Conocida es la importancia de los hijos de Fernando de Antequera, los infantes de Aragón, en la vida política hispana del siglo XV. Sus ambiciones desataron la guerra entre Castilla y Aragón alrededor de 1429. Juan II de Castilla, con la inestimable ayuda de su privado don Álvaro de Luna, mantuvo entonces una posición de firmeza frente a ellos, y Alfonso V de Aragón entró en liza como cabeza del linaje. En el verano de 1429 los castellanos tomaron Monreal y Ariza, pero pasada la estación las tropas se desplazaron al interior de Castilla. Entonces se puso en funcionamiento la organización de la defensa de la frontera ante las incursiones aragonesas y navarras.
Entre los meses de enero y julio de 1430 se suministraron importantes cantidades de grano con destino a las fuerzas de infantería y caballería allí desplegadas. En determinadas plazas se consiguieron reunir un buen número de fanegas:
Localidad. | Cantidad de fanegas de trigo. | Cantidad de fanegas de cebada. |
Santander | 27.995 | – |
Soria | 17.022 | 19.879 |
Almazán | 16.183 | 17.128 |
Logroño | 4.882 | 4.929 |
Molina | 2.643 | 5.131 |
Cuenca | 2.532 | 5.682 |
Requena | 2.495 | 2.284 |
Calahorra | 1.615 | 1.723 |
Moya | 495 | 319 |
En las plazas de Soria, Almazán, Logroño y Calahorra las cantidades de cereales fueron suministradas por mercaderes judíos, especialmente del círculo familiar de los Bienveniste, repartido entre Burgos, Soria, Guadalajara y Zaragoza. Abraham Bienveniste formó parte del séquito de don Álvaro de Luna y desempeñó importantes responsabilidades en la recaudación de impuestos. El no menos destacado Yuçaf Nasí, de Medina de Pomar, también tomó parte activa en ello.
En Molina, el caballero Juan Ruiz y el recaudador del pedido y moneda del arcedianazgo de Guadalajara Luis González de Toledo fueron los suministradores, y en Cuenca Alfonso Fernández de Valera. Entre septiembre de 1430 a junio de 1431 se dispensaron desde Requena las fanegas apuntadas, aunque no conocemos los nombres de los abastecedores.
Las cantidades aprontadas en Requena fueron sensiblemente menores que las reunidas en Soria o Almazán, pero no se debería a diferencias tan considerables de potencia económica. Cuenca y Molina no la superaron de forma tan amplia. La razón estribó en el ritmo de las operaciones militares, en las que los castellanos priorizaron el frente aragonés sobre el valenciano. En todo caso, la plaza de Requena formaba parte destacada del dispositivo defensivo castellano a todos los efectos: logístico, plaza de armas, punto de información. Una circunstancia que redundaría en beneficio de la localidad, no solo en punto a sus defensas sino también a su comercio.
Bibliografía.
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CANTERA, Enrique, “Algunas notas sobre Abraham Bienveniste, Rab Mayor de los judíos y tesorero real en tiempos de Juan II de Castilla”, Espacio, tiempo y forma. Serie III. Historia Medieval, 27, 2014, pp. 161-192.
CAÑAS, Francisco de Paula, El itinerario de la corte de Juan II de Castilla (1418-1454), Madrid, 2007.
PORRAS, Pedro Andrés, Juan II, 1406-1454, Palencia, 1995.