
“La Caja del Violín” (C.A.T. Arrabal Teatro, 2001).
Confieso que tuve la intención de terminar esta serie de artículos con una exposición sobre “Las mujeres de Serrano Clavero”. No piensen ustedes mal, por la vida del literato requenense pasaron grandes actrices y cantantes que interpretaron sus obras. Sin embargo, una primera investigación al respecto me convenció de que no sólo eran grandes actrices, sino también eminentes actores, los que habían interpretado su teatro, tanto declamado como lírico, o habían recitado sus versos, y que todos ellos merecían igual dedicación. Así pues, terminaré este recorrido en el año de su 150 aniversario, acercándome a algunas de aquellas figuras que presentaron al vate requenense antes los públicos de España y Argentina.
No se trata, en este caso, de ser exhaustivos y rigurosos, sino de ofrecer una pincelada de datos y, si es posible, alguna imagen. Seguro que en el futuro, cuando la investigación esté más avanzada, surgirán nuevos nombres que añadir a este paseo por entre bambalinas.
Hay que insistir, una vez más, en la ancestral afición de los requenenses por el teatro, declamado y lírico, como ya creemos haber demostrado en libros y artículos quienes escribimos sobre estos temas en nuestra ciudad. La condición de ciudad de paso entre Castilla y Valencia, puso a Requena en un punto clave para que las compañías dramáticas ambulantes hicieran escala en los teatros locales donde, en sus mejores momentos, tenían los llenos asegurados y en ocasiones, esas compañías profesionales convertían los días en semanas y, en algunos casos, las semanas en meses.
El joven Venancio Serrano creció empapándose de los dramas y comedias de Echegaray, Ayala, Guimerá, Hartzenbusch, Pérez Escriche, Benavente, Dicenta y tantos otros, en la parte dramática, y de Fernández Caballero, Barbieri, Oudrid, Arrieta, Chapí, etc., en el apartado zarzuelístico. En Requena, y en otros muchos pueblos, se formaban y forjaban actores y actrices que luego resonarían en Valencia y Madrid y llenarían de páginas y fotografías las revistas especializadas. Uno de los casos más claros es el de Amparo Guillén, a la que enseguida llegaremos.
En Requena se formaron autores como Serrano Clavero que también darían sus obras a esas compañías y a las de aficionados locales, como Pedro Masiá López, Manuel y Pablo García Lledó o Luisa Cervera Royo; y actores como José García de Leonardo Ibáñez, que actuó con todos los grandes de su época, o Pedro Claramunt Aparicio, que actuó con todos los aficionados de su tierra.
En todo ese contexto se desarrolló Venancio Serrano Clavero, quien con el desparpajo propio de la juventud, pronto rellenó cuartillas teatrales para que las estrenaran quienes pasaban por Requena, de los que, de seguro, también recibiría buenos consejos.
Una de las necesidades que tenían las compañías de aficionados requenenses era la de contratar actrices y tiples profesionales para sus producciones. En aquella época no estaba muy bien visto que las jovencitas locales actuaran en el teatro y muy pocas se prestaban a ello. En 1894, para las representaciones de la revista Requena por dentro ó El sueño de un desdichado, con libreto de Serrano Clavero y música de Pérez Sánchez y Casimiro Pino, se contrató a dos sopranos valencianas apellidadas Senís y López, muy posiblemente segundas voces de los teatros Apolo o Ruzafa. Al no citarse los nombres, en este y otros casos, nada sabemos de ellas.

(revista Vida Galante, Madrid, 10-VI-1900).
Entre las primeras actrices de relevancia a las que Serrano Clavero ofreció sus versos hay que citar a la tarraconense María Santoncha (1872-1958), quien desarrolló su carrera entre el teatro declamado y la zarzuela, destacando también como tiple (soprano) junto a excelentes compositores como Francisco Alonso, para quien estrenó, en la temporada 1924-25, la zarzuela El molino de la viuda, en el Teatro Novedades de Madrid[1]. Incluso hizo sus pinitos en el cine, participando en la película El gordo de Navidad (1929), de Fernando Delgado.
