
(Barcelona, Taller fotográfico J.E. Puig)
(Fondo Serrano Clavero en Archivo Municipal de Requena).
Noviembre ha sido, desde muchos años atrás, el mes musical por excelencia de Requena y de otras muchas ciudades valencianas. El 22 se celebra Santa Cecilia, patrona de los músicos, y en nuestra ciudad, todas las agrupaciones celebraban esta onomástica con conciertos, desfiles, banquetes y la tradicional Semana Musical. Este año 2020, las cosas son diferentes.
La celebración de Santa Cecilia con pasacalle, concierto y banquete fue una de las primeras iniciativas que tomó el joven director Mariano Pérez Sánchez cuando, a sus veinte años, tomó las riendas de la recién fundada Sociedad Musical Requenense, en 1886. Así pues, dada la amistad y estrecha colaboración que Venancio Serrano Clavero mantuvo, a lo largo de su vida, con el maestro Pérez Sánchez, es lógico suponer que este último tuviera mucho que ver con el gusanillo literario-musical del poeta.
Una vez más, las diferentes facetas literarias del vate requenense se entremezclan al hablar de su relación con la música. Si bien Venancio no fue nunca músico en el sentido interpretativo de la palabra, desde sus labores poética y dramatúrgica mantuvo un contacto constante con el mundo de los sonidos, incluso en los momentos más duros.
Requena ha sido, y sigue siendo, una ciudad con gran afición al teatro, tanto declamado como musical. Pérez Sánchez (1866) y Serrano Clavero (1870), alumnos de don Telesforo López Burgos, aquel gran maestro, vecinos casi frente a frente en la calle de Olivas y compañeros de aprendizaje vital, pese a la diferencia de edad, vivieron, desde bambalinas, el paso continuo de compañías dramáticas y zarzuelísticas por Requena. La condición de músico aventajado del primero, que incluso llegó a dirigir alguna de las orquestas visitantes o locales, por indisposición o incluso imposición del titular, su maestro, don Antonio Llorens, les introducía en ensayos, montajes escénicos y todo lo que conllevaba el mundo de las compañías itinerantes, por lo que para aquellos dos adolescentes tan “despabilados”, el teatro pronto dejó de tener secretos y les ofreció, más bien les sedujo, su faceta creativa. A ellos se uniría, en las facetas de actor y cantante, el futuro cuñado del músico, Pedro Claramunt Aparicio (1868), que destacaría durante toda su vida, sin salir de Requena, en las producciones teatrales, tanto dramáticas como zarzuelísticas, de los grupos de aficionados de Requena.
Así pues, entre su nacimiento (1870), y su salida definitiva de Requena (1901), Venancio Serrano se desenvolvió entre los diferentes escenarios de liceos, casinos y teatros, junto a músicos de viento y madera, orfeonistas, actores y cantantes, para los que fue, según cuenta Bernabeu, un experto apuntador bajo la concha del Teatro Jordá.
La admiración que Serrano Clavero sentía por su amigo Pérez Sánchez era enorme. Véase si no este fragmento de una poesía que la hija del compositor, Consuelo, me regaló hace muchos años:
A MI AMIGO MARIANO EN EL TEATRO
(Improvisación)
Un torrente de armonía
-que subyuga, que extasía,
brota, querido Mariano,
de tus dedos que, veloces,
arrancan divinas voces
a las teclas del piano.
Al oír sus dulces notas
hacia regiones ignotas
vuela, altivo, el pensamiento,
y en torrentes desbordado
siente el pecho lacerado
elevarse el sentimiento.
…/…
Venancio Serrano Clavero
Requena, 2 de Noviembre de 1888.
Era natural que antes o después surgiera la vena creativa literario-musical:
La Lucha (Gerona), 17-IV-1889
Sabemos con satisfacción, que nuestro ilustrado colaborador literario, el joven D. Venancio Serrano Clavero, está escribiendo un drama lírico que piensa titularlo El Anillo de la Virgen. El inteligente Director de la banda municipal de Requena, D. Mariano Pérez, será el autor de la música.
De esta primera colaboración anunciada entre los dos amigos, nada físico ha llegado hasta nosotros después de casi cuarenta años de investigaciones. No hemos hallado libreto, partitura, partes musicales ni noticia de un posible estreno. Si aquel proyecto pasó de la idea, se perdió por completo. Sin embargo, la noticia deja constancia de que ambos amigos ya pensaban en hacer música juntos en fechas muy tempranas.
No tardarían en hacerlo, pero no todavía en el género lírico sino en letras y músicas para los populares Carnavales de Requena. Los más antiguos que conservamos, tan sólo en letra, son del año 1892 en que la colaboración fue doble. Las letras de Serrano Clavero y la música de Pérez Sánchez y otros colaboradores. Entre las de ambos amigos, ésta para la comparsa Los Clowns:
Habanera
Yo guardo, niña del alma,
en mi pecho un corazón
que jamás mujer alguna
avasallar consiguió.
Solo al mirar tu belleza
palpita con emoción,
como queriendo lanzarse
de tu voluntad en pos.

