Don Generoso Planells es una de esas grandes personalidades de la esfera cultural utielana durante la Edad de Oro de Utiel. Un ilustrado veterinario que sin abandonar sus responsabilidades profesionales siempre estuvo alimentando su afán por sus grandes pasiones: la fotografía, la música y el esperanto. Pasiones a las que se añade su amabilidad, lo que le hizo ser uno de los hombres más queridos de esta ciudad, cuya figura sigue siendo aún recordada por aquellos que lo conocieron.
Generoso Planells Sánchez nace en Utiel el 17 de julio de 1881 en la casa de la esquina entre las calles Gómez Ferrer y Abarca. Estudia bachiller en el Colegio de las Escuelas Pías de Utiel y con 15 años acaba la carrera de Veterinaria en la ciudad de León. Desde entonces se dedicará laboralmente el resto de su vida a ser veterinario en Utiel, labor que le permitirá tener un trato cercano con prácticamente todas las familias de la población, atendiendo principalmente a las caballerías afectadas por algún mal y a otros animales. En 1955 recibiría por su elogiable actividad profesional el premio anual otorgado por el Consejo General de Veterinarios de España.
Pero más allá de esa impecable labor profesional y casi social con los animales de la que dependía el sustento de la población llana de la Comarca, D. Generoso siempre estuvo atendiendo sus numerosas aficiones culturales en su tiempo libre. Y es que además de ser un extraordinario veterinario, nuestro protagonista sería fotógrafo, periodista, músico, compositor, esperantista, coleccionista,…
Una de sus inquietudes más curiosas fue la afición por el esperanto. Aquella lengua inventada en 1887 por el oftalmólogo polaco Lázaro Zamenhof como un idioma auxiliar que permitiera comunicarse a todas las personas del mundo. Siendo delegado Internacional de este idioma y obteniendo el título de Caballero de la Orden de Antares.
La fotografía también le interesó, las ilustraciones de Utiel en la Geografía del Reino de Valencia (1924) de José Martínez Alcoy fueron suyas, así como la corrección gramatical de la misma. Igualmente, durante un tiempo, cuando las cámaras fotográficas no eran abundantes. El hombre hacía desinteresadamente la foto de carnet a los que se lo pedían para los documentos de identidad.
Una afición tardía fue la música, que empezó a estudiar a los 40 años con un gran interés. Demostrando una vez más su gran calidad intelectual, ya que en marzo de 1921 comenzó sus estudios musicales y para octubre de ese mismo año se convertía en director de la Banda de Utiel. Comenzando incluso a componer obras musicales que alcanzaron un alto reconocimiento, entre las cuales destacan Córdoba, Himno de Utiel, Gente de bronce o Arena Muchacha. También haría pasodobles: Rafaelillo, El Potajero dedicado a su buen amigo Alejandro Romero “el potajero”, La Sardina, Club Deportivo de Utiel,…

Don Generoso Planells fue un hombre extremadamente culto y con una fama considerable, sería corresponsal en Utiel del diario valenciano “Las Provincias” y Director Correspondiente del Centro de Cultura Valenciana. Además, se interesó por coleccionar objetos curiosos, antigüedades, pinturas y cerámicas utielanas, libros y una colección de pipas de fumar en la que había de todos los paisas del mundo. Incluso la botánica le interesó, comprando la semilla de un árbol de lejanas tierras que hoy en día forma parte indispensable de la silueta de la Ciudad Antigua de Utiel. Me refiero al cedro ya centenario de su jardín en la casona donde vivió en la calle Camino. Unas semillas de un árbol que adquirió en Valencia y que resultó ser un cedro autóctono del Himalaya, plantándolo en su jardín. Se trata de uno de los árboles monumentales más valiosos de la Comarca por su antigüedad y rareza.
Don Generoso, como siempre se llamó cariñosamente por sus vecinos, fue un hombre trabajador, afable, sencillo y con un gran sentido del humor. Cualidades que le hicieron ganarse el cariño de los utielanos y alcanzar un gran recuerdo en la escena local. Murió con 77 años, en su último viaje sería acompañado por su querida Banda de Música, que interpretaría dos de sus composiciones más importantes (Utiel y Gentes de bronce). Tras su muerte el ayuntamiento utielano le otorgaría un último reconocimiento, dándole su nombre a una plaza en la zona occidental de la ciudad desde donde parten las carreteras y caminos a las aldeas utielanas. Se trataba del lugar donde se realizaba el antiguo mercado de animales, donde se hacía el importante comercio de caballerías y “chinos” (cerdos) que tanta fama le dio a Utiel. Ahora, ese lugar tan vinculado a los animales, lleva el nombre del veterinario, D. Generoso Planells, que dedicó toda su vida a ellos y por la cual, se granjeó el afecto de su ciudad.