Un 4 de junio de 1917, el Ayuntamiento de Requena decidió suprimir el refrigerio del Corpus. Más allá de las cuestiones religiosas (entonces candentes), la hacienda municipal no estaba para lanzar cohetes de alegría. Las deudas la asediaban por todas partes, y no se terminaba de desembarazar de los aborrecidos consumos y de otros recargos para disgusto de los contribuyentes.
Un compromiso del que no pudo prescindir el Ayuntamiento fue el de socorro y suministro de las tropas de paso, toda una herencia del mundo del Antiguo Régimen, el de las exigencias del servicio de bagajes, que recaía en los lugares de paso como el nuestro.
Las tropas se movían bastante a lo largo y ancho de la geografía española, según se desprende de las cantidades pagadas al respecto por el municipio requenense:
Año | Cuantía en pesetas |
1900 | 3.390 |
1901 | 700 |
1902 | 560 |
1903 | 650 |
1904 | 700 |
1905 | 724 |
1908 | 108 |
1913 | 277 |
1914 | 872 |
1915 | 305 |
1916 | 695 |
1917 | 1.010 |
La entrada en el siglo XX, un verdadero desfile, fue sonada. Entre 1901 y 1908, las cosas se remansaron, con una media anual de un poco más de 573 pesetas. Curiosamente, no consta ninguna cantidad para el intervalo de 1909-12, con acontecimientos como la movilización para la guerra del Rif o la Semana Trágica. De 1913 a 1917, la media anual se situó en cerca de las 632 pesetas, con años tan significados como el de 1917, de gran inquietud social e intervencionismo militar.
En el 17 se reconoció explícitamente que un soldado era socorrido a razón de cincuenta céntimos, un cabo con una peseta, y con dos un sargento. Precisamente en septiembre de aquel año estuvo en Requena el regimiento de caballería Victoria Eugenia y el octavo regimiento montado de artillería, cuando la deuda del Ayuntamiento con el pósito ascendía a 2.644 pesetas.
Con la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, tal situación se mantuvo. Por gastos ocasionados entre noviembre de 1924 y el mismo mes de 1926, la Intendencia Militar reconoció deber al Ayuntamiento requenense unas 953 pesetas, en conceptos como el suministro de paja para trece oficiales, 107 soldados con sus caballos y tres carros.
No fue el único desembolso hecho por aquel entonces. Entre enero de 1924 y junio de 1925, el Ayuntamiento tuvo que pagar para el Ejército y la Guardia Civil unas 2.814 pesetas, de las que restaban por satisfacer 1.253 en el verano del 25. El apurado alcalde tuvo que reafirmar su compromiso a todos los efectos. Por desgracia, en los años venideros todos los vecinos de Requena tuvieron que cargar con acrecentados gastos militares y otros infortunios no menos sonados.
Fuentes.
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE REQUENA.
Actas municipales de 1917, nº. 2887.
Correspondencia del Gobernador Militar, nº. 1283.