(Archivo Municipal de Requena)
La otra comparsa, titulada Marinos del Amor, llevaba música de varios compositores (Bellver, Pérez, Pino y Cervera) para las letras de Venancio Serrano.

(Archivo Municipal de Requena).
De entre los temas del folleto, veamos un fragmento del pasodoble ¡En Tierra!:
Somos marineritos
que lejos de la mar,
vamos buscando amores,
jolgorio y libertad.
El carnaval nos brinda
bullicio y expansión.
¡Vivan las buenas mozas,
el vino y el amor!
Entre los autores de la música para esta comparsa predominan los requenenses (Mariano Pérez, Casimiro Pino, José Cervera), pero observamos un apellido valenciano: Bellver. Es muy posible que se trate del pianista, profesor y compositor José Bellver Abella (1869-1945), con quien colaboraría en el género lírico unos años más tarde, como veremos.
Estas comparsas de Carnaval eran acompañadas por rondallas populares, de las que siempre hubo tradición en Requena. Rondallas que acompañaban también otra de las manifestaciones musicales de más arraigo: los Mayos. Las colaboraciones que se conservan entre Pérez Sánchez y Serrano Clavero, en este género concreto, son muy posteriores, pero Rafael Bernabeu (1986, p. 52), reprodujo un fragmento de cuento publicado en la revista bonaerense Caras y Caretas, del que no cita la fecha, que nos lleva a pensar, en buena lógica, que estas cooperaciones musicales entre los amigos debieron ser también muy tempranas:
¡HA VENIDO MAYO!
El “Mayo” de aquel año prometía ser sonado, pues en buenas manos estaba el pandero… ¡Ahí es nada!… Pedrete y Navalón: los mejores tañedores de vihuela de la comarca, y Segundo, con su vozarrón de sochantre, que lo mismo enfilaba una jota que un lacrimoso motete. En total: un par de docenas de músicos y cantores bien conjuntados por el maestro Pérez Sánchez, autor de la música, pues la letra era “del que sus escribe”… ¡Qué bien sonaba aquello!
A ti, que eres mi ilusión
canto mi copla primera…
El fragmento cita a conocidos músicos populares dirigidos por Pérez Sánchez. Y es que el compositor requenense formó, en 1893, un magnífico orfeón a la manera en que, pocas décadas antes, lo había el famoso Anselmo Clavé (1824-1874) por toda España, con sus grupos corales populares. El de Requena se llamó Orfeón “El Iris”. Aunque se mantuvo pocos años, sembró la base para futuros grupos y capillas de cantores, descubrió voces que destacarían en los años siguientes y colaboró en representaciones zarzuelísticas y religiosas.
Para El Iris escribió también Serrano Clavero, temas profanos y religiosos a los que puso música su amigo Mariano:

(Edición: Ildefonso Alier, Madrid) (h 1895)
Lejos de ti, habanera para voz y piano publicada por la editorial Ildefonso Alier, sería popularizada por la Rondalla y Coros de Requena, en los años sesenta, gracias al arreglo para coro y rondalla realizado por su director, Rafael Bernabeu, con el título Pensando en ti. Hace pocos años fue grabada en disco por los componentes de la Escuela Rondalla de Requena, dirigidos por Francisco Martínez Martínez, en el CD de Mayos de Pérez Sánchez publicado por Asremus. Su letra comienza así:
Como la flor que en el bosque
se abre a los rayos del sol,
así a tus dulces amores
mi alma sencilla se abrió.