María Santoncha tenía 24 años cuando, en 1896, Serrano Clavero le dedicó el monólogo ¡Patria!, texto alusivo a las guerras coloniales, impreso en Requena a finales de dicho año. La actriz volvería a nuestra ciudad en otras ocasiones. Se conserva otro monólogo dedicado y estrenado por ella en Requena en 1899, titulado En casa del fotógrafo, del poeta y periodista, Cándido Monsalve Gabaldón (Requena, 1874 – Buenos Aires, 1965), amigo de Venancio Serrano. Por desgracia, ¡Patria! es una de las obras de Serrano Clavero que siguen perdidas a fecha de este artículo.
Entre los actores locales que despuntaban en los grupos de aficionados, hay que citar a Manuel Jordá González (1875-¿?), dedicatario del monólogo ¡En secreto!, de Serrano Clavero, estrenado en su propio teatro, el Jordá, el 25 de abril de 1897. Manolo Jordá destacó como actor, empresario y periodista cómico y ocasional, falleciendo en Madrid, alejado de los negocios familiares. A falta de imagen, leamos la dedicatoria que el poeta imprimió en la edición impresa de la obrita, publicada aquel mismo año en Valencia:
A Manolo Jordá
– – –
A ti dedica este infeliz poeta
el presente trabajo, que no es bueno.
¡Tú has de hacer que no escape en bicibleta
el autor, en la noche del estreno!
Venancio.

(en la biografía escrita por Jaime Rivelles).
Entre 1900 y 1906, la diva por excelencia del teatro requenense fue la actriz valenciana Amparo Guillén Minguet (1863-1915), quien junto a su marido, Jaime Rivelles, realizó varias estancias en el teatro Jordá, siendo objeto de veneración por parte de los aficionados locales (García, 2016). Especialmente larga fue la temporada que ofreció su compañía entre el 15 de abril y el 17 de junio de 1900. Asiduo concurrente a la mayoría de sus funciones, Serrano Clavero escribió para ella un breve “apropósito” titulado El Prospecto, que la actriz estrenó arropada por su marido y su hija Amparito, además del actor requenense José García de Leonardo. La obrita, representada como final del programa tras una magistral versión de La Dama de las Camelias de Dumas, era una brillante muestra de agradecimiento a Requena por parte de la artista.
La familia Serrano Claramunt dejó Requena poco después de nacer su hijo Justino (14-IV-1901). Pronto comenzaría para el periodista su aventura en El Pueblo. En Valencia se reencontraría con viejos amigos del teatro, de los que visitaban Requena en sus giras por provincias. Uno de ellos, Manolo Llorens, actuaba con su compañía en el Teatro Principal de Valencia durante las fiestas de Navidad. Allí, el 28 de diciembre de 1901, el gran actor valenciano estrenó la obrita de Serrano Clavero Cosas del otro mundo.

(https://es.findagrave.com/memorial/39968038/manuel-llorens).
Manuel Llorens (Valencia, 1845-1910), fue un actor de origen humilde que llegó, con su maestría y comicidad, a ser el más reconocido de los actores valencianos de su época. Descubierto por Eduardo Escalante cuando sustituyó a un actor enfermo, el sainetista valenciano le tuvo como el más destacado intérprete de sus obras. En compañías propias o de otros valencianos como Rafael Bolumar o Juan Colom, visitó Requena en muchas ocasiones, llegando a estrenar alguna de las zarzuelitas del joven Mariano Pérez Sánchez. Cabe destacar la presentación de la obra Les Criaes, de Eduardo Escalante Mateu, interpretada en valenciano, el 11 de septiembre de 1881.
