Competición permanente a ver quiénes somos más tontos, los de Requena o los de Utiel, o bien los de Utiel o los de Requena.
Mientras, hemos visto pasar las últimas décadas acomplejados de ser inferiores a nuestros vecinos valencianos, hemos visto cómo nuestros hijos tenían que emigrar porque las infraestructuras, la industria, el comercio, y todo el “entelequio” que sustenta la economía, la sociedad y la cultura de nuestra comarca se ha ido viniendo abajo sin que a nadie le importe.
Mientras discutíamos por ver quién es más tonto de nuestros dos municipios, hemos perdido nuestra dignidad, nuestro orgullo de ser quienes somos y nos auto menospreciamos por ser de aquí.
Mientras nos ocupamos de discutir el nombre de qué tonto va en primer lugar en la denominación de la comarca, nuestras rentas per cápita se acentúan en ser las más pobres de la Comunidad Valenciana.
Mientras el resto de municipios valencianos e incluso manchegos crecen en población desde hace décadas, nosotros nos hemos quedado muy en la cola, y no representamos más allá del 0,8-0,9 % de la población regional.
Por lo menos podemos presumir de ser los campeones de los tontos que discuten por tonterías, tanto los de Utiel como los de Requena, o bien, tanto los de Requena como los de Utiel.
¿Y si hubiese algún tonto entre todos nosotros que se le ocurriese una denominación muy tonta que fuese neutral, en la que no cupiesen sólo los tontos de Requena y Utiel, sino también los tontos de Caudete, Chera, Fuenterrobles, Villargordo, Camporrobles, Venta del Moro y Sinarcas?
¿Y si se dejase que los tontos que vivimos en nuestra comarca eligiésemos un nombre neutral mediante ideas y votaciones que no implicase que el municipio más tonto de los dos “gallitos” fuera el que figurase el primero delante del otro?
¿Y si pensásemos que sólo nos tenemos unos municipios a otros en la comarca para salir de esta situación de subdesarrollo frente al resto de la región y de España? Nadie nos va ayudar si no nos ayudamos entre nosotros.
Reconozcámoslo, hemos caído en picado, somos una comarca desfavorecida y pobre. Y entre pobres se pelean por un mendrugo de pan, mientras los ricos se reparten felices las ricas viandas del banquete.
Esta situación tan tonta de “¿quién va primero?” me recuerda mis años jóvenes de párvulos en el colegio, guardando fila para entrar en clase el primero, colándonos a codazos unos críos por delante de otros, para conseguir el objetivo de…. ¡ENTRAR PRIMERO EN CLASE!
Por cierto, ¿dónde ha ido a parar la educación de “pase usted primero”?
Saludos de un tonto muy tonto, de Requena.

Autor: Javier Jordá Sánchez