(Edición: Antonio Sánchez Ferris, Valencia, 1895).
En cuanto a la Barcarola, escrita para cuatro voces “a capella”, alcanzó cierta popularidad en Valencia, donde fue publicada por el editor Antonio Sánchez Ferris en 1895, cantada por diversos orfeones populares de los círculos republicanos afines a Serrano Clavero, en los primeros años del siglo XX. En 1996 fue recuperada, en concierto, por la Masa Coral Utielana, dirigida por Carlos Nuévalos, durante los actos conmemorativos del cincuentenario de la muerte de Pérez Sánchez.
Sobre la blanca espuma
del rumoroso mar
copia la triste Luna
su misteriosa faz.

(Manuscrito del autor, revisión de 1942).
Entre los temas religiosos escritos para el orfeón requenense, los más populares, también recordados en una adaptación moderna de Bernabeu, fueron los Gozos a la Santísima Virgen de los Dolores, para coro y orquesta u órgano, de 1894:
Salve Dolorosa,
fiel esposa,
casta flor.
Nadie calma,
Virgen pura,
tu amargura
y tu dolor.
Menos conocidos, pero también de aquella época, son los Gozos a San Nicolás, que ambos autores crearon para El Iris. Ambos Gozos se volvieron a cantar, también por la Masa Coral Utielana, en las celebraciones citadas de 1996:
Gloria, Patrono Santo,
Cristiano campeón,
tú calmas el quebranto
de nuestro corazón.
Por eso, el alma llena
de amante frenesí,
el pueblo de Requena
prostérnase ante ti.
Precisamente durante los años de éxito del orfeón El Iris, se estrenó la primera colaboración zarzuelística de Serrano y Pérez Sánchez, aunque este último compuso la música en unión de otro conocido músico local, el compositor aficionado Casimiro Pino Lavara. Se trata de la revista cómico-lírica en un acto, titulada Requena por dentro o el sueño de un desdichado, estrenada en el Teatro Jordá, de Requena, la noche del 24 de mayo de 1894, a cargo de la Sociedad Dramática Requenense, reforzada con algunas cantantes profesionales valencianas.

(Edición: Imprenta de Manuel Alufre, Valencia, 1894).
Esta zarzuelita ponía voces y personalidad humana a algunos parajes de Requena, como la Plaza de Toros, la Fuente de Bernate o la estación de Ferrocarril, a imitación de la popular zarzuela madrileña La Gran Vía (1886), con música de Chueca y Valverde. Su éxito fue notable, se repitió en varias ocasiones y algunos de sus temas se popularizaron enseguida entre las gentes de Requena. Veamos, como ejemplo, el principio del Coro de Maestros:
¡Esto es desagradable!
¡Esto es inaguantable!
De hambre los maestros
nos vamos a morir.
Si de ese municipio
no nos dan algún ripio,
limosna por las calles
tendremos que pedir.
¡Qué situación!
Problema muy difícil
será la digestión.
Serrano Clavero había dado el paso hacia el teatro y muchas serían las alegrías que este ámbito de sus creaciones le ofrecería. Todavía de esta época, Bernabeu (1986, p. 30), cita el juguete cómico Todo queda en casa, dando como fecha de su edición 1896. De este título, ningún resto se ha conservado, a pesar de que, según el cronista, fue impreso en Requena.
A mediados de 1901, la familia Serrano Claramunt dejaba definitivamente Requena para residir en la capital del Turia, donde Venancio iba a dirigir, primero, el semanario republicano El Progreso, y a formar parte, después, de la redacción del diario El Pueblo, junto a Vicente Blasco Ibáñez. Pronto volvería a interesarse por la faceta teatral y, dentro de ella, la parte musical. No hace mucho tiempo que hemos localizado un libreto de zarzuela, titulado El Tío Candiles, en el que se indica como compositor al maestro Bellver (José Bellver Abella), ya citado. Este libreto, conservado por el Instituto Valenciano de Cultura entre los fondos cedidos por los herederos del Teatro Ruzafa, no lleva fecha de estreno ni la he podido localizar en la prensa digitalizada de Valencia, por lo que es lógico pensar que no llegara a estrenarse.
Serrano Clavero volvería al género lírico tras salir de Valencia, a mediados de 1905, y afincarse en Barcelona, también como periodista. Antes de ese exilio interior, tuvo tiempo de presentar en público uno de sus poemas más famosos, Venganza, leído en el Ateneo Científico Literario de Valencia en marzo de ese año y que pronto decidió convertir el libreto de zarzuela.
De este año data también una colaboración muy especial, la única, con el patriarca de la música valenciana, Salvador Giner Vidal (Sancho García, 2002, p. 187)[1]. se trata del Himno a Cervantes, letra de Serrano Clavero, estrenado por el orfeón El Micalet, en una velada artístico musical en la Sociedad Coral del mismo nombre, el 21 de mayo de 1905, siendo cantado por el mismo orfeón en Madrid, días después, durante una gira. La autoría de Serrano Clavero, en este caso, es algo dudosa, ya que el diario Las Provincias, unos días antes del estreno citado, atribuye la letra del himno de Giner a su director, el poeta Teodoro Llorente.

