La actual Iglesia de San Nicolás fue quizá la primera parroquia cristiana de Requena. El templo se construyó sobre una zona sepulcral con tumbas antropomorfas, alrededor de un posible punto de enterramiento de mártires, cuya antigüedad exacta todavía se debe determinar en toda su extensión.

San Nicolás, después de construirse el primer recinto entre los siglos XIII y XIV, tuvo varias ampliaciones desde el diseño gótico hasta el neoclásico, pasando por el barroco y algunas que otras decoraciones grecorromanas del XVIII. De su primera etapa sobresalen una serie de pinturas murales, como una de la Virgen encinta, rescatadas gracias a la cuidadosa restauración emprendida.

Al principio se alzó esta iglesia con un tamaño muy reducido y con un estilo gótico, que se ampliaría en el siglo XV. Su entrada principal se embellecería con un notable arco renacentista. Más tarde, una cercana torre de vigilancia se vació y se usó tal espacio para ampliar la iglesia. La reforma se realizó en estilo barroco, aprovechando la buena estructura gótica de la edificación.
La última gran reforma concluyó hacia 1791. Se ocupó plenamente el espacio de la anterior plaza de Paniagua. Se escogió el estilo neoclásico. La fachada exterior de ingreso de la iglesia se construyó en esta época histórica. Encima de la puerta puede verse todavía una imagen de San Nicolás para que se recordase que a este templo se le puso bajo su advocación para celebrar su importancia y el valor de la ayuda que dio tanta gente.
