Santiago Apóstol fue el patrón de los caballeros de localidades como Requena, que según distintas tradiciones cabalgó en varias batallas a favor de los cristianos. Con todo, el bizarro Santiago se encontraba en horas bajas a inicios del siglo XVII, como si de un vencido don Quijote se tratara. Los campesinos, con el asentimiento de sus señores, de muchos rincones de Castilla se negaban a pagar el voto de Santiago, el impuesto de una medida de cereal por cada pareja de ganado de labor, del que se beneficiaba la sede episcopal jacobea.
En 1606, los requenenses también bregaban en esta lid, pero no por ello su municipio quiso minusvalorar la celebración del 25 de julio, la festividad del Apóstol. El cabildo de los caballeros de la nómina no aportaba los fondos necesarios, y se acordó el 15 de junio de aquel año que la renta de las tablas de las carnicerías sirviera al respecto en lo sucesivo.
Tanto la tabla del tajón del carnero como la del macho se daban en almoneda o se subastaba anualmente, al igual que otros bienes de propios municipales. En 1605, Antón de la Cárcel arrendó la del carnero por 3.000 maravedíes, y por 6.000 la del macho por Pedro de Carcajona. Ambos formaban parte del círculo de familias dominantes de Requena, estrechamente relacionadas con la caballería y su mentalidad característica. Al año siguiente, ambas tablas fueron arrendadas por Juan Tebas Tejedor, por la suma completa de 9.000 maravedíes. Sin embargo, tuvo que emprender reparaciones por valor de 8.906 maravedíes, que más tarde se le reembolsaron.
Las cantidades y su disponibilidad no eran precisamente muy jacarandosas. El poder local, en verdad, tomó más en consideración la celebración de San Julián, ejemplo de fidelidad a la causa real en tiempos de rebelión. Quizá fuera el dispendio de los festejos taurinos en honor a Santiago lo que frenara a más de un responsable, aunque todo ello se enmarcaba en un progresivo declive de la caballería de la nómina, un honor que ya comenzaba a pesar a más de uno que de Quijote tuvo bien poco.
Fuentes.
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE REQUENA.
Actas municipales de 1600 a 1607, nº. 2894.
Libro de cuentas de propios y arbitrios de 1594 a 1639, nº. 2470.
