La poesía es la belleza de las cosas en las que no reparamos muchas veces. Absorbidos por nuestras preocupaciones o quehaceres diarios, dejamos de lado lo verdaderamente sustancial. Es muy necesario detenerse para contemplar, para escuchar, para poder vivir con humanidad. Cuando la poesía es cantada, se recibe un bálsamo como el que Roberto Poveda nos brinda en su nuevo disco Ingrávidos y gentiles como pompas de jabón.
Requena ha sido y es tierra de lectores y de creadores líricos como el poeta Herrero conmemorado en nuestro viario, Venancio Serrano Clavero o Juan Vicente Piqueras, entre otros, sean por los colores de su paisaje, sea por la inclinación de sus gentes. En sus verdaderos cantos de vida y esperanza, Roberto Poveda acaricia la ingravidez de la poesía cantada por encima de todo lo vulgar, brinda la gentileza de la voz de la cultura o de la amabilidad del final del día, y dibuja la indiscutible belleza de las pompas de jabón. Todo ello reunido rítmicamente en un disco que se presenta el jueves 7 de junio a las 20.00 en la XXXIV Feria del Libro.
La voz de Roberto rinde homenaje a poetas tan acreditados como Rafael Alberti, Antonio Machado, Jorge Guillem e incluso la propia tradición popular, pero también a los cantautores, representados por Alberto Cortez y Joan Manuel Serrat. El maridaje entre poesía y música es evidente, indisoluble se diría. Aquí el maestro y el músico se funden en la figura del cantautor, de la persona que sabe interpretar un estado de ánimo, por difícil que resulte, pues ya se sabe que la vida tiene su poesía.
En la canción octava del disco, corona esta condición de cantautor con Como late esta ciudad, en la que vuelve a acreditar su trayectoria musical de compromiso con la sutileza, que desde su estudio o taller de creación alienta todos los días con la melodía del corazón.
Víctor Manuel Galán Tendero.