Más de 150 años sin tener que volver a defender la Tierra del Cabriel de enemigos que nos quisieran conquistar, quien lo iba a decir. Requena y Utiel se habían convertido en ciudades de gentes apacibles y acomodadas, hasta el punto de no preocuparnos de nosotros mismos, hasta llegar a un nivel de dejadez que ha permitido frecuentemente el abuso y el aprovechamiento de nuestros bienes y quehaceres. Hasta el punto de que hemos perdido gran parte de nuestra riqueza y población en favor a otros ajenos.
La villa real de Requena fue cedida injustamente en 1465 por el rey Enrique IV al Conde de Castrojeriz. El rey anuló en 1468 la concesión, y el pueblo de Requena tuvo que expulsar a las tropas del conde que ya habían ocupado la fortaleza. Tras la aparición de San Julián Mártir en la cuesta de dicho nombre, los del conde salieron huyendo gritando “¡santos contra nos, volvámonos!”
En junio de 1706 la población de la villa castellana de Requena se defendió durante 18 días del asedio de los cañones de las tropas austricistas, hasta que la amenaza de minar la fortaleza les hizo rendirse. La villa quedó arrasada tras la resistencia, y las tropas de ingleses, holandeses y campesinos valencianos la saquearon por completo. Pero en mayo de 1707, tras la batalla de Almansa, ganada por los borbones, fue recuperada para sus habitantes.
El 17 de septiembre de 1835 el general carlista Ramón Cabrera entraba con 1200 hombres en Utiel, donde se alistaron bastante jóvenes a su ejército. Al día siguiente se dirigió hacia Requena seguro de atraer a la población a su causa. Milicianos de Utiel, Caudete, Fuenterrobles, Camporrobles, Venta del Moro partidarios de Isabel II acudieron para ayudar a la defensa de Requena. El coronel Albornoz, jefe del cantón militar aprestó a los ciudadanos a la defensa, reuniendo 150 fusiles y muchas escopetas. Ante el ataque de los carlistas, los voluntarios de Requena se defendieron con abundante fuego. Ante la próxima llegada de tropas urbanas de poblaciones próximas para ayudar a los defensores, Cabrera huyó hacia Chelva. Al año siguiente, en septiembre de 1836, los carlistas del general Gómez juntaron 8000 hombres en Utiel para volver a intentar la toma de Requena. Volvieron a aunarse los ciudadanos de toda la comarca para la defensa de la ciudad, los nacionales de Utiel y Venta del Moro bajo las órdenes del teniente Enrique Zanón, rechazaron el ataque de Gómez desde el sureste. Los carlistas abandonaron su propósito, tomando el camino de Utiel.
El día 9 de enero de 2020, las gentes de la Tierra del Cabriel acuden al llamamiento en Utiel y en Requena para unirse toda la comarca con el propósito de evitar la conquista de la lengua. Las tropas catalanistas implantadas en la región de la Comunidad Valenciana quieren sitiar a nuestra lengua, el español, eliminarla y sustituirla por el valenciano normalizado o catalán del sur. El conde al que el rey ha donado nuestra lengua, ya ha entrado en nuestros centros educativos, los ha ocupado, las tropas lingüísticas enemigas han rodeado nuestras murallas comarcales, y con su gran ejército se saben ganadores, piensan que es imposible la resistencia. Pero hoy, como ayer, las gentes de la Tierra del Cabriel nos volvemos a unir para defendernos unos a otros. Las convocatorias informativas en contra del plan lingüístico de centros educativos del día 9 de enero en Utiel y en Requena han juntado a más gente que nunca, hacía innumerable tiempo que no nos movilizábamos tanto, que no dejábamos nuestro conformismo en casa, que no salíamos a defender nuestras murallas, aunque esta vez sin fusiles ni cañones, esta vez con las voces firmes y la cabeza muy alta.
El 9 de enero será recordado en la historia de la Tierra del Cabriel por ser el punto de inflexión del despertar de una comarca dormida.
¡!!Santos contra nos, volvámonos!!!
Autor: Javier Jordá Sánchez , (padre en el consejo escolar instituto IES 1 de Requena)
