“Durante el tiempo que en esta villa ha sido alguacil, (ha habido) muchas pendencias y debates, donde en forma de comunidad se han juntado muchas veces unos contra otros, de donde se pudieran seguir muchos riesgos e inconvenientes (como los de) la iglesia de San Salvador un día de fiesta, donde había congregada mucha gente porque había sermón (y) en una capilla de San Julián unas mujeres se atravesaron sobre los asientos y a las voces que daban acudieron muchos hombres de la una parte y de la otra con espadas, dagas y puñales sacados, que al cabo tocaron toda la iglesia, y hubo mucho escándalo de sacerdotes de dejar para decir la misa.”
“Y en el alboroto y escándalo que hubo en la iglesia de San Salvador harto hice, y puedo ser notado de diligentísimo, pues metido entre más de cien espadas desnudas apacigüé al pueblo alborotado y aquieté los ánimos indignados, de manera que no hubo riesgo ni de allí se siguió más escándalo ni pasión, y prendí algunos de que entendí que habían sido los causadores y todo mi cuidado puse en la quietud del pueblo y su pacificación.”
A 4 de enero de 1584.
Fuentes.
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL.
Consejos, 25420, Expediente 5.
Declaraciones del alguacil Diego de Gonzalo de Córdoba y del corregidor Lorenzo de San Pedro en el juicio de residencia del mismo corregidor.