Ya en la época de Argentina y a los pocos meses de su llegada (1908), Serrano Clavero estrenaba en Buenos Aires su loa patriótica ¡Gloria a España! Este estreno, que el libreto sitúa en el Teatro de la Ópera, dejaba, precisamente por ese nombre, la duda sobre el edificio en cuestión, ya que por entonces la ciudad porteña contaba con el Teatro Ópera, en la calle Corrientes, y el Teatro Colón, en la calle Cerrito, ambos dedicados a la ópera. Una vez analizado el reparto del estreno, me atrevo a afirmar que se trataba del actual Teatro Colón, uno de los más importantes del mundo en este género. La afirmación viene de uno de los compositores de la obra, Joan Goula Soley, director de la orquesta de dicho teatro, y de la soprano protagonista, su esposa, Isabel G. de Goula, primera tiple del Colón por entonces. La señora Goula, destacada cantante de ópera de la que no he localizado ninguna imagen, fue la protagonista del estreno en Buenos Aires de la ópera de Emilio Serrano La maja de rumbo, en el Colón, en 1910.
Volviendo al género masculino y poco después de la obra anterior, se estrenaba en el Teatro Mayo, de Buenos Aires, la zarzuela Venganza, que Serrano Clavero había llevado en su equipaje al exilio argentino, con música del catalán Joaquín Cassadó Valls. La revista madrileña El Arte de El Teatro, en su número de septiembre, daba cuenta del pasado estreno y destacaba la actuación del Sr. Capsir.

(https://www.geni.com/people/Josep-Jos%C3%A9-Capsir)
José Capsir Martínez (1861-1933), fue un destacado barítono de ópera y zarzuela. Realizó diversas giras por Argentina, Brasil y otros países. Fue padre de la famosa soprano operística Mercedes Capsir (1895-1969).
En los libretos de teatro y zarzuela impresos tras los estrenos, era habitual indicar el elenco de actores y/o cantantes que los habían llevado a cabo. Es así en todos los libretos y obras teatrales de Serrano Clavero que se han conservado impresos. Sin embargo, la costumbre de poner tan sólo el primer apellido y la inicial del nombre, nos han privado de conocer con exactitud a muchos de estos actores que, a buen seguro, alcanzaron fama en sus carreras pero que aquí, a la hora de presentar a los lectores sus currículum, resulta imposible.
Entre los que sí conocemos a ciencia cierta, sin duda uno de los más famosos fue el actor catalán Enrique Borrás, dedicatario y protagonista del monólogo de Venancio Serrano La caja del violín, estrenado en el Teatro Victoria, de Buenos Aires, el 24 de julio de 1911.

(Archivo del autor).
Enrique Borrás Oriol[2] (Badalona, 9-IX-1863 – Barcelona, 4-XI-1957). “Hijo de una familia de comerciantes, comenzó a hacer teatro como aficionado y desde 1886 de forma profesional, de la mano de Antonio Vico, para entrar luego en la compañía del Romea de Barcelona, con la que interpretó obras de Santiago Rusiñol, Ángel Guimerá o Ignacio Iglesias. En 1904 se trasladó a Madrid y comenzó a actuar también por toda España. Coincidió con María Guerrero en el Teatro Real de Madrid y con Rosario Pino en giras por Argentina y Uruguay. A partir de 1909 se vinculó al Teatro Español de Madrid. Destacó por sus interpretaciones de los clásicos”.
La Caja del Violín fue recuperada en 2001 por la C.A.T. Arrabal Teatro, de Requena, bajo la dirección de Roberto García y con el excelente actor local Luis Latorre, como protagonista. A él dedicamos las primera y última imágenes.
