El arranque del siglo XVIII, no siempre tan luminoso como a veces se dice, resultó difícil para Requena y el resto de los españoles, con la guerra de Sucesión por medio. Entonces, el ejercicio de las responsabilidades municipales supuso una tarea tan engorrosa como comprometida, que más de uno eludió. Se debían cobrar las contribuciones y aplicar las órdenes reales, motivo de más de un encontronazo con el airado vecindario. La cosa fue a mayores bajo la ocupación de las tropas de Carlos de Austria.
A comienzos de la década de 1720, con un panorama más sereno, ejercían como regidores perpetuos don Alonso Carcajona y Londoño, don Bartolomé Ramírez de Espinosa y don José Serrano Barrasa, tipos experimentados, en parte procedentes de los linajes dominantes del pasado.
El gobierno de los regidores no solo se encontraba contrapesado por el corregidor, sino también por los procuradores o representantes de las fuerzas vivas, que cambiaban anualmente. En 1722, Juan de la Cárcel Marcilla fue el procurador síndico general de la villa; Martín Cantero Paniagua, el del común o el de los plebeyos; y Vicente Ferrer, el del estado noble.
Pronto el grupo de los regidores perpetuos recibió refuerzos. El primero de julio de 1722 presentaron su solicitud don Juan de Nuévalos, don Nicolás Ruiz Ferrer y don Martín Ruiz Ramírez.
Con lazos familiares comunes, reclamaron su regiduría perpetua con voz y voto en el ayuntamiento en virtud de títulos de propiedad gozados por personas de su linaje. Don Juan de Nuévalos esgrimió el de don Martín Ruiz de la Cuesta; don Nicolás Ruiz Ferrer, el de don Francisco Berlanga Ruiz; y don Martín Ruiz Ramirez, el de don Gregorio de Nuévalos. La oligarquía de fines del XVII volvía a interesarse por la gestión municipal directa.
El rey había dado su beneplácito a sus títulos y a sus peticiones: el señor de Requena fue obedecido, consecuentemente. Así pues, los munícipes tomaron en sus manos sus credenciales, y los trataron con el respeto merecido por los documentos reales. Se acordó que saliera a recibirlos don José Serrano Barrasa y se les tomó juramento a los tres. Ya incorporados, figurarían como los nuevos regidores perpetuos de la Requena de Felipe V.
Fuentes.
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE REQUENA.
Actas municipales de 1722-23, nº 3270.
