejo. Estos últimos deberían ser prolongados en cinco caños «que les falta a cada uno para lo moderno».
A los 12 juegos antiguos que no se especifican en el documento, se añaden los nuevos que reseñamos a continuación:
Corneta Magna 7
Bajoncillo Clarín
Trompeta Real Trompeta Real
Lleno 4 h Lleno 4 h
Nazardo 17ª Nazardo 17ª
Nazardo 15ª Nazardo 15ª
Nazardo 12ª Nazardo 12ª
Flautado 12 palmos Flautado
También tendría el nuevo órgano «ocho contras de entonazión de doze palmos con un juego de timbales «a la sol re”, y ottro a la mi re». Todo lo expuesto junto con fuelles, secretos, etc. no debería sobrepasar el coste de 7.400 reales, como consta en el documento antes citado del 9-9-1750 firmado por los organeros ante el notario Joseph ¿?
A estas escuetas notas sobre los órganos de Requena solo podemos añadir por el momento algún dato sobre organistas que debemos por un lado a Carreras Candi sobre Martin Clavijo, a quien considera que en su tiempo era “uno de los mejores organistas de España y buen compositor musical”(3), y por otro a Vicente Alonso, quien en su extenso trabajo sobre los órganos y organistas de Alzira publicado en esta misma revista(4) nos habla de un organista de Requena, casado y con hijos, que en 1492 se planteó su contrato por los responsables del tema en Alzira, hecho que al parecer no llegó a consumarse.
Con estos pocos datos abrimos la puerta para que en el futuro pueda documentarse más ampliamente el historial organístico de Requena.
V. ROS

(Foto: Gonzalo Caballero)
(https://www.enharmonia.es/blog/82-nociones-de-registracion-iv).
Hoy podemos afirmar que, aunque no con la amplitud que nos gustaría, son muchos más los datos que contamos en Requena sobre nuestros órganos y organistas, así como de algunos de los organeros que nos visitaron. En cuanto a las referencias que cita el doctor Ros sobre otro artículo publicado con anterioridad en la revista Cabanilles y que hace referencia a Requena, reproducimos el párrafo en cuestión:
Cabanilles, nós. 14-16, abril-diciembre 1985
Órganos y Organistas de Alzira
por Vicente Alonso Climent
[sobre la posible sustitución del organista titular de Santa Catalina]
En lugar de Joan Bonafé, que acabó por marcharse, tomó el cargo Onofre Reig, presbítero, vecino del lugar de Carlet. Este venía a la Villa los sábados y festivos, por un salario de 100 sueldos –cinquenta más que los que le pagaban al anterior organista (D.25)-. Sea por cualquier motivo, Onofre Reig solía faltar muchas veces. Dejando a menudo las festividades de la iglesia sin el acompañamiento necesario. La Villa el veinticinco de octubre de 1492, con el fin de resolver esta situación, negocia con un organista de Requena -del Reino de Castilla- del que hasta ahora no sabemos el nombre, el cual se ofrecía venir a la Villa y avecindarse aquí con su familia. La Villa de Alzira, que sufría desde siempre los problemas del despoblamiento -llegó, incluso, en algunos casos, a ofrecer la exención de impuestos a todo aquel que quisiera habitar en la Villa-, acordó que se dotara el cargo de organista con 50 sueldos más, para facilitar así que el organista de Requena pudiera venir con su familia. Estos cincuenta sueldos de aumento, los jurados mandan que se paguen de las arcas de la obra de Santa Catalina (D. 26). La Villa se quedó sin los nuevos vecinos, ya que encontramos todavía a Onofre Reig acudiendo desde Carlet a tocar el órgano.
La importancia de este breve dato es crucial para la historia de la música requenense, pues nos ofrece información sobre la existencia de un organista natural de Requena, datada el mismo año del descubrimiento de América. Este es, por el momento, el dato más antiguo que tenemos documentado sobre la historia musical de nuestra ciudad.
Una ciudad que, recordemos, llegó a tener al menos seis órganos en funcionamiento, en las iglesias de Santa María, San Nicolás y El Salvador, así como en los conventos de San Francisco (franciscanos), el Carmen (carmelitas) y San José (agustinas). Una comunidad en la que todavía se recuerda al organista y compositor Martín Clavijo Turégano (1784 – 1862), autor de uno de los motetes que se cantan en la procesión de los Pasos de nuestra Semana Santa, organista de San Nicolás. Contemporáneos suyos fueron Constantino Cañas (1809 – ¿?), organista de El Salvador y Fernando Montés López (1809 – ¿?), organista de Santa María, todos ellos ocupando, además, el cargo de sacristanes de dichas iglesias.
La destrucción sistemática y sin sentido de todos los órganos requenenses que quedaban, durante la Guerra Civil Española (1936-1939), privó a la ciudad de conocer y escuchar los órganos citados. Tras la contienda, algunas iglesias se dotaron de pequeños órganos portátiles, denominados armonios, accionados por fuelles a pedales por los propios intérpretes, de los que recordamos el que hubo en la iglesia del Salvador, con cierre de cortinilla y varios registros manuales, así como los que se han conservado, hoy en desuso, en la iglesia de El Carmen, también inhabilitados.

Iglesia de El Carmen (Requena).

(Iglesia de El Carmen, Requena).


fabricado por la empresa Múgica, de San Sebastián,
con altavoz en el coro (en uso hasta hace pocos años)
(Iglesia de El Carmen, Requena).
De aquella tradición organística no sólo nos ha quedado el dibujo de Fernando Morencos que se reproduce al principio de este artículo, sino una extensa muestra de la música vocal con acompañamiento de órgano del último sacristán-organista que tuvo Requena: Ramón Damián Alarte (1874-1961), de la cual Asremus ha realizado recientemente una grabación discográfica con el coro “Salix Cantor”, de Madrid, que se presentará próximamente.

editado por Asremus.
Tras todo lo expuesto y como amantes de la música, no hace mucho que se nos hacía la boca agua cuando el profesor Vicent Ros nos animaba a reverdecer nuestra tradición musical y buscar la forma de conseguir un nuevo órgano para colocar en alguno de los auditorios de Santa María o San Nicolás, he incluso en la arciprestal del Salvador, hace pocos años remozada y en la que el sonido de un órgano moderno, pero a imagen de los famosos órganos castellanos del siglo XIX, nos elevaría a alturas celestiales.
BIBLIOGRAFÍA (Cabanilles, nº 30):