Echando la mirada atrás, en 1908 Serrano Clavero había obtenido un primer premio en el concurso de cuentos organizado por el Club Internacional Sportivo de Buenos Aires con su narración La Cruz del Olvido. Este cuento, en la línea de sus historias dramáticas de amores y desamores, tan bien recibida en su juventud, fue transformado por el poeta en un libreto de zarzuela, con el mismo título, que sería estrenado en el Teatro Apolo, de Buenos Aires, el 24 de junio de 1912. Para dicho estreno, Venancio Serrano contó con un excelente plantel de profesionales españoles: la Gran Compañía Española de Zarzuela y Opereta del primer actor y director Arsenio Perdiguero. En ella figuraban tiples de calidad como María Jaureguizar, que fue la protagonista, la esposa de Perdiguero, Mercedes Díaz, y los cantantes Rogelio Juárez e Ignacio León, entre otros.

(www.cine.com).
Arsenio Perdiguero (León, 1877 – Buenos Aires, 1957)[3]. “Estudió música en España y su familia lo llevó a vivir a Buenos Aires en 1888. Desde niño actuó en escenarios de Argentina, en teatro infantil y como músico en la orquesta del Orfeón Español. En 1892 debutó en el teatro para adultos en la compañía de Juan Goula actuando en la obra Los amantes de Teruel. Fue un difusor del teatro argentino aunque también actuó en obras españolas del género chico y zarzuelas. En 1908, con su propia compañía, estrenó en el teatro Politeama de Montevideo el drama Marta Gruni y en 1910 ya tenía su propia compañía con un repertorio de piezas españolas y criollas. Realizó giras por Latinoamérica y España entre 1919 y 1928 junto a su esposa, la actriz Mercedes Díaz, actuando y haciendo la dirección escénica, con piezas de autores españoles y argentinos. En cine debutó en 1941 en Último refugio, de John Reinhardt y luego siguió trabajando en películas, algunas de ellas dirigidas por Luis César Amadori”. Serrano Clavero debió conocerlo desde sus primeros tiempos en Argentina, ya que estuvo muy ligado al Orfeón Español de Buenos Aires.
Entre las compañías dramáticas que viajaron en 1913 a la Argentina estaba la comandada por la primera actriz Antonia Plana y el primer actor Luis de Llano. El 22 de septiembre de 1913, en el Teatro Buenos Aires, Antonia Plana, acompañada de su esposo, Emilio Díaz, estrenaron un “diálogo en verso”, a la manera de las piezas breves que había escrito Serrano Clavero en su Requena natal, titulado La Estudiantina. El texto original, escrito a máquina, está dedicado a esta pareja de actores españoles que viajaron en varias ocasiones a la América latina.

(portada de la revista Mundo Gráfico, 1915).
Antonia Plana (1889 – Madrid, 1952), fue una “actriz fundamentalmente teatral. En su juventud formó compañía con su esposo, el también actor Emilio Díaz. Al enviudar en 1929, se vinculó profesionalmente a Emilio Llano. Gran dama del teatro español de la primera mitad del siglo XX, estrenó decenas de obras, entre las que se encontraron La propia estimación, Los habitantes de la casa deshabitada, El amor solo dura 2.000 metros y Los ladrones somos gente honrada. Tuvo también una breve trayectoria cinematográfica, destacando su papel de la criada Petra en El crimen de la calle de Bordadores, de Edgar Neville” (1946), por el que obtuvo la medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos, como mejor actriz secundaria.
La colaboración con José Padilla, ya tratada en el artículo anterior, supuso también la participación de una joven de veintinueve años que destacaba tanto en la escena lírica argentina y española como en la dramática: Lola Membrives. Ella fue la protagonista de la primera obra de Serrano Clavero con música del almeriense: El Suspiro del Moro, estrenada en el Teatro de la Comedia de Buenos Aires, donde Padilla era director musical, el 31 de diciembre de 1914. La obra supuso un verdadero éxito para autores e intérpretes. En el papel de Muley Hacén, padre de Boabdil “el chico”, su marido, el barítono Juan Reforzo.

(Hemeroteca Digital de la B.N.E.).
