La cercanía geográfica y humana entre Requena y Buñol no ha impedido que en el pasado estuvieran separadas por una frontera, la de las coronas de Castilla y de Aragón en la Baja Edad Media, cuando los mudéjares de la hoya de Buñol no siempre mantenían relaciones amistosas con los cristianos castellanos de Requena.
Los enfrentamientos entre las dos Coronas no cortaron, ni de lejos, las relaciones comerciales y de otro tipo entre ambas. Al ser declarado el 28 de junio de 1412 Fernando de Antequera rey de Aragón, cerrándose oficialmente el interregno abierto el 31 de mayo de 1410, parecía que las diferencias iban a perder importancia.
Sin embargo, la tranquilidad no hizo acto de presencia entonces, pues la hoya de Buñol era señorío de Jaime de Urgel, el claro perdedor del compromiso de Caspe. Tras unos meses de aparente calma, los informadores de Fernando I tenían fundadas sospechas en mayo de 1413 de la preparación por sus partidarios de un levantamiento en Siete Aguas, Yátova y Buñol.
En julio se rompieron las hostilidades, cuando los leales a Jaime de Urgel se hicieron fuertes en el castillo de Buñol. Fernando I movilizó todos sus apoyos a ambos lados de la frontera. El adelantado mayor de Castilla, Diego Gómez de Sandoval, avanzó desde Requena con una fuerza de 200 lanzas o unidades de caballería y 300 infantes. Era uno los comandantes de mayor confianza de Fernando I desde los días de sus campañas contra los musulmanes de Granada, que culminaron con la toma de Antequera en 1410. Paralelamente, el lugarteniente del gobernador del reino de Valencia Joan Escrivà también avanzó con sus fuerzas, compuestas por las huestes de varios municipios.
El asedio se prolongó hasta el 19 de aquel mes, pues algunos capitanes como Bernat Aguilar se mostraron dispuestos a abandonar la causa de Jaime de Urgel a cambio de 2.000 florines. A 1 de agosto, el baile general de Valencia Berenguer Mercader fue nombrado alcaide del castillo de Buñol, a tenencia a costumbre de España, por los mismos jurados de Valencia en nombre del rey.
La sintonía de entonces entre las autoridades municipales de Requena y Valencia se evidenció cuando los jurados valencianos intercedieron ante sus homólogos requenenses por el conde Paulo de Valaquia, que pedía ayuda económica para rescatar a sus familiares de los turcos.
Precisamente, entre 1412 y 1414, una importante crisis de subsistencias golpeó las tierras de Castilla, lo que favoreció el contagio de peste de 1413-4, que también afectó a Marruecos. La escasez había forzado a gentes de Requena a aprehender ciertos productos a los vasallos de Fernando I. Consciente del problema de buena vecindad, Berenguer Mercader socorrió con cereal siciliano, llegado a Valencia, a Requena y a otros lugares de la frontera. Por aquel tiempo, circulaban por Requena florines de cuño aragonés, y el contacto comercial era estrecho.
Entre el 3 y el 11 de mayo de 1414, Mercader trató de componer desde Buñol las diferencias con Requena, pero los hechos de Alcira contra Pere de Montagut le obligaron a marchar. Sin embargo, su misión pareció surtir efecto, pues en los meses siguientes no se mencionaron más incidentes similares. Si Buñol había sido un punto donde se enfrentaron los seguidores de Fernando I y de Jaime de Urgel, ahora lo era de entendimiento con Requena, entre los vecinos de ambos lados de la frontera.
Fuentes.
MUÑOZ GÓMEZ, Víctor, Corona, señoríos y redes clientelares en la Castilla bajomedieval (ss. XIV-XV). El estado señorial y la casa de Fernando de Antequera y Leonor de Alburquerque, infantes de Castilla y de Aragón (1374-1435), Valladolid, 2016.
TINTÓ, Margarita, Cartas del baile general de Valencia, Joan Mercader, al rey Fernando de Antequera, Valencia, 1979.