(Edición: J. Solé, Barcelona, 1906).
Ya instalado en Barcelona, uno de sus primeros trabajos teatrales lo realizó con otro ex-redactor de El Pueblo llegado desde Valencia, José Jorge Vinaixa. Se trata de la revista lírica Las Hijas de Villarejo, con música de los hoy desconocidos compositores Francisco Roca y Juan Pujol[2], estrenada en el Teatro Circo Barcelonés el 16 de febrero de 1906. Se trata de un intento revisteril de segunda parte de la revista El arte de ser bonita, con música de Gerónimo Giménez y Amadeo Vives, sin la mayor trascendencia. Serrano Clavero, por su parte, había ultimado la conversión en libreto de su extenso poema Venganza y en un breve viaje a Valencia, en junio de aquel año, visitó al director de la Banda Municipal, Santiago Lope, para ofrecerle dicho libreto. Lope había sido con anterioridad, director de orquesta en el Teatro de la Princesa y tenía en su haber diversas zarzuelas. Además, ambos compartían un gran amigo común, el concejal republicano Vicente Ávalos, impulsor de la creación de la Banda Municipal de Valencia, en 1903. Por desgracia, Santiago Lope fallecía tres meses más tarde y el proyecto de zarzuela quedaba pospuesto sin fecha ni músico.

(Imagen en el archivo del CEDOC).
En cuanto a los compositores de esta revista, de Francesc Roca no he podido localizar ningún dato. En cuanto a Joan Pujol i Mateu (Barcelona, 18-IV-1862 – 21-VIII-1938) fue violinista de la Orquesta del Teatro del Liceo, de las orquestas Filarmónica y Sinfónica de Barcelona y director de la Orquesta Ibérica de Barcelona. Compuso mucha música religiosa, de cámara, sinfónica y teatral. Su legado se conserva en el Centro de Documentación del Orfeó Català (CEDOC), en Barcelona.
BIBLIOGRAFÍA
BERNABEU LÓPEZ, Rafael. Serrano Clavero, cantor de la raza. Rosal de España. Requena, Centro de Estudios Requenenses, 1986.
CASARES RODICIO, Emilio (dir.). Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Madrid, Sociedad General de Autores e Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 1999.
GARCÍA BALLESTEROS, Marcial. Mariano Pérez Sánchez, 80 años de música requenense, Requena, Centro de Estudios Requenenses, 1996.
GARCÍA BALLESTEROS, Marcial. Zarzuela en Requena, historia de una pasión. Requena, Asociación Requenense de Musicología, 2018.
SANCHO GARCÍA, Manuel. El compositor Salvador Giner Vidal, vida y obra musical. Valencia, Ajuntament de Valencia, 2002.
HEMEROGRAFÍA
Prensa digitalizada en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura y Deporte.
Prensa Histórica requenense en el Archivo Municipal de Requena.
Para conocer en profundidad la biografía de Salvador Giner Vidal, recomiendo la lectura del libro de Manuel Sancho García que se cita en la bibliografía. ↑
Datos sobre Joan Pujol i Mateu obtenidos en la página web del Centre de Documentació de l’Orfeó Català: < https://www.cedoc.cat/es/quien-era-joan-pujol-mateu-el-cedoc-ingresa-el-legado-documental-mas-personal-de-este-compositor-y-violinista_21948> (Consultado: 14-IX-2020). ↑