Dolores (Lola) Membrives (Buenos Aires, 27-VI-1885 – 31-X-1969)[5]. “Universalmente conocida como actriz dramática y una de las mejores intérpretes del teatro de Benavente, en su juventud fue tiple de zarzuela. Hija de un matrimonio relacionado con el teatro, se inició en él a muy temprana edad, en compañías infantiles: a los nueve años se presentó por primera vez en el escenario en un festival organizado por el Círculo Valenciano. Se presentó en España en el teatro Eldorado de Barcelona con La viejecita de Fernández Caballero. Los Quintero escribieron para ella La contrata, en la que bailaba un cake-walk con el actor Vicente Carrión. Permaneció en el Apolo varias temporadas siendo muy recordada su actuación dramática en La puñalada de Chapí y Fernández Shaw. Los Quintero le escribieron otro éxito, esta vez con música de José Serrano, Mal de amores, estrenada en 1905. En el Ateneo de Madrid dio a conocer once tonadillas de Enrique Granados. Se casó con el barítono Juan Reforzó y finalizado su contrato con Apolo, en la temporada 1906-07, se fue a Buenos Aires, actuando en el Teatro de la Comedia, en el que se simultaneaban zarzuela, sainete, comedia y opereta. A su vuelta a España se había decantado ya por la comedia, si bien nunca dejó de cantar. Su primer éxito como actriz lo obtuvo con La niña de plata de Lope de Vega seguida por La honra de los hombres, de Jacinto Benavente, autor del que estrenó obras con más frecuencia. Alcanzó tanta fama en España como en Argentina llevando en su repertorio autores de ambas naciones. Impuso en Argentina el teatro de Lorca con Bodas de sangre, La zapatera prodigiosa o Yerma. En 1922 emprendió con Benavente una gira mundial en la que su interpretación de La malquerida alcanzó un éxito antológico”.
Lola Membrives volvería a estrenar una obra de Serrano Clavero pocos años más tarde. El 17 de abril de 1918, en el Teatro Martín de Buenos Aires, se celebró un acto festivo en conmemoración de las bodas de plata del Círculo Valenciano. La actriz estrenó, en dicho acto, la comedia El triunfo de Sancho Panza, del vate requenense[6].
Rafael Bernabeu (1986, p. 69) afirma que Lola Membrives estrenó un monólogo de Serrano Clavero: La Samaritana, en 1917. Es posible que así fuera, aunque el libreto de esta comedia, publicado en la revista bonaerense Vida Artística, en julio de 1919, es para tres personajes y no indica quienes fueron los actores del estreno.
BIBLIOGRAFÍA
BERNABEU LÓPEZ, Rafael. Serrano Clavero, cantor de la raza. Rosal de España. Requena, Centro de Estudios Requenenses, 1986.
CASARES RODICIO, Emilio (dir.). Diccionario de la Zarzuela Española e Hispanoamericana, vol. II. Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2006.
GARCÍA BALLESTEROS, Marcial. “Guillén Minguet, Amparo (1863-1915), diva del teatro requenense, en Crónicas Históricas de Requena, 2-III-2016.
GÓMEZ GARCÍA, Manuel. Diccionario Akal de Teatro. Madrid, Editorial Akal, 2007.
Diccionario de la Zarzuela Española e Hispanoamericana, vol. 2, p. 677. ↑
Datos extraídos de Wikipedia: <https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Borr%C3%A1s (Consulta: 18-IX-2020). ↑
Datos extraídos de Wikipedia: <https://es.wikipedia.org/wiki/Arsenio_Perdiguero> (Consulta: 19-IX-2020). ↑
Datos extraídos de Wikipedia: <https://es.wikipedia.org/wiki/Antonia_Plana> (Consulta: 19-XI-2020 ). ↑
Datos extraídos del Diccionario de la Zarzuela Española e Hispanoamericana, vol. 2, p. 236-237. Entrada escrita por Mª Luz González Peña. ↑
Las Provincias (Valencia), 16-VI-1918. ↑